Por Perla Reséndez
CD. VICTORIA, TAM | El municipio de Reynosa se encuentra en la lista de las 50 ciudades de México con la mayor incidencia delictiva, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, presentó la lista durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde se ubica el municipio de Tijuana de Baja California, como el más violento.
Reynosa es el único municipio de Tamaulipas, que aparece en la lista, luego que ha sido blanco de múltiples ataques a elementos de seguridad estatales y federales, además de la población civil.
El más grave, el ocurrido el pasado 19 de junio, cuando grupos armados atacaron a civiles, masacrando a 15 personas en las colonias Almaguer, Lampacitos, Unidad Obrera y Bienestar de esa ciudad fronteriza.
Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador, inició en Palacio Nacional reuniones con los gobernadores electos y en funciones, para definir acciones que se concentrarán en los 50 municipios que concentran la incidencia delictiva en homicidio.
La agenda contempla reuniones con los mandatarios electos o en funciones de todo el país, a excepción de Tamaulipas y Michoacán, aduciendo situaciones legales y políticas con los gobernantes de esas entidades.
El caso del municipio de Reynosa en Tamaulipas, toma relevancia por los hechos de violencia que se registran continuamente, donde se encuentran, además, bloqueos, balaceras, persecuciones y enfrentamientos.
En este municipio, el 13 de julio, José Alfredo Hernández Campos “Calamardo” y/o “Metro27”, líder del Cartel del Golfo, fue rescatado por un grupo armado, a menos de 24 horas de haber sido detenido por el grupo élite de la policía estatal.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizada por el INEGI, la percepción de inseguridad en esta ciudad fronteriza, se incrementó en el mes de junio.
De acuerdo con los resultados, al mes de junio, el 77.3 por ciento de la población en Reynosa, consideran que la ciudad es insegura, un incremento en la percepción que se tenía en el mes de marzo, cuando el 76.3 por ciento dijeron vivir en una ciudad insegura.
Los hechos de violencia, como los hallazgos de cuerpos, asesinatos, asaltos, entre otros delitos que se registran, propician el incremento de la inseguridad, recordando que, en diciembre del 2020, la percepción de inseguridad entre la población, era de 77.9 por ciento.
En esta ciudad, el 26.9 por ciento de los encuestados, señalaron haber experimentado conflictos o enfrentamientos con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.
Otra de las ciudades donde se ha incrementado la percepción de inseguridad en Tamaulipas, es Nuevo Laredo, luego que, en diciembre del 2020, el 58.8 por ciento de la gente, se sentía insegura, mientras que, en marzo de este año, ya era el 67.2 por ciento y en el mes de junio, ya es el 69.1 por ciento de la gente que vive en esa ciudad, quienes se sienten inseguros en esa ciudad.
En este municipio, se tiene registro de al menos 71 personas desaparecidas alrededor del kilómetro 26 de la carretera federal 85 Monterrey-Nuevo Laredo, la mayoría de ellas se trata de hombres con ocupación como choferes de transporte de carga o de personas (tráiler, taxis).
En el segundo trimestre del año, el 33.7 por ciento de las personas de 18 años y más, manifestaron haber experimentado de manera directa, algún conflicto con familiares, vecinos e incluso con alguna autoridad de seguridad.
A nivel nacional, las ciudades donde la percepción de inseguridad es mayor son Fresnillo, Cancún, Ecatepec de Morelos, Coatzacoalcos, Naucalpan de Juárez y Tonalá, con 96.2, 88.7, 87.7, 86.9, 86.7 y 86.1 por ciento, respectivamente.
En contraparte, aquellas donde la percepción de inseguridad es menor fueron: San Pedro Garza García, Tampico, Los Cabos, San Nicolás de los Garza, Mérida y Piedras Negras, con 7.1, 24.4, 25.4, 25.9, 26.3 y 28.8 por ciento, respectivamente.
En el caso de Tampico, la percepción de inseguridad mejoró de marzo a junio, al pasar del 25.2 en marzo al 24.4 por ciento en el mes de junio de este mismo año, de la población que dijeron sentir vivir en una ciudad insegura.
En este municipio al sur de Tamaulipas, la percepción de inseguridad ha disminuido, luego que, en diciembre del 2020, el 37 por ciento de los encuestados, de 18 años y más, dijeron vivir en una ciudad insegura; comparada con los 24.4 por ciento alcanzada el mes pasado.
También aquí, apenas el 14.4 por ciento de la gente, señaló haber tenido algún conflicto personal por causa de incivilidades en su entorno, como ruido, basura tirada por vecinos, problemas de estacionamiento, transporte, malos entendidos, molestias con borrachos, ambulantaje, entre otros.
De los lugares donde las personas se sienten más inseguros o propensos a sufrir alguna agresión, se ubican los cajeros automáticos (77.6%); transporte público (71.4); Banco (63); calles de uso habitual (59.6); carretera (52.6), entre otros.
La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), arrojó en junio, que el 35 por ciento de la población de 18 años y más, consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, lo que representa un cambio al alza estadísticamente significativo de 1.7 puntos porcentuales respecto a diciembre de 2020, en donde se registró 33.3 por ciento.
Por otra parte, 23.9 por ciento de la población, refiere que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un cambio a la baja estadísticamente significativo de 9.3 puntos porcentuales respecto de diciembre de 2020 y de 2.8 respecto a marzo de 2021, en donde se registraron 33.2 y 26.7 por ciento, respectivamente.
Las situaciones de inseguridad, han provocado un cambio de hábitos o rutinas, como llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito por temor a sufrir algún delito, el 56.3 por ciento de los encuestados manifestaron haber dejado de usarlas o llevarlas consigo.
Mientras que 48.7 por ciento, reconoció haber cambiado hábitos respecto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche”; 47.5% cambió rutinas en cuanto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda” y 31.7% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.
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