WASHINGTON | Las hospitalizaciones por coronavirus incrementaron 20 por ciento en Estados Unidos en las últimas dos semanas, lo que ha generado que el personal médico suplique a las personas a vacunarse.
Funcionarios de salud pública advirtieron que un aumento invernal causado por las variantes Delta y Ómicron podría tener resultados devastadores.
En ese país las hospitalizaciones aumentaron en aproximadamente 3 por ciento y las muertes 7 por ciento durante la última semana.
Alrededor de 100 pacientes en un hospital tenían infecciones por coronavirus. De los 68 pacientes cuyas infecciones aún estaban activas, alrededor del 70 por ciento no estaban vacunados, dijeron funcionarios. Entre los pacientes vacunados, solo dos habían recibido una vacuna de refuerzo.
Con Ómicron, las infecciones progresivas son comunes. La semana pasada, la variante representó el 2.9 por ciento de los casos en todo el país, frente al 0.4 por ciento de la semana anterior, según las proyecciones publicadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Tras dos años de pandemia de coronavirus, Estados Unidos se enfrenta a otro invierno sombrío, en el que la variante Ómicron, al rojo vivo, amenaza con exacerbar un ya peligroso aumento de casos.
Las hospitalizaciones por Covid-19 se han disparado un 45 por ciento en el último mes, y los casos han aumentado un 40 por ciento hasta alcanzar un promedio de siete días de 123 mil nuevas infecciones al día, según un recuento de Reuters.
Pfizer Inc, uno de los principales fabricantes de vacunas, predijo el viernes que la pandemia duraría hasta 2024 y que una versión de dosis más baja de su vacuna para niños de 2 a 4 años generó una respuesta más débil de la esperada, lo que podría retrasar su autorización.
La variante Ómicron parece ser mucho más transmisible que las anteriores del virus y más capaz de evadir las defensas inmunes, según los primeros estudios.
Los funcionarios de salud pública dicen que es probable que se convierta en la variante dominante en el país, tras la rápida propagación en lugares como Sudáfrica y el Reino Unido, y podría poner a prueba a los hospitales que aún luchan por contener el aumento de la variante Delta del verano boreal.
*Con información de «The New York Times».
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