INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
La Feria y el Campestre
Cinco tacos de bistec bien servidos y un refresco de 600 mililitros, todo por 105 pesos, era la promoción que ofrecía “El Ronco” el lunes por la noche, y la aprovechamos para cenar mi esposa y yo, después de recorrer Tamaulipas en menos de una hora y sin llevar prisa.
Una cena bien sabrosa, acompañada por una amplia variedad de sonidos, lo mismo de una presentadora de grupos musicales, que del señor vendiendo vajillas (“¡Para el pozole y la birria!”).
O del merolico del estand, metiendo cobijas en un paquete, para venderlas en “oferta”, ante la mirada atónita de los posibles compradores, que de reojo veían el bolso o la cartera, para saber si le llegaban al precio.
Terminando de cenar, caminamos rumbo a los corrales, en donde los chivos, y vacas se acomodaban tratando de dormir, mientras un caballo ensillado, pelaba (literalmente) sus ojos cansados.
Ahí saludamos al diputado, JAVIER VILLARREAL TERÁN, quien platicaba con un grupo de ganaderos y funcionarios de gobierno.
Mientras que, en “El Ronco”, SANDRA PEDRAZA ANAYA, funcionaria de la Secretaría de Educación, cenaba con un grupo de personas pertenecientes a dicha dependencia del Gobierno del Estado.
A unos cuantos metros, el aroma endulzado de los “churros”, contrastaba con el aceitoso olor de las “espiropapas” y el buqué de la grasa soltada por las hamburguesas sobre el comal.
Un trío de jóvenes enmascarados, tocaban, es un decir, rock a todo volumen mientras una joven colgaba de un mástil haciendo piruetas y el guitarrista se tiraba al piso, fingiendo éxtasis musical.
Honestamente debo decir, que la batería sonaba bofa y el baterista cantaba peor, pero la “raza” se detenía para ver su “perfomance”, que incluía un bote de pesca, en donde el “drummer” tenía su asiento y micrófono.
Nada que ver con CHARLIE WATTS (Rolling Stones), PHIL RUDD (Ac/Dc) o IAN PAICE (Deep Purple), muchos menos con BILL WARD (Black Sabbath), JOHN BONHAM (Led Zeppelin) o ROGER TAYLOR (Queen).
Por supuesto, el guitarrista jamás nos recordaría, ni remotamente, a JIMMY PAGE (Led Zeppelin), KEITH RICHARDS (Rolling Stones), ANGUS YOUNG (Ac/Dc), TONY IOMMI (Black Sabbath), BRIAN MAY (Queen) o al maestro RITCHIE BLACKMORE (Deep Purple).
Dos horas antes, al llegar a la feria y pagar 35 pesos per cápita para entrar, lo primero que hicimos fue recorrer los estands municipales.
Nos llamó la atención, el abandono en que se encuentra el gobernado por CARLOS PEÑA ORTIZ (luces apagadas y cerrado), contrastando con la dinámica que tiene el stand de ARMANDO MARTÍNEZ MANRÍQUEZ.
Ni se diga la algarabía y la atención del que preside LALO GATTAS BÁEZ y el buen trato del capitaneado por JUAN ELENO RIVERA VALLEJO (Burgos), en donde preguntamos si el pozo con las cascadas de una fotografía, está igual en la realidad.
“No hombre, la sequía está canija”, nos contestó amablemente la persona que atiende el estand, vecino de Cruillas, San Nicolás y Méndez.
Bajamos hasta Tula, en donde las enchiladas “tultecas” invitaban a pedirlas y saborearlas, y de ahí le seguimos hasta los puestos de ADRIÁN OSEGUERA KERNION y JESÚS NADER NASRRALAH.
Minutos más tarde, entramos a un galerón en donde una tirolesa divierte a las y los niños, mientras que un par de guacamayas estresadas, mantienen el equilibrio sobre un palo, a punto de caer dormidas.
Pasamos por donde están “Los voladores de Papantla”, haciendo su ritual previo a la milenaria danza aérea de la fertilidad.
Antes de abandonar el recinto ferial, fuimos a comprar nieve de frutas, que venden (literalmente) congeladas sobre mitades de cáscaras de melón, que fue el sabor escogido.
Nos detuvimos a mirar un conjunto de drones que, sobre el cielo obscuro, se movían trazando el contorno de Tamaulipas, el Cerro del Bernal y la “T” que identifica al gobierno de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien insiste en combatir la corrupción del cabecismo, tope donde tope.
Rumbo al estacionamiento, decenas de ventanas de la Torre Bicentenario, mostraban luces encendidas, señal inequívoca del arranque de un sexenio que inicia, demandando horarios extenuantes.
Por cierto, aprovechamos la visita a la feria, para tomarnos la presión y los niveles de azúcar, servicios que ofrece sin costo alguno, la Secretaría que dirige VICENTE JOEL HERNÁNDEZ NAVARRO.
Dos días antes, el Club Campestre Victoria celebraba un aniversario más, en un ambiente diferente: “se nota que CABEZA DE VACA ya no es gobernador”, dijo un comensal explicando el jolgorio, que estuvo ausente en los festejos realizados entre octubre de 2016 y septiembre de 2022.
“Hay que celebrarlo”, remató alzando su cerveza esa noche, mientras afuera un grupo de golfistas le pegaba a la pelotita encendida y al día siguiente, el alcalde LALO GATTAS BÁEZ, coronaba a la reina del Club, acompañado por HUGO RESÉNDEZ SILVA.
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