CUADRANTE POLITICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Rojas: El mil usos de la nanoprotesta Morena
A todas va Alejandro Rojas Díaz Durán. Una especie de mil usos de la pantalla guinda. A todo le tira, pero a nada le pega. Así en marzo del 2019 luego de consultarlo con su jefe Ricardo Monreal, se autodestapó como aspirante a la dirigencia nacional de MORENA.
Ante su manifiesta inferioridad en términos de peso y estatura política, al ser superado por sus contendientes internos, ARDD anunció en septiembre de 2020 que se salía de la contienda morenista. Igual, nadie lo peló. Se fue echando pestes y despotricando contra su propio partido.
Desde su burbuja de egocentrismo, este esgrimista del verbo y de la nanoprotesta, proclive a vivir del conflicto, quiso emular al señorón Porfirio Muñoz Ledo, y anunció que fundaría el “ala democrática de MORENA”. Pero nadie lo siguió. La intrascendencia siguió siendo su sello.
El país y su transformaciones obradoristas siguieron de frente. Y Alejandro Rojas se quedó donde siempre, con su pataleo y con su berrinche, calificando de fraude la elección del nuevo dirigente nacional Mario Delgado Carrillo.
Posteriormente, en el 2021, ya en la antesala de la elección de quince gubernaturas, Alejandro buscó su anhelada venganza contra el líder nacional de MORENA: desde su rencorosa trinchera en los espacios de internet, Díaz Durán trató de erigirse en el profeta del desastre de la 4T, y pronosticó que MORENA obtendría pésimos resultados, exigiendo de antemano la renuncia de Delgado Carrillo a la dirigencia del partido.
Vía twitter, el vengativo Rojas arrojó su veneno por la vía de sus acostumbrados textos apocalípticos: “Los resultados que se perfilan en todo el país, escribió, son tu fracaso y de todos los dirigentes de MORENA”. “Eso pasa por hacer a un lado la militancia y por las imposiciones . dedazos y encuestas patito”, remató ARDD, buscando que su guerra epistolar, hiciera mella en el dirigente Mario Delgado. “Debes renunciar”, le dijo.
Pero Mario Delgado, ni renunció y todo lo contrario, se erigió después del Presidente Andrés Manuel López Obrador, como el gran ganador de la contienda 2021.
Finalmente MORENA se llevó 11 de 15 gubernaturas, demostrando de paso que la selección interna de sus candidatos a gobernadores y el método de la consulta utilizado para ello, fue el correcto.
Una vez más la historia de la democracia interna en MORENA volvía a asestarle duros golpes en la mejilla con la mano extendida de la 4T al señor Rojas Díaz Durán. Pero sobre todo al grupo monrealista que veía como cada vez más su planes por hacer se de la Presidencia en el 2024, se venían abajo.
Aun les quedaba una carta: Tamaulipas, considerado por ellos mismos, (los monrealistas) como su coto de caza política, luego de que nuestra entidad federativa figuró en la circunscripción electoral a su cargo, durante la elección presidencial del 2018.
Ricardo Monreal y su escudero Alejandro Rojas Díaz Durán se enfrentaron políticamente al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. Al final la votación en Tamaulipas, como en casi todo el país, favoreció al Presidente AMLO. El cardiólogo Américo Villarreal Anaya se erigió como el ganador de la senaduría.
Lo que en su momento nadie sabía, pero ahora ya afloró, como la basura que arroja el mar a la playa, es que tanto Monreal como Alejandro Rojas jamás trabajaron en Tamaulipas por la Cuarta Transformación obradorista, sino por la candidatura del político zacatecano y líder del senado a la presidencia en el 2024.
En el momento que los monrealistas sintieron que Américo seguía siendo leal al Presidente de México y al pueblo de Tamaulipas, y no a sus ambiciones de poder personal se le fueron encima, como ahora está ocurriendo.
Ahora, apoyado por la exalcaldesa Maki Ortiz, misma que le otorgó su respaldo para que consiguiese su carta de residencia, Alejandro Rojas acaba de anunciar que se convertirá en candidato legítimo de MORENA a la gubernatura.
Tal y como ocurrió en su momento, cuando fue aspirante a la dirigencia nacional de MORENA, en el caso de su fantasmal aspiración a la candidatura por el gobierno de Tamaulipas, Rojas Díaz Durán ha perdido su oportunidad de ganarse el respeto de la ciudadanía. Nadie le cree. Y lo ven como un enemigo de la 4T.
Aunque también, ARDD no hace otra cosa que confirmar las sospechas que lo vinculan como el principal aliado del gobierno panista de Tamaulipas, y como enemigo del proyecto de la Cuarta Transformación impulsado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en nuestro estado.
El 28 de mayo de 2019, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de MORENA, suspendió por tres años los derechos partidarios de Alejandro Rojas Díaz Durán, ordenó la destitución de su cargo como Consejero Político estatal.
Y lo inhabilitó para ser candidato por dicha organización política, al considerar que violó sus estatutos, luego de comprobar que emprendió una campaña de desprestigio contra su propio partido.
Esta es la azarosa y perdedora historia de ARDD.
Afortunadamente, comentan las bases morenistas en Tamaulipas, Alejandro Rojas Díaz Durán, siempre ha sido un perdedor. Y si ahora se ha aliado con Maki y con el PAN en Tamaulipas, lo más seguro es que resultarán derrotados.
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