COPENHAGUE, Dinamarca | El bloque de izquierdas de la primera ministra Mette Frederiksen obtuvo la mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas de este martes, gracias a un escaño de diferencia, aunque la dirigente socialdemócrata mantiene la mano tendida hacia la oposición. Esta victoria no tendría sin embargo un impacto mayor en las restrictivas políticas migratorias del país, pero sí en la lucha contra el cambio climático.
Después de una larga noche electoral, el bloque de cinco partidos de izquierda obtuvo 87 escaños en Dinamarca continental y tres en los territorios autónomos de islas Feroe y Groenlandia, alcanzando una mayoría de 90 de los 179 diputados del Parlamento. La irrupción con fuerza de «Los Moderados» (16 escaños), un nuevo partido que no se alinea con ninguno de los dos bloques tradicionales, podría alterar el escenario político tradicional en el país escandinavo.
El bloque de la derecha y la extrema derecha se quedó con 72 escaños mas uno en islas Feroe, mientras que el nuevo partido centrista Los Moderados, que confiaba en ser árbitro parlamentario, se quedó con 16.
«Los resultados de las elecciones muestran que hay una nueva mayoría roja en el Parlamento», dijo Jakob Ellemann-Jensen, líder del Partido Liberal que forma una alianza informal con los conservadores.
La gestión migratoria no está en discusión
Dinamarca defiende desde hace 20 años políticas muy restrictivas en materia de migración. El actual gobierno ddefendió una política de «cero refugiados» y trabajó para instalar un centro de acogida en Ruanda para tramitar las solicitudes de asilo que pudieran recibir, un proyecto que los socialdemócratas no tienen ninguna intención de cambiar. Sin embargo, deberán hacer frente y tal vez escuchar las críticas de los social-liberales cuyos diputados podrían ser cruciales para formar el próximo gobierno.
A diferencia del tema migratorio, el cambio climático sí es un asunto candente y que tendría un enfoque diferente. El domingo, unas 50 mil personas, incluyendo la primera ministra, se congregaron en «La marcha del pueblo por el clima» en Copenhague. La izquierda ha prometido una ley para proteger la biodiversidad y quiere crear un impuesto a las emisiones de carbono de la agricultura, una medida que apoyan otras formaciones.
Con AFP.
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