Pese a los esfuerzos de sus abogados, Lula da Silva no participará en el debate de esta noche entre candidatos presidenciales en Brasil, al permanecer recluido desde el 7 de abril.
Río de Janeiro | Notimex.- Esta noche se realizará el primer debate entre candidatos presidenciales en Brasil, pero sin la presencia del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva pese a los esfuerzos de sus abogados.
Con las 13 candidaturas presidenciales oficializadas ante las autoridades electorales, el debate está programado para las 22:00 (02:00 GMT) en la televisora Rede TV!.
El evento reunirá a candidatos como el exmilitar, diputado y segundo en las encuestas, Jair Bolsonaro, quien se destaca por sus exabruptos y posiciones extremistas sobre migración, seguridad y derechos de minorías.
Según la ley brasileña, todos los candidatos cuyos partidos o alianzas tengan una presencia mínima en el Congreso de cinco diputados deben estar representados, pero no será el caso de Lula, encarcelado por corrupción y lavado de dinero.
Los abogados del mandatario, que este viernes recibió del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas el respaldo para participar en las elecciones, pidieron al Tribunal Superior Electoral (TSE) que permitiera su participación.
Pero un juez de esta corte electoral negó que Lula da Silva participara, incluso por videoconferencia desde su celda en la ciudad de Curitiba, donde está recluido desde el 7 de abril.
La eventual inhabilitación de Lula da Silva tiene dividida a la población brasileña y ha marcado la precampaña electoral de los comicios más cruciales para el país desde la redemocratización.
La Justicia electoral tiene hasta el 17 de septiembre para decidir si acepta o no a Lula da Silva como candidato, aunque miembros de la corte indicaron que darán celeridad al asunto para que no empañe la campaña que termina el día 6 de octubre, víspera de la votación de primer turno.
Los sondeos, sin embargo, siguen atribuyendo a Lula da Silva una ventaja amplia: una encuesta del Instituto Paraná publicada esta semana muestra que el exsindicalista lidera la intención de voto con 31 por ciento, por 22 del exmilitar y diputado de extrema derecha Jair Bolsonaro.
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas dijo por su parte que Brasil debe permitir al expresidente “ejercer sus derechos políticos mientras está en prisión”, al menos hasta que su sentencia por corrupción no sea en firme, en una decisión que supuso un espaldarazo para sus aspiraciones políticas.
Formado por expertos independientes, el Comité de Derechos Humanos de la ONU pidió a “Brasil que tome todas las medidas necesarias” para que Lula da Silva pueda tener “acceso apropiado a la prensa y a miembros de su partido político” como “candidato a las elecciones de 2018”.
“El Comité también pidió a Brasil que no le impida de candidatarse a las elecciones presidenciales de 2018 hasta que sus apelaciones ante los tribunales hayan sido completadas en trámites judiciales justos”, señaló el texto.
La cancillería brasileña respondió que tomó nota de la comunicación, pero el ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, aseguró que es la Justicia brasileña, y no la ONU, la que decide quién puede o no participar en los comicios.
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