- Presentan resultados de la Encuesta “Impactos de la Covid-19 en las periodistas” durante la Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres.
- Frente las medidas de los medios para sobrevivir a la pandemia, las periodistas buscaron otros empleos e incluso renunciaron al periodismo
- Las empresas mediáticas incumplen su obligación de generar condiciones dignas de trabajo, promover la igualdad e implementar medidas para erradicar la violencia contra las mujeres en los espacios laborales17 de mayo 2022
De acuerdo con los resultados de la Encuesta “Impactos de la Covid-19 en las periodistas”, las condiciones de precariedad, desigualdad y violencia con marca de género, que las periodistas ya vivían antes de la pandemia, se agudizaron y dejaron al descubierto los impactos a nivel personal, familiar, profesional y económico, así como las vías que ellas trazaron para continuar con su labor a pesar del riesgo.
México permaneció 19 meses en confinamiento debido a la emergencia sanitaria causada por el virus SARS-CoV2 (Covid-19). Durante la emergencia sanitaria no se detuvieron todas las actividades; continuaron aquellas que se consideraron esenciales para la vida de la humanidad, por ejemplo, el periodismo. En medio de la crisis de salud, la sociedad siguió informada gracias a la labor de las y los periodistas. Los medios jugaron un papel importante en la difusión de información confiable alrededor del virus y sus impactos, pero las empresas mediáticas implementaron medidas para sobrevivir a la pandemia que se centraron, primordialmente, en su salud financiera, sin garantizar condiciones seguras para que las y los periodistas desarrollaran su labor social de informar.
En un sondeo realizado por CIMAC, un 30% de las encuestadas reportó que el medio donde labora tomó alguna medida para sobrevivir económicamente a la pandemia. Entre estas: reducir la plantilla laboral, bajar los sueldos, cerrar oficinas, enviar al personal a trabajar en casa y el cierre definitivo del medio.
La falta de contratos y de condiciones laborales dignas produce una alta rotación de periodistas en diferentes empresas mediáticas. El periodismo se ejerce con bajos salarios, de las periodistas encuestadas apenas 31 por ciento gana más de 10 mil pesos mensuales, a lo que se suman los horarios que dificultan la conciliación de la vida personal y profesional.
La doble jornada, es decir el empleo remunerado sumado al trabajo doméstico no remunerado, es un obstáculo para el pleno desarrollo de las periodistas. Previo a la pandemia la doble jornada ya tenía implicaciones en su desempeño profesional, pero la pandemia agudizó la carga laboral e incrementó sus gastos. Para 77% de las periodistas la contingencia sanitaria significó un incremento en sus gastos, toda vez que debieron comprar frecuentemente medicamentos, cubrebocas, gel antibacterial, sanitizante y pruebas Covid, además de que, al trabajar desde casa, también ajustaron sus gastos para pagar el servicio de internet, comprar algún dispositivo electrónico para trabajar y solventar el pago de gas, luz y agua, servicios que también se incrementaron con el trabajo en casa porque 7 de cada 10 periodistas debieron trabajar con sus propias herramientas para continuar con su labor durante la pandemia y solo 5 de cada 10 periodistas recibieron de su medio medidas y materiales para prevenir contagios del virus.
El estudio revela que, para hacer frente al incremento de gastos, a partir de la pandemia, 49% de las periodistas encuestadas tuvo que conseguir un empleo adicional, pero la mayoría emprendió en el comercio en línea y en la venta de alimentos; 34% de las periodistas abandonó su actividad profesional debido al virus de Covid-19.
A pesar de estas condiciones y del riesgo de contraer el virus, el periodismo no se detuvo. Las periodistas identificaron el riesgo latente de contraer Covid-19 durante al ejercicio de su labor, actividad que implica alta movilidad, uso del transporte público, contacto con muchas personas y coberturas en lugares sin distanciamiento social. Además, identificaron que vivir con alguna enfermedad crónica significa mayor riesgo de enfermar durante la pandemia, 35% de las periodistas tiene alguna enfermedad o padecimiento crónico, 78% de ellas sabía de su enfermedad antes de la pandemia y 22% la detectó durante la contingencia.
