Por Jorge Maldonado Díaz
MONTERREY | Cansada del acoso, las amenazas y del bullying de la que era víctima por parte de sus compañeros de escuela, una menor de tan solo 13 años de edad decidió quitarse la vida.
Andrea, era una estudiante del primer grado de la Escuela Secundaria Técnica Número 30, ubicada en la Colonia Villas Las Fuentes, al sur de Monterrey.
Ella era víctima de un grupo de estudiantes que constantemente la acosaban y la amenazaban de muerte, le mandaban mensajes que la iban a golpear, que traían pistola y navajas, incluso le llegaron a mandar fotografías con las armas.
En una ocasión fueron a la casa de la joven estudiante y los acosadores se tomaron fotografías en donde apuntaban la vivienda, incluso la grafitearon con mensajes ocultos y de advertencia dirigidos hacia su víctima.
En redes sociales algunos padres de familia de la escuela advirtieron de esta situación del acoso escolar que estaban sufriendo varias estudiantes.
El personal de la misma escuela conocía el problema al grado de que en algunas ocasiones llevaron a sus casas a varias de las jóvenes para evitar que las golpearan, en lugar de reprender a los agresores.
Andrea ya no aguanto el bullying del que era objeto y el pasado 4 de julio, la familia de la joven la encontró dentro del baño de su casa.
Estaba colgada, y aunque sus familiares la alcanzaron a salvar y la trasladaron al Hospital 33 del IMSS, el daño ya estaba hecho, su cerebro estaba tan dañado que duro más de una semana internada, hasta que finalmente falleció.
La Fiscalía de Justicia ya investigó a la escuela y tomó evidencias de los grafitis y de las amenazas que recibió la joven a través de redes sociales.
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