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Cierres de campaña y costosos grupos musicales

OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
Cierres de campaña y costosos grupos musicales 

VICTORIA, TAMAULIPAS | Pasó el tiempo, salieron las resoluciones del INE, pero los sabuesos ni voltearon a ver la “matriz de precios” de los grupos musicales que amenizaron cierres de campañas.

En el sur, “El Arabe” Nader, Rosa María González, Mon Marón y Nora Gómez, panistas de origen, presumieron con bombo y platillo, con bastante publicidad, al grupo Pesado. La función fue el 30 de mayo desde las cinco de la tarde, terrenos feriales, con transporte gratuito de taxi para los interesados. 

En Matamoros “Ivechita” Bermea se dejó querer con Banda El Limón, lo mismo que en Altamira el jovenazo Ciro Hernández Arteaga (debe estar arrepentido de no quedarse en Morena). 

Por el rumbo de esta capital, la audiencia a la que “asistieron 25 mil espectadores”, según lo publicitó Acción Nacional, fue encabezada por La Trakalosa de Monterrey además de músicos locales. 

Con espectáculo montado en la calle, colonia Satélite, ahí no se trepó al estrado el candidato por el V distrito, Oscar Almaraz Smer, que por temor a rebasar los gastos de campaña. De todas maneras, asistió (como lo apuntaron los del INE), entre el público, y recibió las menciones de los oradores como si estuviera arriba. 

Hubo denuncias de partidos opositores pero los “sabuesos” no voltearon a verlos ni consultaron tarifas por espectáculo o audición, como ellos le dicen, las “matrices”. 

Bueno, las pulgas se le cargaron a Armando Martínez Manríquez, abanderado de Morena en Altamira, por no reportar los 75 mil varos que le cobró “Sonora Santanera, Nueva Generación” (no la original), y la alianza morenista que lo postuló recibió multa por cantidad poco más elevada. 

Algo debe hacer el Instituto (el federal, no el de Tamaulipas) para regular este tipo de eventos, más bien lo que cobran o la cotización que manejan, aun cuando pudieran presentarse con carácter gratuito. 

Lo más sano, lo elegible es suspender estos espectáculos que, evidentemente, tienen como fin “comprar” el voto ciudadano. 

No es una “costumbre” de ahora, viene de años atrás. Los partidos firman en “paquete” con grupos para que les cobren algo menos. En Tampico, en el 2018, La Trakalosa estuvo también con Nader. 

Le dimos una “checadita” a la dictaminación del Instituto sobre la denuncia contra Don Chucho, por el posible rebase de gastos de campaña, y la novedad es que la desecharon porque las pruebas se presentaron en forma extemporánea, según apuntaron. 

Ni en Victoria ni Tampico aplicaron multas a candidatos o partidos que los postularon, cuando el costo de traer el espectáculo es millonario ¿reportaron todo? 

Según datos del mundo del especializado, bajita la mano una función de los aludidos anda en los cien mil dólares, algo así como dos melones de tepalcates. 

Por ahora no está prohibido, pero una función musical de ese calibre también es un valor, intangible pero su costo es millonario y debería prohibirse como “regalo” a los electores, independientemente de si votan por quien se los ofreció. Establecerlo como delito electoral ¿no le parece amigo lector? 

La música -con los artistas preferidos- genera un momento de euforia en que el individuo podría cambiar la tendencia de su voto. Lo más malo es que a los grupos se les paga don dinero público. 

Sería bienvenida una reforma a la Ley Electoral de Tamaulipas –cuando Morena tome el control del Congreso- para prohibir esta combinación de espectáculos y política ¿de acuerdo? 

Tema aparte, en plena crisis de casos de pandemia, a Don Luis Lauro Reyes Rodríguez, alcalde de Güémez, se le ocurre organizar una exposición de presuntos emprendedores, que se realizará en espacios cerrados en la cabecera municipal. 

Parece andar mal de la cabeza después de la derrota por la alcaldía ¿ya le pidió permiso a Gloria Molina? Hay que recordarle que ahí se han registrado 15 muertos, incluyendo a un colaborador suyo, el portero de su despacho, y la cifra de positivos llega a cien. 

Y hablando de alcaldes, pero electos, Eduardo Gattás Báez, de Victoria, avanza sobre lo que será su proyecto de Gobierno. Afirma que no va a llegar el uno de octubre con los brazos cruzados. A partir de septiembre integrará puntualmente la comisión de enlace para la transición. 

No la tendrá fácil y lo sabe. No le dejarán un quinto en caja y menos si la presidenta y el cuerpo edilicio, acuerdan concederse un “bono de retiro” como es la costumbre panista. Sería la última tarascada al presupuesto. 

En el curso de septiembre, Gattás y los suyos comenzarán echarle lápiz. Sabrán hasta entonces cuánta deuda les dejarán con proveedores y en particular la Comapa con CFE. 

Lo primero, lo más importante, dice el presidente electo, es echar a andar la prestación de los servicios públicos, ahora abandonados por el cabildo saliente. Quiere arrancar con el pie derecho y dejar atrás la “noche triste” de Victoria. 

Antes de irnos, dos preguntas cuya respuesta debe estar por ahí ¿cómo está eso de que la presidenta de Bustamante, Maricela Rodríguez González, ¿perdió su visa americana cuando venía del lado “gringo” cargada de dólares no reportados? 

Y la otra ¿cómo el asunto de que Radio Tamaulipas tiene un juicio sancionador en el INE por difundir ilegalmente spots de un partido político?

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