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Corrupción permanente en IMSS Tamaulipas

OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
Corrupción permanente en IMSS Tamaulipas 

VICTORIA, TAMAULIPAS | En el IMSS Tamaulipas la corrupción es permanente, pero no siempre hay alguien que se atreva a hacer las denuncias. Es que todos van en el ajo, incluyendo al sindicato.

Cuando hay un mal reparto vienen las denuncias y, como siempre, el hilo se rompe por lo más delgado. 

Aparte de la corrupción, los servicios han caído tan bajo que ni los mismos empleados quieren recibir atención de sus compañeros. Al estilo del visado en los consulados “gringos”, las consultas especializadas e intervenciones quirúrgicas programadas llevan una “cola” de meses. 

El robo de medicamentos y equipos están a la orden del día sin que contraloría y la Función Pública indaguen y menos castiguen. 

Ahora surgen denuncias en contra de Javier Mendoza Banda, alto funcionario de la Delegación, sobre órdenes a jefes administrativos de hospitales y clínicas para que compren directamente y sin cotizar precios, a determinadas empresas que él señala. 

A tales actos no debe ser ajena la delegada Velia Patricia Silva Delfín, si la corrupción chorrea por todos lados. 

El caso concreto viene de la representación del Instituto en Nuevo Laredo, pero es un modus operandi por todo el sistema. Aquí falló la 4T y su lucha permanente contra la corrupción. 

¿Quién es Javier Mendoza Banda? La ficha de Contraloría dice que ingresó al Seguro en 2014 con varias altas y bajas. 

No se sabe de donde es originario el tal Banda, pero terminó su carrera de médico en la Universidad del Noreste, en Tampico, aunque tiene antecedentes académicos en Coahuila, Veracruz y el entonces Distrito Federal. 

Hizo una especialidad en “medicina estética y longevidad” en el Instituto de Estudios Superiores en Medicina, Xalapa, Veracruz. 

Bueno, se dice un genio con una ristra de presuntas maestrías: Salud ocupacional, medicina estética y longevidad, relación jurídico laboral, y maestría en administración, esta última en la Universidad del Norte de Tamaulipas. 

Entre 2009 y 2011 cobró en la Secretaría de Salud de Tamaulipas con el nivel de director. De ahí se fue a la iniciativa privada, la empresa Cementos Apasco, pero luego regresó al gobierno. Comprendió que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error. 

Según su última declaración presentada ante la Función Pública, en el año 2020 se “chupó” la suma de un millón 193 mil pesos, ya netos, libres de polvo y paja, es decir cien mil del águila por mes. 

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