REFLEXIONES 2022
Por Mtra. Emilia Vela González
El diario y lo que es importante
En diciembre pasado, recibí como obsequio de mi amiga Ana Elsa, un diario. A diferencia de otros que poseo y en los que suelo realizar anotaciones, cada página de este contenía el espacio de la fecha en blanco, y varios cuestionamientos con sus respectivos renglones para contestar.
¿Qué fue lo más importante de tu día? ¿Por qué te sientes agradecida hoy? ¿Qué acción tomaste para realizar tus objetivos? ¿Qué hiciste para cuidarte ¿y ¿Cuáles son tus pensamientos?
Con la intención de empezar a utilizarlo al iniciar el año, coloqué el diario sobre la pequeña mesa de la recamara, donde se encuentran algunos libros y revistas, de los cuales tomo mis lecturas antes de dormir.
La primera noche que usé el diario para realizar anotaciones, leer los cuestionamientos y tratar de responderlos, implicó hacer un repaso de lo realizado a lo largo del día. Con ello no pude evitar recordar un libro de texto al comenzar mis estudios de abogacía, en el cual, para explicar que un acto jurídico era una manifestación de voluntad que produce consecuencias de derecho, señalaba que todos los días tomábamos decisiones sobre aspectos tan triviales como que ropa ponerse o que comer, y ello representaba una expresión de voluntad.
Sin duda el no estar activa laboralmente, mi vida se ha simplificado. Sin embargo, durante la semana transcurrida, previo a realizar anotaciones en el diario, me llevó a un verdadero ejercicio de reflexión.
Por ejemplo, tratar de responder que fue lo más importante en mi día, me obligó a realizar juicios de valor, ¿Desde qué punto de vista debía valorar la importancia?, ¿Debía considerar importante lo que me atañe directamente o aquello que tiene que ver con mis seres queridos? ¿Lo subjetivo? lo que influyó en mis emociones y sentimientos ¿Lo objetivo? Como la adquisición de bienes materiales deseados; el que me liquidaran deudas atrasadas o la prestación de un servicio que me resultaba indispensable.
Emocionalmente fue importante recibir buenas noticias de mis hermanos; saber de operaciones quirúrgicas exitosas de amigos; como el conocer problemas de salud de personas queridas. Así también, lo fue el haber tenido la oportunidad de convivir con amigas de secundaria; saludar y conversar brevemente con personas con las que me une amistad que se remonta a la infancia, y de las que tenía tiempo sin ver, o recibir una llamada inesperada de alguien muy apreciada.
Vivimos rodeados de dispositivos y artículos domésticos que nos hacen la vida más llevadera, que al descomponerse trastocan tu cotidianidad. Solucionar y arreglar el problema, sin duda adquiere en su momento importancia.
Lo anterior me lleva al recuerdo de mi madre. En vida de ella, cómo litigante, catedrática y activa en asociaciones civiles, no era raro llegar a la casa un tanto estresada. Mamá entonces me compartía sus quejas acerca de la casa, la comida, la basura, el plomero, su colaboradora etc. Yo, con la soberbia que ahora reconozco, minimizaba sus motivos de queja diciendo-Ay mamá quisiera tener tus problemas. – Ahora tengo algunos de esos. El plomero que no vino, cuando había quedado. El de la basura que no pasó, Viky mi ayuda doméstica que se fue de vacaciones sin fecha de regreso, entre otros.
Al analizar mi diario vivir, encuentro que aun cuando permanezca en casa, cada día es distinto y siempre se requieren tomar decisiones, con variado grado de importancia. No tengo duda que desde la perspectiva de quienes tiene que lidiar con hijos de edad escolar, sobre clases presenciales o virtuales, y que aparte laboran fuera del hogar o los que cada día se ven obligados a tomar decisiones que repercuten en la vida de personas ajenas, válidamente pueden decir – Quisiera tener sus problemas-.
Lo cierto es que tenemos ciclos en la vida, y los años se van acumulando y con ello la percepción de lo importante se modifica. Mis prioridades han cambiado, y mayormente se centran en la salud, la familia y amistades.
Me reconozco privilegiada y agradecida con Dios, porque aun cuando por las circunstancias, deba permanecer mayormente en casa, la tecnología me mantiene en contacto con las personas que me importan; disfruto de mi propia compañía, de escribir, investigar, leer o ver una película o serie. Y esto para mí sin duda es importante.
Las otras preguntas del diario: Serán motivo de su propia reflexión.
Bendecido domingo.
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