CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
AMLO y CV: El discurso corporal
Para los expertos en el tema, la comunicación de los gestos corporales puede llegar a ser mucho más relevante que el lenguaje verbal. En términos psicológicos, existe todo un sistema de codificación facial. Son 43 músculos del rostro, los que articulan un mensaje silencioso. Todas estas fibras al leerse arrojan lecturas emocionales bastante interesantes.
Lo anterior nos lleva a la frase del jurista y orador romano Cicerón, cuando dijo que: la cara, es el espejo del alma y los ojos son sus intérpretes. El comentario viene a colación por la foto que este fin de semana fue difundida entre el presidente AMLO y el Ejecutivo estatal García Cabeza de Vaca.
No es ocioso decir que, cada una de las esquinas contendientes de la arena política-electoral, le dieron su respectivo significado, acorde a sus intereses. Para los azules del cabecismo, el presidente y CV firmaron en esta imagen la pipa de la paz.
En cambio, para los morenistas, la versión es muy diferente, pues se dice que la presencia del gobernante tamaulipeco nunca estuvo incluida en la lista del equipo de giras de la Presidencia de la república.
La verdad es que, en este mar revuelto, todo lo que se pueda decir a favor o en contra de estos dos actores políticos centrales, no pasan de ser meras especulaciones.
Los que sí puede analizarse como algo insoslayable es lo siguiente:
La reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador al septentrión tamaulipeco se dio en uno de los contextos de mayor tensión entre las fuerzas morenistas de Tamaulipas y el titular del Ejecutivo estatal. Es evidente y por momentos hasta agobiante la serie de presiones dirigidas desde el bunker azul hacia algunos de los principales ayuntamientos guindas de nuestro estado.
Los datos ahí están como irrefutable testimonio del sistemático hostigamiento con el cual, pareciera que se pretende someter a las alcaldías identificados con la marca morenista: Victoria y su alcalde Lalo Gattas; Matamoros y Mario López Hernández; Nuevo Laredo y Carmen Lilia Canturosas, por citar algunos de los principales. A ellos agrégueles, los recientes cateos contra el presidente del Congreso local tamaulipeco, también perteneciente al team del obradorismo.
Volviendo a la foto del presidente con CV, donde según algunas opiniones, AMLO se ve con un aire de desagrado, la pregunta aquí es si el primer jefe político del país tendría motivos para estarlo, luego de que, hace algunas semanas en Nuevo Laredo, la Secretaría de Bienestar Social estatal, invadió espacios municipales.
O bien, hablando de Matamoros, con el tema de policía y tránsito local, con un aparato estatal hostigando al alcalde Mario López, considerado como el más poderoso con el mayor número de votos conseguidos en el norte del país.
Agréguele usted, la violencia política contra una capital del estado, donde los embates contra la administración de Eduardo Gattas es hora que no cesan y al contrario se intensifican, muchas de las veces pasando por encima de la autonomía del ayuntamiento capitalino.
Pareciera que los azules han escogido a la capital tamaulipeca como el costal predilecto de su gimnasio de poder.
Desde la famosa campaña negra que se dio en tiempos electorales, tratando de adjudicarle al alcalde violencia familiar inexistente, hasta el bloqueo al fondo de capitalidad que tanta falta le hace a la población victorense, pasando por el tema de casas en la playa y lo de la camioneta blindada.
A partir de ahí, enumere usted el presunto sabotaje a los servicios públicos municipales, auditorías y regaños a funcionarios estatales por acudir a eventos del cabildo victorense. Es hora que los panistas texanos no se resignan al hecho de haber perdido ciudad Victoria, considerada como la joya de la corona política, en términos de posicionamiento y fuerte carga emblemática.
A partir de todo este terrible recuento de hostigamientos contra las fuerzas morenistas en Tamaulipas, la pregunta que todos nos debemos hacer, es si ¿tenía motivos el presidente AMLO para estar contento o bien para estar molesto, en su reciente gira por la región fronteriza de nuestro estado?
En este punto volvemos al tema del inicio: tal vez los políticos por diplomacia, por así convenir a sus necesidades mediáticas mientan. Están en su derecho de recurrir a cuantas jugadas tácticas existan para salir adelante en determinada situación.
Sin embargo, el lenguaje de los rostros y de sus expresiones corporales finalmente revelan sus verdaderas emociones. En tiempo de redes sociales, nada escapa a la mirada colectiva.
Sin quitarle ni ponerle; sin caer en falsas apreciaciones. Juzguen los lectores. Y saquen sus conclusiones.
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