REFLEXIONES 2021
Por Mtra. Emilia Vela González
A propósito del INE y de las recientes elecciones
Tengo de vecina a una joven que colabora en el Instituto Nacional Electoral, no es de Reynosa, llegó aquí como resultado de una promoción en el servicio profesional instituido al interior de ese organismo. Ocasionalmente coincido con ella, y el mes anterior que lo hice pude advertir, además de cansancio, cierto desaliento por la dificultad que entrañaba que ciudadanos seleccionados aceptaran desempeñarse como funcionarios de casilla el día de la elección.
Desde la década de los noventa descubrí el Derecho Electoral, mi acercamiento a esta materia obedeció a mi amistad con la Lic. Ana Teresa Luebbert, y a su involucramiento en las candidaturas para diputado federal y posteriormente Presidente Municipal de su hermano Oscar, postulado por el Partido Revolucionario Institucional. Gracias a su invitación tomé algunos cursos y diplomados.
Si bien sería desde 2007 al 2018 que mi actividad laboral estaría enfocada en el área electoral a nivel local, mi gusto e inclinación por esa rama del Derecho me permitiría estar al tanto de Reformas Constitucionales y legales que irían transformando y dotando de nuevas facultades al Instituto Federal Electoral IFE y convertirlo en el 2014 en Instituto Nacional Electoral INE.
Fue la necesidad de legitimar y hacer más creíbles los resultados de las elecciones, establecer que fueran los propios ciudadanos quienes recibieran los votos y los contaran, de ahí que se instituyera el proceso de insaculación para sortear meses de calendario y designar aleatoriamente a estos como funcionarios de casilla , dejando abierta la posibilidad de tomar como tales, a electores en fila ante la posible ausencia de algunos de los designados.
El INE, es en la actualidad uno de los órganos en los que más confía la ciudadanía, no obstante de los continuos embates y descalificaciones de los que ha sido objeto por parte del Presidente de la República, y que ha influido en la percepción de los fieles seguidores de este último. Esto lo pude advertir al conectarme a alguna sesión del Consejo General del INE, y percatarme de comentarios impregnados de odio, descalificación o resentimiento hacia el INE o sus consejeros. Erróneamente consideré que por la naturaleza de esas expresiones, estas podían provenir de personas de escasa preparación pero con sorpresa he podido advertir que no siempre es así.
No obstante algunos incidentes aislados y los inconvenientes presentados, principalmente por falta de funcionarios, el INE y su personal, realizaron una labor extraordinaria en la organización y desarrollo de las elecciones más grandes de la Historia de México.
El voto, tiene como características ser libre, secreto y directo, y así pudieron emitirse en la mayoría de los casos.
Las razones por las cuales las personas emitieron su voto a favor de una persona o partido determinado son personales, por lo que pude darme cuenta, algunos tienen confianza y fe el partido a favor del cual votaron, otros se sienten agradecidas por los beneficios que reciben de programas sociales, de los distintos niveles de gobierno, o por las vacunas contra el covid aplicadas, coincidentemente en época electoral y cuyo récord a nivel nacional se dio dos días antes de la elecciones.
Las dádivas y compra de votos estuvieron a la orden del día. Una amiga que fungió como representante en casilla de un partido político con pocas oportunidades, me comentó que luego del conteo de votos, otra representante de un partido de los fuertes le dijo – ¿ sabes porqué tu partido no tuvo votos? Y sin esperar respuesta, agregó –porque no tiene dinero- para luego señalar todo lo que había distribuido al que ella representaba.
El Domingo anterior tuvimos elecciones para elegir en el Estado, además de diputados federales competencia del INE, Ayuntamientos y Diputados Locales, cuya preparación corrió a cargo del Instituto Electoral de Tamaulipas, IETAM, los cómputos de Ayuntamiento y Diputados locales que se realizarán mañana, estarán a cargo de los Consejos municipal y distritales, a quienes les tocará declarar la validez de la elección, y entregar la Constancia de Mayoría a los ganadores.
Los números que se obtengan no siempre coincidirán con los preliminares, es posible que haya recuento de boletas de alguna casilla o corrección de los datos que aparezcan en el acta de escrutinio y cómputo. Los resultados obtenidos en algunos casos serán definitivos, pero si hay impugnaciones, de estas conocerá el Tribunal Electoral, cuyas resoluciones podrán confirmar, modificar y revocar los resultados.
Constitucionalmente una elección puede ser anulada por causas graves, como excederse en un 5% en topes de gastos de campaña, utilizar recursos públicos o de procedencia ilícita.
Esperemos que todo transcurra en santa paz.
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