Cuadrante PolíticoOpinión

Guerra sucia contra Cabildo de Matamoros

CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Guerra sucia contra Cabildo de Matamoros 

Durante los días recientes, a raíz de los hechos violentos registrados en la ciudad de Matamoros, se ha dejado sentir una guerra de lodo contra el ayuntamiento que preside Mario López Hernández.  

No es la primera vez que, aprovechando alguna coyuntura ajena totalmente a las políticas públicas y directrices del gobierno municipal, manos aviesas han orquestado versiones que buscan desacreditar la gestión de “La Borrega”. Lo que ahora sucede, es una confirmación de esa regla.  

De entrada, dos comentarios:    

En primer lugar, los hechos con los que se busca sembrar la insidia se derrumban al primer soplo de la brisa marítima   en la urbe que nació sobre la legendaria trinchera del Puerto Bagdad.  

¿Camiones recolectores de basura en los bloqueos? ¿Y los otros transportes de carga pesada que también fueron utilizados, como fueron repartidores de gaseosas trasnacionales, algún autobús, tráiler y unidades de igual calibre estaban ahí por su propio gusto?  

 Se sabe también que los camiones recolectores que presuntamente participaron en los hechos, no son propiedad del ayuntamiento. Al parecer la empresa que los renta ya interpuso las respectivas acciones a través de sus representantes legales.  

Ahora bien, en un tema donde para efectos de competencia, existen dos fuerzas preponderantes muy bien definidas: el ámbito estatal y la federación, haciendo a un lado la paja sensacionalista, hay que preguntarse:  

En qué medida el municipio de Matamoros se ha visto afectado en temas estructurales como sería su propia economía y su privilegiado lugar como uno de los focos tamaulipecos con mayor potencial en materia de inversiones.  

Ciertamente el fenómeno duro de la inseguridad le sigue metiendo ruido mediático aquí y en China a todos los gobiernos, sin distinción de siglas o de colores. Habría que ver hasta qué punto se han afectado rubros torales en el caso específico del cual hablamos.   

Apenas el pasado miércoles 20 de octubre, mientras participaba como invitado de honor a una tienda Walmart, el alcalde Mario López afirmó que Matamoros es una urbe fronteriza que continúa generando confianza para la inversión de los grandes capitales del comercio y de la industria. Acompañado por Laura Muñoz Delgado, la directora general del consorcio, el alcalde informó que se trata de la cuarta tienda de esta cadena de autoservicio, la cual genera cientos de empleos.  

Matamoros se mantiene con altos niveles de confianza empresarial en materia de inversiones.  

Otro indicador fundamental para el caso que nos ocupa, es la percepción social que durante los últimos mil días ha prevalecido, y la cual desde luego ha sido la aduana más rigurosa para el cabildo morenista que dio inicio en el 2018, bajo el lema de la Cuarta Transformación.  

Hablamos de un ayuntamiento que acaba de ser respaldado de manera arrolladora con un récord electoral de 100 mil 127 sufragios, lo cual coloca a la administración borreguista como la más alta de la historia matamorense.  

Obviamente, nada de todo esto es fortuito.  El dinamismo social y el nuevo rostro urbano que hoy asoma tiene orígenes concretos y muy bien identificables.  

La ciudad que hoy gobierna Mario López fue durante los recientes tres años, una de las sedes más relevantes de la inversión social obradorista en Tamaulipas. Se lograron equipar más de cien mil metros cuadrados con obras de infraestructura sin precedente.  

Tres escuelas públicas del nivel de primaria, secundaria y preparatoria. Un mercado público, dos módulos deportivos y dos centros asistenciales para el desarrollo de la niñez. En un descuido ni en sus mejores tiempos políticos del priismo, hubo semejante derrama presupuestal.  

Situados en este contexto de datos, no es difícil entender por qué la campaña negra que por estos días algunos han lanzado contra el ayuntamiento matamorense no altera en lo más mínimo la favorable percepción ciudadana, hacia el alcalde y el morenismo.   

Una administración que lo largo de tres años ha construido un sólido blindaje de credibilidad entre amplios sectores de la población.  

Concluyo con el siguiente comentario:  

Dadas las indefiniciones y posibles traiciones por parte de la ambigua Maki-naria reynosense, (que sigue sin quitarse el ropaje azul, jura que es guinda y luego busca saltar al verde) la estructura social de la Borrega en Matamoros, se perfila como una de las armas más poderosas de la marca MORENA en la ruta hacia el 2022.  

 Por algo les están tirando. ¿No cree usted? 

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