Hasta el momento de la aplicación del sondeo (agosto de 2021) 27% de las periodistas encuestadas tuvo Covid-19; de ellas 66% lo adquirió durante el ejercicio del periodismo, pero solo en 45% de los casos el medio en el que colaboran les proporcionó algún tipo de apoyo.
A pesar de que la Ley Federal del Trabajo establece que las empresas mediáticas deben generar condiciones dignas de trabajo, éstas no existen. Prevalece la violencia contra las mujeres en los espacios laborales, la tolerancia social y la falta de acciones para erradicarla.
De las encuestadas, destaca que 7 de cada 10 periodistas viven violencia psicológica expresada en insultos, comentarios sobre su persona y desvalorizaciones de su trabajo, 1% señaló que esta violencia la vive todos los días; 8 de cada 10 periodistas dijo vivir violencia física durante las coberturas; 5 de cada 10 identificó que vivió violencia sexual, expresada en tocamientos no deseados, insinuaciones, llamadas o mensajes con contenido sexual o invitaciones sexuales por parte de sus fuentes de información y de sus colegas; 0.6 por ciento reportó esta situación de manera diaria. Destacan casos de violación sexual, 2.4% de las periodistas. A 1 de cada 10 periodistas le han condicionado información a cambio de favores sexuales y 6 de cada 10 han vivido ataques digitales como bloqueos informativos, agresiones verbales, amenazas y ataques directos para obstruir su labor informativa.
El análisis presentado durante la Semana Internacional por el Derecho Humano a la Libertad de Expresión de las Mujeres, señala que durante el tiempo en el que se suspendieron las actividades no esenciales, el gremio periodístico continuó su labor y a pesar de la pandemia también continuaron los ataques contra las periodistas. CIMAC registró 397 casos de violencia contra las periodistas durante 18 meses de pandemia, 47 de ellos ocurrieron en la cobertura de la crisis sanitaria (11 de marzo 2020 al30 de septiembre 2021).
Esta situación de violencia y desigualdad persiste a pesar de que instrumentos internacionales como la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belem Do Pará) y el informe de la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de la ONU, destacan el papel potencial de las periodistas para avanzar en la igualdad de género.
En 2020 un informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias, Dubravka Šimonović , llamó a los Estados a proteger los derechos y seguridad de las mujeres periodistas que trabajan en situaciones de conflicto armado o que cubren procesos electorales, reuniones pacíficas en tiempos de crisis, desastres naturales y pandemias sanitarias como la de Covid-19.
Las periodistas reconocen que en su labor viven riesgos para su seguridad y para su salud. El periodismo se asume como una profesión que se ejerce en estrés permanente. A pesar de tratarse de una actividad clave durante la pandemia, por garantizar el flujo informativo sobre las medidas a tomar en medio de la contingencia sanitaria, las jornadas de vacunación no incluyeron a las periodistas como población prioritaria y en este sondeo solo 39% de las encuestadas dijo que recibió la vacuna contra Covid-19.
En el marco del 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, necesitamos la garantía de condiciones óptimas de seguridad, salud y laborales para el ejercicio periodístico de las mujeres. La Encuesta “Impactos de la Covid-19 en las periodistas” fue realizado por CIMAC con apoyo de WACC. Descarga el informe e infografías en: www.cimac.org.mx
A 27 años de la Declaración de la Plataforma de Acción de Beijing, reafirmamos los objetivos del Capítulo J Mujeres y medios: 1. Aumentar el acceso de la mujer y su participación en la expresión de sus ideas y la adopción de decisiones en los medios de difusión; 2. Fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en los medios de difusión y sumamos 3. Erradicar la violencia contra las mujeres periodistas y comunicadoras
Comment here