MADRID | A unos días que se cumpla un año de la muerte del cantante español Camilo Sesto, su hijo, Camilo Blanes vive un calvario, con problemas de salud, aislado, entre adicciones y alejado de su madre Lourdes Ornelas que sufre por él.
De 37 años, Camilin como le dice la familia, según publicaciones heredó seis millones de euros, tres propiedades y todos los derechos de las canciones de su padre. Vive en Torrelodones, en la residencia donde vivía su padre y no sale y no convive con nadie y su salud está muy deteriorada.
Su madre que vive en Madrid, confesó al programa Sálvame que su hijo vive en depresión y teme por su salud y su vida.
Camilin está retirado de la música y en su cuenta de Instagram ha contado que se encuentra bien y que está dedicado a los negocios que heredó de su padre.
Actualmente figura como administrador único y accionista mayoritario de Torrepeñota que su padre fundó en 1990 para albergar actividades de grabación de sonido y edición musical.
Desde la muerte de Camilo Sesto su vida cambió económicamente pero sus problemas de salud se agudizaron y dicen los medios que es una herencia maldita que no lo deja vivir en paz
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