CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Nader la mejor carta del PAN para la gubernatura
En las recientes encuestas, el panista mejor posicionado de la entidad, es Jesús Nader. Esto desde luego que podría ser un buen indicador. Pero existen otros factores de mayor relevancia.
No somos ingenuos y sabemos que en esta etapa de posicionamiento las empresas que se dedican a las encuestas, tratan de pegar su chicle. De ahí que nuestro análisis vaya más al fondo del tema sucesorio, poniendo sobre la mesa elementos más definitorios, en lo que se refiere a la candidatura azul.
Esto tiene mucho que ver con el potencial electoral. Con la experiencia territorial de ganar elecciones. Y justo en este contexto, es que el alcalde tampiqueño está ubicado en el mejor lugar del panismo.
Para ser más explícitos, Nader fue el panista tamaulipeco que emergió como el político más eficaz del sexenio cabecista, en la reciente elección del seis de junio. Toda esta información, júrelo que está debidamente sopesada en el poderoso despacho de la primera esquina del poder.
El gobernador está evaluando las cosas. Y obviamente que habrá de tomar su decisión, mientras tanto pese a lo que se diga en esta capital, en materia sucesoria, aun no hay nada para nadie.
Tal vez, los próximos reacomodos anunciados por el titular del Ejecutivo estatal, podrían arrojar cierta luz, de como pretenden desgranar el futuro los de la Marca Tam.
Dentro de todo este misterio, la única certeza es que el Cachorro Cantú se va del PAN. Su dirigencia estaba hecha para un escenario terso que prevalecía antes del seis de junio. Pero ya con lo que ha pasado, el Cachorrito, no le serviría ni al Truco ni a Nader.
En su tiempo, el General Francisco Villa tuvo a dos hombres claves a su izquierda y a su derecha, ambos con formaciones disímbolas. Felipe Ángeles era el artillero, formado en la alta escuela del Colegio Militar, el tecnócrata de la guerra, preparado en las mejores escuelas del mundo. Rodolfo Fierro era el de la mano dura, el operador implacable. Ambos leales a su jefe.
Justo en ese dilema está el gobernador. Pero creemos que finalmente ganará la lógica de las posibilidades reales de triunfo.
Veamos:
Para entender quién es el cuadro político más idóneo, para ser nominado con la candidatura a gobernador dentro de las filas panistas de Tamaulipas, debemos partir de una premisa de primer orden: el sufragio que va a definir el triunfo en la elección del 2022, no va a ser el de los asentamientos rurales, sino el de origen urbano.
Si se diese una combinación entre los votos del campo y de la ciudad, para Acción Nacional sería excelente. Pero a partir del primero de octubre próximo, el control de las estructuras políticas y sociales de las diez principales ciudades tamaulipecas, estarán en manos de alcaldes identificados con MORENA.
Esto último modifica radicalmente el panorama, y coloca el destino del PAN tamaulipeco, en las manos de tres regiones estatales: dos de ellas de carácter rural y una de alta densidad urbana.
Me refiero a los votos de los pueblos vecinos del municipio de Hidalgo, mismos que en la pasada elección del seis de junio, jalaron, como coloquialmente se dice con el secretario general de Gobierno Cesar Verastegui Ostos. Se trata de un valioso bastión rural.
Pero el verdadero bunker del “Truco”, se ubica en la región Huasteca liderada desde el ayuntamiento de Xicoténcatl, donde la urbe mantense, es la hermana mayor, en el tema de la potencialidad electoral. En la pasada elección a pesar de que el PAN ganó Mante, MORENA le dio la batalla con un buen número de votos.
Este último dato, ratifica nuestro análisis inicial, en el sentido de que ahí donde existen grandes asentamientos urbanos, la tendencia a favor del morenismo es muy fuerte. Ese fue el mensaje que enviaron los electores en los pasados comicios, y juzgamos poco probable que, dicha tendencia se modifique, tan solo en unos cuantos meses.
Pues bien, hablábamos de una tercera fortaleza panista, esta de carácter urbano que se localiza en la ciudad de Tampico, considerada como la metrópoli sureña de Tamaulipas, y que, en el 2016, junto con Reynosa, fue la base del triunfo para el entonces candidato a gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, al producirse un voto cruzado en el puerto jaibo.
El gran operador ya desde el 2016 a favor de Cabeza, fue el alcalde Jesús Nader Nasrrallah, considerado por propios y extraños como un especialista en materia de diálogo y de alianzas.
El empresario Nader ha demostrado con creces su vocación por la sumatoria fuerza, al reclutar a su antecesora la priista Magdalena Peraza para su causa.
Pero también ha sabido incorporar a las principales fuerzas políticas y económicas del puerto jaibo, todo ello coronado por políticas públicas que se han ganado el consenso de la población.
Durante toda su gestión, el alcalde Nader ha recibido el respaldo de su jefe político el gobernador Cabeza de Vaca, y una de las expresiones más importantes de ese apoyo, han sido obras como la de los mercados y el centro histórico, con una inversión superior a los 367 millones de pesos, o el mega proyecto turístico de la laguna del Carpintero que un inicio contempló un presupuesto de 450 millones de pesos.
Lo anterior quiere decir que el gobernador Cabeza de Vaca, más que apostarle al voto rural, enfocó sus políticas públicas y las baterías del presupuesto a la urbe jaiba, la única ciudad tamaulipeca de primer orden que le dio frutos electorales en este 2021. En el resto como Nuevo Laredo, ciudad Victoria o Reynosa, las cosas no le salieron como esperaba.
Hoy los acontecimientos políticos y electorales, colocan al alcalde Chucho Nader como la carta mayor del gobernador, en una realidad donde sería muy riesgoso equivocarse de candidato, dada la nueva correlación de fuerzas a favor del morenismo.
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