La Talacha
Los Bucaneros de Tampa Bay cortaron al receptor Antonio Brown tras su victoria de este domingo sobre los Jets de Nueva York.
Los hechos sucedieron durante el tercer cuarto del partido. Las cámaras de televisión enfocaron a Brown quitándose el jersey de juego, las hombreras y su playera interior, para salir corriendo hacia los vestidores en medio del cotejo.
Múltiples reportes indican que el jugador salió del estadio, pidió un uber y se dirigió al aeropuerto sin esperar a sus compañeros de equipo.
El entrenador de Tampa Bay, Bruce Arians, declaró tras el juego, que Brown “ya no era más un Bucanero”.
Ante las críticas vertidas hacia el jugador, su ya ex compañero, Tom Brady, indicó que nadie debería juzgar a los demás y que Antonio Brown necesita ayuda.
«Es una situación difícil, creo que todos queremos que encuentre la ayuda que necesita. Todos lo queremos, nos preocupamos por él de forma genuina, queremos verlo en su mejor versión. Desafortunadamente se va del equipo, pero hay relaciones y amistades tan profundas que trascienden y de verdad deseo lo mejor para él», declaró Brady.
El insider de NFL Network, Ian Rapoport, dio a conocer que Brown y Arians habrían tenido una discusión en la banca luego de que el entrenador le pidiera a su jugador que entrara al campo, a lo que el otrora receptor estrella de la liga se negara en un par de ocasiones, alegando estar “muy lastimado”. Ante la negativa del número 81, Arians se limitó a decirle “lárgate de aquí”, frase que provocó la reacción del jugador.
Esta no es la primera vez que el receptor se ve envuelto en la polémica: apenas el pasado mes de septiembre fue suspendido por la NFL al descubrirse que había falsificado su certificado de vacunación anticovid.
Durante su tiempo con los Acereros de Pittsburgh tuvo problemas con el mariscal Ben Roethlisberger, provocando incluso que el dueño del equipo, Art Rooney II, interviniera. Ante los continuos problemas, Pittsburgh canjeó a su estrella a los Raiders en 2019, donde no llegó ni a debutar en la temporada, por problemas con la gerencia del equipo, quienes lo obligaban a cambiar de casco para cumplir con los protocolos de la liga.
Con este antecedente, se pensó que la carrera de Antonio Brown estaba terminada, pero los Patriotas de Nueva Inglaterra le dieron otra oportunidad, pero solo duró dos semanas en el equipo, tras ser acusado en dos oportunidades de haber asaltado sexualmente a dos mujeres.
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