INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
Arrivederci Alessandro
Todo parece indicar que, ha terminado la estancia en Tamaulipas del suplente de RICARDO MONREAL ÁVILA, o por lo menos, su estancia dinamitera del proyecto obradorista que AMÉRICO VILLARREAL ANAYA abandera.
Recordemos que ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN, llegó al estado con la encomienda de sumar voluntades con la nomenclatura guinda tamaulipeca, y desde unos meses para acá, se transformó en el principal opositor de los liderazgos del obradorismo en Tamaulipas.
Además, renunció abruptamente a su legítima espiración de ser el candidato de MORENA a la gubernatura, para ser el principal promotor de RODOLFO GONZÁLEZ VALDERRAMA, otro político identificado con el presidente de la JUCOPO senatorial, RICARDO MONREAL ÁVILA.
En su calidad de dinamitero del proyecto del presidente LÓPEZ OBRADOR en Tamaulipas, ROJAS DÍAZ DURÁN se convirtió en el crítico más feroz de VILLARREAL ANAYA, hasta llegar a la barbaridad en plena precampaña, de pedir su sustitución como candidato de MORENA.
Todo esto beneficiando al proyecto de CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, para que el PAN se mantenga en el poder del Poder Ejecutivo.
Así, mientras que ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN, minaba la unidad del obradorismo, VERÁSTEGUI OSTOS es arropado y se fortalece con la unidad que ha generado su candidatura en Acción Nacional.
Como ya lo comentamos en este mismo espacio, el cambio de conducta y de discurso de ROJAS DÍAZ DURÁN, se puede atar en el tiempo, con la suerte que ha corrido la relación entre el presidente LÓPEZ OBRADOR y RICARDO MONREAL ÁVILA.
Una vez que el líder de MORENA en el Senado, no fue incluido en la lista de prospectos a la Presidencia de la República en 2024, que LÓPEZ OBRADOR dio a conocer, MONREAL ÁVILA buscó la manera de ser considerado, pero sin conseguir que el afecto presidencial lo volviera a arropar.
El glaciar que se desprendió de Palacio Nacional, enfriando las relaciones del presidente LÓPEZ OBRADOR con el senador MONREAL ÁVILA, se reflejó en todos los frentes en donde el ex gobernador de Zacatecas, tenía interés por seguir acumulando poder rumbo al 2024.
Así, ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN se convirtió en un rebelde a favor de la causa monrealista, dinamitando la posibilidad de lograr la alternancia en la gubernatura y sumar otro estado con AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, a favor del presidente LÓPEZ OBRADOR.
Pero la liga fue estirada más allá de lo permitido, hasta que, desde Palacio Nacional, salió la orden presidencial de aplacarlo, siendo operada por ADAN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, titular de la SEGOB.
La rebelión de la bancada de MORENA en el Senado, apoyada por alfiles de CLAUDIA SHEIMBAUN PARDO, colocó a MONREAL ÁVILA por primera vez contra las cuerdas, ante la amenaza de ser depuesto como coordinador de la bancada y presidente de la JUCOPO.
El fin de semana pasado, la Plenaria de la bancada de MORENA se convirtió en el espacio para pactar una tregua y mantener la unidad (o lo que quedará de ella después del encontronazo) de MORENA.
ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, se encargó de dialogar y conciliar con las facciones enfrentadas, logrando que, a final de cuentas, RICARDO MONREAL ÁVILA cediera en sus pretensiones y le bajara un par de rayas a su enfrentamiento con el presidente LÓPEZ OBRADOR y el ala más radical de MORENA, que ha cerrado filas en torno a SHEIMBAUN PARDO.
Pactada la tregua el fin de semana pasado, todo indica que esta alcanzará todos los frentes en donde MONREAL ÁVILA manifestaba su malestar, como en Tamaulipas, a través de ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN.
De ser así, pronto sino es que ya, el zacatecano sacara de Tamaulipas a su suplente, para que la candidatura de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, fluya en la unidad del obradorismo tamaulipeco, favoreciendo con ello el proyecto del presidente LÓPEZ OBRADOR, de asentar la Cuarta Transformación en la esquina noreste del país.
Por lo pronto, ayer en un chat por el que circulaban sus videos y comunicados, por cierto, con mucho profesionalismo, se anunció que esa labor llegaba a su fin, tras varios meses de acompañar a ROJAS DÍAZ DURÁN.
Así la operación cicatriz, entre el obradorismo y el monrealismo, llegará con febrero y en la recta final de la precampaña.
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