OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
TRIELTAM, las resoluciones azules
VICTORIA, TAMAULIPAS | Bien dicen que, en la lucha política, “el que pega primero pega dos veces” y, si es por descontón, el contrincante ya no se levanta.
Está por finalizar la judicialización del proceso electoral 2020-21 y, a la fecha, a ningún presidente municipal o diputado se le ha revocado su constancia de mayoría, pese a que en algunos lugares la elección fue un cochinero.
Ya hemos definido que las campañas son un pleito de mapaches en que gana aquel que trae la caja de galletas más grande. Sin inhibición muchos electores piden “algo” a cambio de su voto.
Los tribunales no han ordenado recuento total de sufragios alegando falta de pruebas indiciales. Los operadores hicieron libremente su chamba y dejaron huellas. Seguro que un “voto por voto y casilla por casilla” traería nuevas constancias de ganadores.
Decíamos que “el que ganó ganó” y los perdedores así se quedan. Por “línea” o indolencia, los magistrados no se atreven a investigar más allá que las actas de cómputo.
En la instancia federal quedan algunos expedientes. El personal trabaja a marchas forzadas para terminar en septiembre, en la inteligencia que diputados y alcaldes comienzan su periodo el uno de octubre. Nadie de los ya palomeados se va a caer.
La pelea más interesante se da por el reparto de las plurinominales. El Partido del Trabajo reclama un escaño que el IETAM le negó, en tanto el PRI quiere otro para conjuntar tres con derecho a una fracción en el Congreso.
Casi es un hecho que al PT le será asignada luego de cancelar los 14 mil votos que recibió Redes Sociales Progresistas. De haber alcanzado el tres por ciento de la votación ¿quién ocuparía los escaños? Algo inédito para la gente local.
En el propio Instituto se dividieron y hubo un voto en contra, el de María de los Ángeles Quintero Rentería. Ya se iba Y nada tenía que perder, pero ¿a quién se le quitará ese escaño? Lo más seguro que a Acción Nacional, que alcanzó siete asientos del “pastelillo”.
Las apuestas están en marcha y el más interesado es el que va a cobrar por tres años, el regio Arcenio Ortega Lozano, exregidor en Monterrey.
Y se trepó al ring jurídico el mantense Alejandro Guevara Cobos, con mucha experiencia como legislador federal, a quien se le negó en primera instancia formar parte del congreso de Tamaulipas. Promueve dos demandas para que le den lo suyo.
Es buen orador y, en el escenario que se le ponga, en favor o en contra de Acción Nacional, o de Morena, haría mancuerna con Edgardo Melhem y Alejandra Cárdenas Castillejos, pero difícil que se le conceda.
Dudan en la posible alianza con el PAN en busca de la gubernatura. Los han maltratado mucho los enlaces de Palacio de Gobierno y, además, tienen la seguridad de que, a sus otrora eternos contrincantes, no les queda mucho tiempo de vida en el poder.
PRI y PT tienen cierto que las resoluciones del TRIELTAM son azules, aun cuando están divididos. Las mujeres (como en el asunto de Nuevo Laredo) obedecen ciegamente la “línea” de Palacio, en tanto que los varones conservan algo de dignidad (Edgar Danés Rojas se desenvuelve en el establo guinda).
En ese ámbito, esperan que desde tribunales federales ordenen un nuevo reparto del pastel que dejaría a los conservadores con menos escaños.
Valle Hermoso es punto de agitación. Los morenistas reclaman un recuento “voto por voto” que podría colocar a su excandidata Lucero González Mendoza en la presidencia. Los magistrados concedieron un nuevo escrutinio sobre el escritorio, pero no abrir urnas. Es la molestia.
Anularon una casilla, pero no cambia la constancia de mayoría a favor de Alberto Alanís Villarreal, un médico que hizo triste papel en la primera ocasión en que fue presidente.
No se esperan cambios de ganador en ningún municipio, pese que en algunos hubo terrible manoseo celeste ¿de quién más?
Si cambiamos, el 19 de abril el entonces candidato “La Borrega” a la presidencia de Matamoros, organizó una caravana en su apoyo en que participaron vehículos nacionales y extranjeros.
Los del PRI pusieron el grito en el cielo y presentaron recurso de juicio sancionador en contra de Mario López Hernández, «por la presunta recepción de aportaciones en especie de personas que viven o trabajan en el extranjero”.
Mencionaban en especial un vehículo marca Jeep, versión Rubicón, modelo 2021 “con un precio de lista” de un millón 114 mil 900 pesos, con placas del estado de Texas, presumiendo que los propietarios no eran personas que residían en el país.
Al emitir resolución, los del INE se orinaron de la risa y desecharon el recurso.
Sin embargo, los quejosos fueron a la Sala Monterrey donde revocaron la decisión y ordenaron una nueva evaluación que analice pruebas. Esto se dio el 23 de julio último.
Pues bien, aunque ganó con mucha diferencia de votos, no han terminado los problemas para La Borrega, alcalde reelecto de Matamoros, y este 13 de septiembre el Consejo General del órgano decidirá en qué queda lo de la caravana que se realizó en la colonia Palo Verde.
Dicen los magistrados federales que la autoridad fiscalizadora “fue omisa”. El castigo puede ser alguna multa.
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