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Se impone el veto del Gobernador

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Por Felipe Martínez Chávez
Se impone el veto del Gobernador 

VICTORIA, TAMAULIPAS | Los grupos políticos de Tamaulipas se polarizan cada vez. Hay dos grandes corrientes que se disputan el poder, identificados respectivamente con las alianzas encabezadas por el Morena y el PAN.

Hay una comunidad estatal dividida, liberales y conservadores, los de izquierda y derecha, retrógradas y de avanzada. En el último alarido de la “moda” chairos y fifís. 

Desde el 2018 se definieron los partidarios de López Obrador y de Francisco Javier García, el Gobernador, en desencuentros que repercutieron al interior del Congreso del Estado. 

Cada grupo pareciera decir: Si no estás conmigo, estás en contra mía. 

Fue un choque frontal del Gobernador García contra el presidente López Obrador, que a punto estuvo de costarle el poder al primero, y cuyo colofón no se ha escrito. 

En esta semana serán discutidos –ya se discuten- en el seno de la 65 legislatura los temas de veto impuestos por FJG a decretos de los diputados, al haberle impuesto líneas de ejercicio que no había autorizado, como es el cobro de placas en este 2022. 

Replicando la novela de García Márquez, es la crónica de una derrota anunciada para los morenos. Son mayoría, pero no tienen la calificada que se necesita, las dos terceras partes de los escaños para imponer criterios. 

Necesitan 24 votos para refutar al Gobernador, que no los tendrán y menos si la fracción priista decidió unirse a su socio electoral, el PAN. 

Por vía de “convencimiento” a los azules nunca tendrán éxito. Si en Morena desistieron o se “doblaron” dos mujeres, en la bancada celeste sería motivo de “pena capital” votar en contra del grupo que los llevó al poder. Es algo muy riesgoso. 

Los morenos, liderados por Armando Zertuche, sabían de antemano que los afines a Palacio no dejarían pasar sus decretos. Desde que ganaron en las urnas se dieron por enterados que les faltaban diputados, y más cuando el Tribunal Electoral repartió el pastel y les “rasuró” varios. 

No sudarán calenturas porque les regresen sus decisiones. Así está en la Constitución y no fue tampoco una maniobra panista como arsenal de guerra. 

El veto del Gobernador a los decretos del Congreso del Estado no es nuevo, ya tiene sus años. No aparece en la Constitución inicial de 2021, sino que los cambios se fueron dando gradualmente con fundamento en la Constitución Federal. 

De hecho, nunca el ejecutivo había hecho uso directo –alguna vez negociado- de esa atribución que le confiere la propia Carta Estatal. No era necesario si tenía bajo su control los hilos del poder, incluyendo Legislativo y Judicial. La autonomía es un cuento y buen chiste. 

El artículo 68 de la Estatal, dice originalmente: Los proyectos e iniciativas adquirirán el carácter de Ley o decreto cuando sean aprobados por la mayoría de los diputados presentes, salvo que se requiera mayor número de votos, y entrarán en vigor después de sancionados y publicados por el ejecutivo. 

Con el paso de los años, los contenidos del 67 al 77 se sumaron al 68 en cuanto a las observaciones del Gobernador. 

En casi cien años de vigencia, el 68 ha recibido al menos una docena de reformas, comenzando con la del 10 de octubre de 1941, otra que siguió en mayo de 1965; agosto de 1977; octubre de 1982 y así sucesivamente. 

Hay que decir que cada Gobernador había tenido el control del Congreso para que le aprobaran sus proyectos de Ley sin que los diputados le movieran una coma. Es la primera vez que se da una incompleta independencia, y que no tendrá final muy feliz. 

No fue un invento del Gobernador García. Como ninguno, solo hizo derecho de esa facultad que le confiere la Constitución. 

En general, en México, el derecho a las “observaciones” viene siendo una especie de contrapeso al poder legislativo. El presidente puede oponerse a la promulgación de Leyes que le envíen. De ahí se derivó a las constituciones locales. 

Tampoco es nuevo en Tamaulipas y no se le debe adjudicar Cabeza de Vaca como argucia de defensa y ataque a los morenos. 

El veto del presidente de México está contenido desde la Constitución de 1824, aunque con la denominación de observaciones. No es algo que se haya introducido ilegalmente en la Carta Estatal. Lo replicaron. 

Con repercusión en Tamaulipas, se recuerda que en 1928 el presidente vetó decreto de la Cámara de Diputados por el que se le asignaban a Tamaulipas 50 mil pesos para la reparación de carreteras. Lo devolvió. 

Por tanto, a nivel doméstico una a una irá cayendo las impugnaciones que hizo el Gobernador a los diputados. De aquí al viernes todo quedará “arreglado” y el Pan habrá triunfado en sus iniciativas. 

Así las cosas, cabe preguntar ¿tendrá un costo político para Acción Nacional y compañía? Hay que entender que estamos en pleno proceso electoral y necesitan del mayor número de simpatizantes. 

La respuesta es sí. Para algunos observadores la idea celeste es que los guindas no utilicen el tema de placas para generarse imagen. Al final Francisco Javier podría incluso, por ejemplo, condonar el costo del canje y conceder la tajada política a su partido. No dudamos que así pudiera ser. Dicen que en el amor y la guerra política todo se vale. 

Tema aparte, como cada año nuevo, el dirigente de la sección 30 del SNTE, Rigoberto Guevara Vázquez, se reunió con los medios de comunicación para compartir el pan y la sal.

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