OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
Los patos disparan a las escopetas
VICTORIA, TAMAULIPAS | En el criterio del jefe de la Comapa Victoria, Gustavo Rivera Rodríguez, ahora son los patos los que balean a las escopetas.
Sin rubor y pena alguna, citó a la prensa para exigir a periodicazos la destitución del Superintendente de la CFE, por cortarle el suministro de energía a sus oficinas, desde hace meses.
Los recibos de CFE son en promedio de nueve millones de pesos, por las oficinas centrales, planta potabilizadora, tratadora, sucursales, pozos de abastecimiento y cárcamos.
Lo que no dijo es que el organismo tiene un adeudo que ronda los 100 millones de pesillos, que necesita liquidar como todos los mortales nos “mochamos” con las paraestatal, aun cuando el servicio sea deficiente.
Ya se quejó ante la Suprema Corte vía amparos, Comisión Reguladora de Energía y Dirección General de las propia Comisión, donde lo que le recomendaron es que pague y deje de hacerse al ofendido. Si alguien sabe que anda haciendo el ridículo es él. Es la tercera vez que lo nombran gerente.
Parece que trae abogados “chafas”. Debió haber presentado la denuncia ante la Procuraduría Federal del Consumidor, única autorizada para suspender un corte con fundamento en el artículo 113 de la Ley que la regula, hasta en tanto se den las revisiones y valoraciones que reclama.
En lugar de informar a los medios sobre alguna gestión de subsidio al Gobierno del Estado, ayuntamiento o dependencias de la federación, o la condonación total de cuentas, Rivera solicitó la destitución del Gerente y que le reconecte el fluido.
No solo deben a la CFE, también a proveedores que ya no le fían ni un tubo de cobre porque son malas pagas.
La Comisión de Agua es un desastre y así la van a heredar en poco más de un mes al gobierno morenista de Eduardo Gattás Báez. Lo que quieren es que el tiempo transcurra rápido, para irse.
Para reponer la energía que les cortó la Comisión, rentan generadores, plantas de luz, pero sale junto con pegado. Están pagando 40 mil lanas por mes por cada uno, y solo hacen funcionar las cajas de cobro (que es lo que les importa).
El tamaño del desorden que dejará Rivera a los sucesores, es muy grande. Los que llegan, en tres años, no podrán sanear y encarrilar un organismo que ha sido saqueado por años como “caja chica” de políticos, partidos y campañas.
Están en quiera, pero siguen pagando a notarios públicos, como es el caso de… por 62 mil pesos, que a lo mejor ni se necesitan, y hasta la renta de terrenos por 16 mil mensuales a … que, en crisis, es lo que menos urge.
Agotaron y se acabaron la “gallina de los huevos de oro”. Hizo muchos ricos y sirvió a no pocas campañas. Los contrincantes son los que administrarán las deudas y broncas.
Comapa debería ser propietaria de maquinaria y equipo para no enriquecer a particulares. Pero ya no es dueña de nada, ni de una “bailarina” para apisonar tierra.
Por cada pipa en renta pagan un promedio de 62 a 75 mil varos mensuales. Un caterpillar es de a nueve mil 300 por hora, que son más de 74 mil por día en turno de ocho horas, y quien sabe si se efectivamente se presten.
Las retroexcavadoras se rentan en 56 mil pesos ¡diarios! Y las alzadoras en 72 mil, también cada ocho horas ¿cómo va a quedar para pagar la luz?
De plano, antes de irse esta administración estatal, debería entregar las Comapas a la iniciativa privada, pero no como negocio sino para que los administren en carácter de altruismo.
Desde hace años deben impuestos al SAT, gobierno del Estado por nóminas, Infonavit, Seguro Social, Conagua. Ahora a la Comisión de Electricidad desde septiembre del 2020.
Están entracalados con el servicio de vigilancia, los policías privados que regulan la entrada a las oficinas.
Deben por gasolina. Ya no encuentran quien les fíe. Ahora surten los hermanos Villanueva Perales, pero solo un milagro hará que les paguen. Deben en varias estaciones de servicio desde el 2018.
Hay millonarias cuentas por pagar por renta de copiadoras. A Pascual Ruiz Salinas le deben millones por refacciones y materiales. Ni se diga de llantas en otras empresas de la ciudad.
Don Gustavo ahora se hace el ofendido para no pagar. Es como si usted amable lector, renta una casa y, al cobrarle el propietario, se dice víctima y lo demanda penalmente y solicita amparos y protección de la justicia federal.
En seis semanas estará “brincando la raya”, entregando el changarro al nuevo gobierno municipal. Ya no recibirá las 80 mil lanas por mes, pero es muy posible que, como otros jefes, ahí se jubile por el Seguro Social con tal sueldo. Las diferencias las debe cubrir el organismo, o sea, con el dinero que usted y yo pagamos por una ministración de líquido que nos llega por dos horas diarias.
No hay mucho por donde buscarle, es una desvergüenza. De pensarle un poquito, Rivera hubiera (que aquí ya no existe) anunciado que fue a la ciudad de México a gestionar condonación, no a demandar a los jefes de la CFE y pedir su destitución.
La comunidad, que sí paga puntualmente sus recibos de luz, o se la cortan, le estaría aplaudiendo. Como que le faltan asesores, de esos que cobran muy bien en el organismo.
Y no dude usted, querido lector, que se repita la historia de aquel alcalde que, a 15 días de entregar el mando, pidió 50 millones de pesos a bancos, que se terminaron de pagar 10 años después sumando 114 con todo e intereses.
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