OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
La segunda “noche triste” de Victoria
VICTORIA, TAMAULIPAS | Este 30 de septiembre se distinguirá como un día de intensa actividad en la función pública. Es fecha en que se instalarán la mayor parte de los ayuntamientos electos, para entrar en funciones al día siguiente.
Igual el último del mes, se desarrollará la votación para designar a Guillermo Mendoza Cavazos como Rector de la UAT, según la propuesta de los consejos técnicos de escuelas y facultades. Habrá sufragio directo en cada uno de los campus y vía Internet.
Lo interesante es que la universidad está trabajando en santa paz y conforme los lineamientos preventivos del COVID. Aunque surgió como aspirante Luisa Álvarez Cervantes, gente de izquierda y catedrática en la capital, no hay las convulsiones estudiantiles de aquellos años.
De los presidentes, los que llegan encontrarán desórdenes administrativos y financieros, sin recursos para iniciar las funciones básicas en los siguientes tres meses.
No pocos, más de 20, solicitaron pagos por adelantado –a cuenta de participaciones- al gobierno del Estado para cubrir gasto corriente, sueldos y compensaciones. Se “se chuparon” el presupuesto de todo el año.
En Victoria capital se despedirá arrastrando la cobija la segunda administración panista que llega al 17 Hidalgo. Casualmente las peores en la historia de la antigua Villa de Aguayo.
La primera fue de Gustavo Cárdenas Gutiérrez 1993-95; la segunda la que está en retirada, iniciada por Xicoténcatl González Uresti y continuada por María del Pilar Gómez Leal.
En 1995 la mancha urbana quedó pestilente, como hoy, por la basura acumulada en las esquinas y camellones de bulevares y espacios públicos, mientras conservaban un cementerio de camiones en el campamento y talleres de limpieza.
Teresa Aguilar Gutiérrez, la suplente de Gustavo, entregó una ciudad en tinieblas. La CFE cortó el suministro a varios sectores por falta de pago, lo mismo que al edificio de Presidencia Municipal, y dejó una deuda difícil de superar, como ahora Pilar.
En aquel primer gobierno panista se “perdieron” vehículos automotores. Se robaron otros y desmantelaron los que no pudieron “comprar” a precios irrisorios.
A finales de diciembre de ese 1995, el robo de documentos y muebles fue permanente. En Obras Públicas no quedó ni un solo plano. Tampoco, como hoy, un solo vehículo de basura en funcionamiento ni dinero para rentar a particulares.
Tránsito quedó en manos de los agentes abordo de sus vehículos particulares. Funcionaban dos patrullas, igual que en el ocaso de esta administración.
Las deudas con proveedores hicieron quebrar a no pocos negocios, historia que se repite en este fin de administración del PAN.
Parecieran la maldición azul sobre la capital.
El acabose sería, como en aquel diciembre, que en las últimas horas del agonizante fallido gobierno panista, se informe que los funcionarios cobraron un suculento “bono de retiro” como se lo cobró la interina Aguilar Gutiérrez, el secretario Abelardo Perales, el Tesorero Benjamín Prieto y otros que mandaron a la bancarrota y saquearon las arcas de la ciudad, amén de regidores y síndicos.
Como hoy, los ciudadanos no refrendaron al PAN en el gobierno siguiente. En aquella ocasión no les alcanzó para colocar a Perales en el mando del Palacio del 17. Esta vez tampoco para que continuara la prima Gómez.
Después de la primera noche triste, la comunidad quedó en que “ya nunca más” habría voto para los causantes del desastre. Vinieron nuevas generaciones que lo olvidaron. Hoy culmina el trienio con la misma promesa de la ciudadanía, que la historia no se repetirá.
Las dos noches tristes, cada una de tres años, quedaron atrás como experiencia de lo que no debe repetirse. Las generaciones que vienen necesitan conocer la historia para no volver a equivocarse.
Mientras tanto, llega como esperanza el primer gobierno emanado de Morena a cargo de Eduardo Gattás Báez. Ha generado esperanzas porque se regirá con los principios de la 4T de no robar, no mentir y no traicionar, que es lo que piden los victorenses.
A la toma de protesta, austera y limitada en asistentes, se avizora la presencia de dirigentes nacionales partidistas, diputados federales y locales, el senador Américo Villarreal. Incluso se ventila la posibilidad de que se deje venir el líder Mario Delgado Carrillo.
Aparte, en entrega anterior decíamos que la decisión de los tres magistrados de la Sala Monterrey del TRIFE, serían factor para marcar el destino político de Tamaulipas.
Pues bien, la resolución ya se dio y fue salomónica: Le devuelven al PAN una diputación y al PRI le respetan una de las asignadas.
El partido de la 4T se queda con 18, para sumar 20 con sus aliados petistas; PAN 12, Pri tres escaños y Mc uno.
Con 12 votos, la bancada azul tendrá derecho a presidir la Junta de Coordinación Política en el segundo año de ejercicio, y combinar con Morena el tercero. Con ello participará en el manejo financiero y administrativo de la mitad del trienio.
Nada fácil para los morenistas pastoreados por Armando Zertuche Zuani, si tienen la intención de ser punta de lanza de la 4T rumbo al gobierno estatal.
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