CULPA IN VIGILANDO
Por Nohemi Argüello Sosa
Dogmas religiosos vs derechos humanos
“Sí al diseño de Dios” y “Saca tu fe de mis derechos”, son ejemplos de las dos posturas, a favor y en contra, que se manifestaron en la sesión del Congreso del Estado, el pasado miércoles cuando se aprobó el matrimonio igualitario en Tamaulipas.
La exposición de ideas inició, de manera ordenada y pacífica, en las gradas del público asistente a la sesión, a través de pancartas y entonación de cantos como “Alabaré, alabaré” y “Que viva Cristo, que viva el rey”, por feligreses evangélicos y católicos; y por parte de activistas por los derechos de las personas de la diversidad sexual, se escucharon porras como “Nos vamos a casar, nos vamos a casar” y “Estado laico”.
Un claro enfrentamiento entre dogmas religiosos y los derechos humanos de las personas LGBTTTIQA+.
Lo que parecía un pacífico ejercicio de expresión libre de ideas y creencias, intempestivamente, se tornó en actos agresivos contra las diputadas y diputados de la LXV Legislatura.
A 45 minutos de iniciada la sesión, los feligreses asistentes, entre ellos, el presidente de la organización religiosa ALIANZA DEL CENTRO DE TAMAULIPAS GUADALUE OLIVO MARTÍNEZ, el petista MARTE RUIZ y el panista ARTURO SOTO ALEMÁN, retomaron cantos y gritos, a través de un megáfono, con la intención de “reventar la sesión”, haciendo caso omiso al llamado de la diputada ALEJANDRA CÁRDENAS CASTILLEJOS, presidenta de la Mesa Directiva.
Ante la ausencia de condiciones para continuar la sesión, se declaró un receso, pero no la suspensión. El receso fue breve y el pleno continuó sus trabajos en el salón Independencia.
Paradójicamente, los actos de los manifestantes en contra del matrimonio igualitario, provocaron que se adelantara, en el orden del día, el punto relativo al Dictamen con Proyecto de Decreto mediante el cual se reforma el artículo 132 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas.
Ya con el Pleno legislativo en el Salón Independencia, y antes de que se aprobara el dictamen, ARTURO SOTO seguido por todo el contingente opositor al matrimonio igualitario, se encaminaron al salón; y se amotinaron frente a la puerta, la cual intentaron abrir para entrar por la fuerza. Una escena que escenificó el embate de los dogmas de la fe contra los derechos humanos.
A causa de esta situación, la transmisión de la sesión se transmitió solo a través del circuito cerrado del Congreso del Estado; en punto de las 18:25 horas, la diputada ALEJANDRA CÁRDENA anunció la aprobación del MATRIMONIO IGUALITARIO por mayoría con 23 votos a favor,12 votos en contra y una abstención.
La muchedumbre enojada, después de unos momentos, se retiró. Algunas personas lo hicieron de manera tranquila y otras lanzando consignas: “Han despertado un monstruo”, “La lucha apenas empieza”, “afuera nos vemos”.
El resto de los asistentes, sorprendidos, conservaron una distancia prudente y esperaron a que se retiraran quienes violentaron el recinto legislativo.
En el transcurso y posterior a esta accidentada sesión, algunos expresaron sus razones contra el matrimonio igualitario: un feligrés evangélico explicó que su deber es defender sus creencias, su temor a Dios lo impulsa a manifestarse para salvar su alma; mientras otros argumentaron ideas sin sustento no religiosas, como el diputado suplente MARTE ALEJANDRO RUIZ NAVA del PARTIDO DEL TRABAJO, quien expresó que la ONU pretende provocar la homosexualidad en la sociedad, a través de la Agenda 2030 y que estas reformas preceden al adoctrinamiento de las niñas y niños en las escuelas con “ideologías de género” que provocarán la homosexualidad de la población.
Los dogmas religiosos siguen moviendo a personas que defienden su fe a costa de los derechos humanos de su prójimo.
¿Usted, qué opina?
Correo: nohemiarguello@gmail.com
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