CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Morena y PAN velan estrategias finales
Silencio por ambas partes en Tamaulipas. Ni los morenistas ni los del PAN muestran sus respectivas cartas que habrán de culminar en el tablero nacional, el movimiento final del juego por el poder.
Atrincherados en un mutismo político que hace pensar en que tienen reservados recursos en la ruta de la impugnación ante los tribunales, los azules han optado por negarse a reconocer públicamente su derrota en la pasada elección del cinco de junio por la gubernatura.
Aunque de acuerdo a los abrumadores resultados en las urnas, el PAN sabe que su querella poselectoral no tiene futuro. Tal vez por eso, se han dedicado a erigir un castillo de naipes transexenal desde el Congreso local. Otro fracaso en puerta.
Los rumores indican que el panismo-cabecismo cifra su pataleo político en la decisión que habrá de adoptar el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el que su presidente Reyes Rodríguez Mondragón, es alter ego del aliado de los vientos tamaulipecos, Roberto Gil Zuarth. Se sabe que ha sido RGZ quien a apadrinado e impulsado la carrera de este personaje que hoy ejerce la Presidencia del TEPJF en el país. Mientras tanto, por el lado de morenismo tamaulipeco, la llegada del experto en temas de corrupción, el doctor Santiago Nieto Castillo es vista como la némesis del panismo tamaulipeco que busca aferrarse al poder.
Reyes Rodríguez Mondragón fue Coordinador de Asesores de Gil Zuarth, cuando este fue secretario Particular del presidente Felipe Calderón. Y más adelante, esta hermandad política fue ratificada cuando ya como senador de la república, en el 2012, Gil Zuarth obtuvo la Presidencia de la Comisión de Justicia y se llevó con él a Rodríguez Mondragón, nombrándolo secretario técnico.
Fue el mismo Gil Zuarth quien metió a su amigo RRM a la Sala Regional del TEPJF en Monterrey. En cuestión de tres años, de la mano del mismo personaje calderonista, Reyes Rodríguez se convierte en magistrado de la institución considerada como la máxima instancia legal de los litigios electorales en el país.
Y resulta más que claro que a Reyes Rodríguez Mondragón le gusta pagar los favores recibidos, pues en su momento fue de los magistrados que votaron a favor de que se le otorgara el registro al partido México Libre, una organización fundada por Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala. Obviamente falló en su intención de beneficiar a sus padrinos.
El acérrimo antiobradorismo de Rodríguez Mondragón volvió a ponerse de manifiesto cuando, votó a favor de despojar de su candidatura al candidato a la gubernatura de MORENA por el estado de Guerrero, Félix Salgado Macedonio. Y de igual manera su voto dentro del TEPJF sirvió para retirarle la candidatura al gobierno de Michoacán a Raúl Morón.
Este hombre que ahora preside el TEPJF está acreditado por diversos hechos, como un funcionario que le tiene un acérrimo odio al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se sabe que, un cercano colaborador de Reyes Rodríguez Mondragón en la Presidencia del TEPJF, es justamente Juan Ignacio Zavala, hermano de Margarita Zavala.
O sea que lo más granado del calderonismo, está hoy enquistado en la cúpula del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La trama de las relaciones de poder al más alto nivel, dan cuenta de que el cuñado de Felipe Calderón, (Juan Ignacio Zavala), es el esposo de María Scherer, una de las accionistas más importantes del poderoso semanario Proceso.
Recientemente, el analista político Alfredo Jalife Rahme mostró su preocupación por la política editorial del prestigiado y serio medio informativo, al señalar que: “los invito a rezar para que el nuevo director de Proceso no sucumba a las presiones de María Scherer y de su esposo Juan Antonio Zavala”.
En abono al profesionalismo informativo de Proceso, en agosto del 2021, ese semanario dio a conocer que Margarita Zavala y su hermano Juan Ignacio Zavala, fueron balconeados por WikiLeaks como miembros de las principales organizaciones de la ultraderecha en México. El actual director de Proceso es el periodista Jorge Carrasco Araizaga.
En este marco, se explica el afán del presidente AMLO por darle asilo al gran Julián Assange, el administrador globa de WikiLeaks. Si Assange se viniese a México, AMLO abriría en canal a sus opositores calderonistas.
Ahora bien, si ustedes me preguntan, cual es la relación de estos datos con el tema tamaulipeco, la respuesta es que solo buscamos poner en contexto, los actuales alcances del calderonato, frente a una presidencia obradorista muy fuerte que ha pintado de guinda 22 entidades federativas. Y va por 24 en el 2023, incluyendo la cereza del pastel, Edomex.
Se trata de una guerra del más alto nivel.
Ya lo mencioné en anteriores columnas: lo que se juega en Tamaulipas, es mucho más valioso que una simple elección de una entidad federativa. El tema tamaulipeco representa un capítulo vital de los principios y valores ideológicos de la Cuarta Transformación, ante la extrema derecha del panismo nacional.
Esta sola circunstancia nos indica que ese Tamaulipas ganador de la reciente elección del pasado cinco de junio, donde resultó electo el doctor Américo Villarreal Anaya, no está solo.
Desde Palacio Nacional ya está diseñada la estrategia que confirmará ante el más alto tribunal electoral del país, el triunfo de la 4T en nuestro estado de Tamaulipas.
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