Opinión pública
Por Felipe Martínez Chávez
Tamaulipas vive horas de tensión
Ciudad Victoria, Tam. | Vaya que la clase política ha vivido horas de tensión por el tema de desafuero del Gobernador. Comentarios van y vienen. Son rumores que se esparcen más rápido que las noticias.
La sombra del desafuero está presente en cada hora y movimiento de los funcionarios estatales. Se habla que integrantes del gabinete y sus extensiones fueron concentrados “en algún lugar de La Mancha”.
El Congreso del Estado permanece “acuartelado” en una sesión iniciada que no terminó. Se instaló para eso, estar a la expectativa, pendiente de acuerdos que pudieran tomarse para defender la causa del ejecutivo estatal.
Después que prácticamente se sumaron los diez legisladores de Morena (incluidos los suplentes en ejercicio), el PAN, partido en el poder, tiene el dominio total para las acciones que pudieran tomarse.
Rumores de redes sociales –que son eso hasta ahora, rumores- señalan que los mandos policiacos habrían concentrado al Grupo de Operaciones Especiales (Gopes) en ciudad Victoria, para proteger instalaciones del ejecutivo en Palacio y Casa de Gobierno.
Circuló en la víspera que el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional desplegaron por igual más elementos, algo que carece de sentido cuando no se ha dado una emergencia de quebrantamiento del orden constitucional. El gobierno de Tamaulipas no se ha levantado en rebeldía.
Si llegara a darse un desacato violento al desafuero y enjuiciamiento, tendrán que proteger las instalaciones que pertenecen a la nación, como Pemex y CFE, pero hasta ahora no se han producido amagos ni barruntos de violencia.
Otros comentarios, provenientes de mentes radicales, dan como un hecho que la caída del Gobernador es cuestión de horas, algo que se duda porque dará la batalla.
Seguro que la legislatura no fue “acuartelada” para nombrar a un Interino, sino para acudir en defensa y al desconocimiento de los dictámenes de la Cámara de Diputados.
Como eso casi seguro que la Cámara de Diputados le quitará la inmunidad, Cabeza y los suyos quieren aquí un “segundo desafuero”. Pensar en un sustituto será lo último en lo que piensen.
El presidente de la Sección Instructora, Pablo Gómez, declaró a medios que los cinco integrantes votarían a las seis y media de la tarde, para turnar a la mesa Directiva y que se agende al pleno para el viernes.
Ya habíamos comentado en estas líneas que el Gobernador de los Vientos del Cambio no es de los que se rinden. En lugar de negociar una salida, acatar
resoluciones de la soberanía federal, dará una lucha frontal, legal, a través de su Poder Legislativo y cuerpo de abogados.
Descartamos hechos violentos alentados desde Palacio, pero, en caso de rebeldía que ponga en riesgo la tranquilidad ciudadana y de las instituciones, es de entender que las fuerzas federales tendrán que meter orden, al costo que sea.
Este movimiento de desafuero nos recuerda que fue en abril también, pero de 1947, hace 74 años, cuando cayó el gobierno de Hugo Pedro González Lugo. Lo aceptó dócilmente y entregó el poder al enviado del presidente alemán.
Por entonces los medios de comunicación eran rudimentarios. La información no fluía con rapidez como para crear tensión. Aparte, no le avisaron al Gobernador que lo echarían.
El acuerdo del Senado se publicó en el Diario Oficial de la Federación con fecha 9 de abril de ese año.
A la hora de escribir estas líneas corría el término para que la Instructora tomara la votación. Si va a pleno el viernes, tendrá que pasar por lo menos un día para que se publique en el DOF y comience a surtir sus efectos.
Por tal motivo los diputados tamaulipecos, “acuartelados” en ciudad Victoria, podrían estar concentrados por varios días “para lo que se ofrezca” y acatar instrucciones del 15 Juárez.
Hay diferencias entre la desaparición de poderes y el desafuero de un Gobernador.
En el primer caso, cesan de inmediato en su ejercicio el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En el segundo solo se trata de un individuo y el gobierno sigue su marcha.
Una vez designado un interino, ya dependerá de él ratificar o seleccionar a otros colaboradores en tanto termina el sexenio en septiembre del 2022.
No habría elecciones porque el avance de la administración lleva más del 50 por ciento de ejercicio.
Las campañas seguirían su curso para culminar el seis de junio.
Estamos platicando, pero, en el peor de los escenarios, se daría una rebelión en que los panistas renuncien a sus candidaturas y no juegue el PAN, cuyos candidatos fueron seleccionados por el Gobernador.
Por cuanto hace al escenario nacional y el partido azul, no se ha visto la energía suficiente para defender a uno de los suyos. Los jerarcas del CEN se han visto acorralados por la 4T por los delitos que se les imputan. No tienen moral para reclamar.
Y en Reynosa de plano explotó la alcaldesa Maki Ortiz en contra del Gobierno estatal. Lo más grave es el acento que pone en un twit al que da la interpretación de amenaza de muerte. Es lo delicado.
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