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Reynosa, una derrota anunciada

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Por Felipe Martínez Chávez
Reynosa, una derrota anunciada

CD. VICTORIA, TAMAULIPAS | Como era de esperarse, en las últimas horas permitidas para hacer campaña se dispararon los estudios demoscópicos o de opinión pública que le atribuyen la victoria a determinados candidatos.

En el mundo político perdura la opinión que la encuesta favorece a quien la paga. Esto cuando son reales o al menos se llevan investigaciones en campo. No pocas veces son falsas.

El 29 de enero Massive Caller, de Monterey, aclaró públicamente que un sondeo en Reynosa que daba mayoría a Morena, no fue realizado por esa empresa.

Muy cierto que, en esta guerra sucia que se libra por todos los frentes, han aparecido firmas “fantasmas”. Los análisis pudieron haber sido inventados desde un escritorio.

Por tal motivo no queremos caer en errores u omisiones y habrá que esperar el resultado del respetable el domingo seis.

Solo hay un caso que nos parece muy creíble y queremos exponer aquí, el de Reynosa, considerada la “segunda capital” de Tamaulipas por vivir los principales funcionarios del Gobierno del Estado, comenzando con los titulares de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Ahí se libró –se vive todavía- la guerra sucia más intensa de todas las elecciones. El candidato de Morena a la presidencia, Carlos Peña Ortiz, está a punto de ser aprehendido para “tumbarlo” de la contienda, pero la intención del voto a su favor sigue muy arriba.

Es un caso sui géneris que deberá ser analizado por los expertos una vez que pasen las elecciones. No todos los días hay una experiencia de ese tipo.

Massive Caller, la encuestadora que ha dado la batalla en este proceso a nivel México, publicó el último sondeo cumplimentado el 30 de mayo, en que le otorga a “Makito” Peña Ortiz, del establo de Morena, una puntuación de 38.6 por ciento, arriba de su más cercano competidor “Chuma” Moreno Ibarra, con el 22.5.

El equipo de trabajo del partido oficial realizó el trabajo más sucio de que se tenga memoria, hasta la compra de principios como el caso del diputado Rigoberto Ramos Ordóñez, que de recalcitrante partidario se convirtió en el crítico más severo de la 4T, y de la noche a la mañana es adorador panista.

Converso igual el legislador local Ulises Martínez Trejo, ahora en la punta de la campaña de Moreno Ibarra.

Hay un dato interesante que nos aporta Massive. Dice que las campañas en esa frontera arrancaron en abril con un 31.4 de intención a favor de la guinda, y 27.6 para el azul.

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