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El último “dedazo” de Francisco Javier

OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
El último “dedazo” de Francisco Javier 

VICTORIA, TAMAULIPAS | Desde la arcaica nomenklatura priista, los expresidentes dejaron una enseñanza que sigue vigente a nuestros días: La decisión más difícil de su administración fue designar al sucesor.

Le pasó a Díaz Ordaz con Echeverría y a este con su casi hermano López Portillo, y a Carlos Salinas con Ernesto Zedillo en la presunta “dictadura perfecta”. Se equivocaron. Les salieron respondones y por poco los meten al bote. 

A nivel doméstico, vivió la experiencia Eugenio Hernández Flores al decidirse por segunda ocasión –a la muerte de Rodolfo- por un tipo llamado Egidio Torre Cantú, oscuro pero soberbio y engreído que al final “empinó” a su partido. 

Si nos transportamos al establo azul, con los mismos vicios y hábitos perniciosos del priismo, cabe la pregunta ¿qué tan difícil fue o será para Francisco Javier García tomar la decisión?. Es la primera vez en la historia que un Gobernador panista tratará de dejar sucesor. 

No está claro si ya levantó el “dedo” o está por hacerlo. Los mensajes dejan la incógnita de si hubo “humo blanco” (al estilo de los Papas) en la Casa de Gobierno. 

Afamados teóricos del tema afirman que en política no debes confiar ni de tu sombra, que los amigos todos son falsos y los enemigos reales, que es difícil gobernar con amigos y más difícil con enemigos. Otros complementan afirmando que solo tu madre no es capaz de traicionarte. 

Aun cuando no tengan la seguridad de ganar, los políticos que esperan heredar el poder deben evaluar la posibilidad de si alguien les dará la puñalada de “tú también Bruto”. 

Presidentes y gobernadores invitan a compadres y amigos, pero más que nada se rodean de cómplices a los que quieren heredar pero también les hagan prolongar el poder. Es lo que pensaba Echeverría y más antes el Jefe Máximo Plutarco Elías Calles frente a Lázaro Cárdenas. 

¿Qué tanta dificultad fue o es para Francisco? ¿lealtad o consanguinidad? ¿continuidad de su proyecto? suponiendo que piensa que va a ganar. 

Si ya la tomó, suponemos, como muchos, que la decisión no fue para su hermano. La sola idea de dejar en Palacio a un consanguíneo ofendería a los tamaulipecos. Es una variable a considerar en el “palomeado”. 

En la era priista –aquí no es lo mismo que Coahuila- nunca nadie acarició el proyecto de dejar como sucesor a un familiar, hermanos o la esposa. El primero es Francisco. No está prohibido por la Ley pero no sería moral en un escenario democrático. 

Valgan los ejemplos: Cavazos Lema impuso a Yarrington, este a Eugenio y sucesivamente a Egidio. Los anteriores fueron “dedazos” del presidente priista. 

Este lunes e centro del poder estatal no dejó lugar a dudas que ya maneja el tema, cuando difundieron en redes video tempranero con el mensaje poco sublimado: El equipo de la “vacaseñal” se reunió en Casa de Gobierno para marcar línea sobre el agraciado. 

Lo que sigue será la “cargada de los búfalos”, tal y como aquellos precandidatos tricolores que iban a la segura, o a gastar suela como es el ejemplo del propio Francisco. 

Suponemos que el círculo íntimo ya tomó “línea” y lo que sigue es cumplirla en los tiempos ¿más confianza en el hermano que en el amigo? ¿y el compadre Chucho?. 

No es un secreto que el proyecto inicial era el “nanito”, lo fue desde el 2018 cuando recibió el “dedazo” para llegar al Senado, y hasta comenzó la precampaña con su “cabezamóvil”, pero circunstancias imprevistas lo frenaron. Le picaron las costillas al tigre guinda. 

En los últimos cinco años, como jefe político, FJ decidió todo, al menos las candidaturas. La más difícil en efecto es o será la de buscar al sucesor que le cuide las espaldas ¿que sea capaz de ganar?. Con posibilidades de triunfo solo tiene uno y no es precisamente el compadre ni el consanguíneo, es el político. 

Si se equivoca y pierde en las urnas no pasará nada, pero si gana saldrán las consecuencias de hasta un posible rompimiento de amistades. La historia lo ha enseñado. 

Los gobernadores azules –cuando la Presidencia de la República no está en manos del PAN- son pequeños virreyes en sus ínsulas de poder, quitan y ponen a su antojo. No inventaron el camino. Se los enseñaron los priistas luego de ser echados de Los Pinos. 

Es el estilo del inquilino morenista de Palacio Nacional, donde su “dedito” es el que toma las decisiones. El candidato del PAN en Tamaulipas saldrá de Carretera Nacional No. 700. No hay duda. 

Si es “nanito” habrá problemas con los ocho mil militantes y miles de simpatizantes. Más, si el “último dedazo” se inclina por una mujer y es la que el fuego amigo piensa que pudiera ser. 

El horno no está para bollos. El contrapeso de la 4T se mantiene vigilante y en espera de errores, amén de los juicios en tribunales. Que no se equivoque en la decisión más difícil que le toca tomar en el sexenio. 

Accidentada sesión de martes en el Congreso del Estado. Como niños malcriados, por unanimidad, Morena y PAN sacaron un exhorto a instancias de procuración de justicia e Inteligencia Financiera, para que investiguen las relaciones de los Carmona Angulo con el Gobierno de Cabeza de Vaca, pero también el presunto subsidio a campañas morenistas. Empatados. 

Y Morena se salió con la suya al prolongar el canje de placas hasta el 2025. Lo raro es que ya no contaron con el voto del PRI. 

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