OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
Ese paquidermo llamado TRIELTAM
CD. VICTORIA, Tamaulipas | Se va sin pena ni gloria, como cualquier “milusos”, haciendo honor al “dedazo” con que llegó.
Como premio a su docilidad y amor eterno hacia el cabecismo, Blanca Eladia Hernández Rojas fue nombrada presidenta del TRIELTAM el 19 de noviembre del 2018, luego que el Senado le dio el aval como producto de concertacesiones partidistas en las cúpulas del poder.
Cuatro años después, en la misma oscuridad –su currículum encerraba ayudantías en Comisiones del Congreso del Estado- será sustituida por votación mayoritaria interna de los propios magistrados.
Se interpreta que la 4T buscará que el Tribunal deje de ser un reducto más al servicio del panismo y cabecismo.
No se necesita mucha ciencia para saber que la responsabilidad puede recaer en dos expertos abogados, René Osiris Sánchez Rivas o Edgar Arroyo Villarreal, confrontados con la propia burócrata legislativa y con afinidades con la democratización morenista.
Ahora mismo René y Edgar tienen demandas en el TRIFE en contra de aquella, porque, el 19 de junio del presente convocó a una reunión para imponer, por dedazo también, fuera de la Ley, a titulares de la Unidad de Transparencia e Información, Órgano Interno de Control y la Coordinación de Jurisprudencia y Estadística.
Se fajaron ellos cuando el entonces Gobernador y sus operadores azules, los despidieron –a René y Edgar-, al empezar a desobedecer la “línea” que venía desde la General de Gobierno en los asuntos jurisdiccionales. Querían quitarse el yugo opresor en sus decisiones.
El Tribunal Federal les dio su protección, incluso, para que les pagaran sueldos caídos. Terminarán los siete años para los que fueron nombrados.
Cuando hay presiones e incluso amenazas, a las personas les aparecen, se inventan, virtudes nunca antes vistas.
Esto recuerda que, en la sesión en que Eladia fue nombrada presidenta, el magistrado Edy Izaguirre Treviño le encontró tantas cualidades a su compañera, que quien sabe si hoy esté arrepentido de mencionarlas.
En aquella reunión del pleno fue el que la propuso, según el acta respectiva. Resaltó a su compañera por su “trayectoria profesional”, “sentido de humildad” y la calificó como “profesionista brillante”, entre otros halagos.
Luego de esos comentarios mencionó parte de la realidad: “Fuimos compañeros de aula”. Solo le faltó decir de las presiones desde la segunda esquina del poder.
Hoy, Hernández Rojas y Gloria Graciela Reyna siguen con el fierro cabecista. Llegaron “de milagro”, por “buena suerte” y un descuido de Dios y no por méritos en derecho electoral. Son fieles hasta la ignominia.
Danés Rojas es priista, nunca ha negado su filiación, pero también sabe que los funerales del cabecismo están en marcha. La procesión comenzó desde junio.
Después de ella, el TRIELTAM se queda en el descrédito, con una imagen por los suelos y que, en el futuro, cualquier abogado cobra cuentas, o que se hacía la “pinta” en la facultad, puede presidir el organismo.
Antes de irse, convocó a dos sesiones. La primera el 14 del presente, en que resolverán los últimos asuntos, retardados por meses por tratarse de demandas morenistas, sus enemigos.
Veamos la “eficiencia” de Doña Blanca.
El 25 de abril Morena presentó un recurso de apelación (número 48) en contra del PRD por transgredir normas electorales (resolución del IETAM PSO-02). Casi siete meses después lo llevará a pleno.
Otro. El 15 de febrero Morena interpone apelación por resolución del IETAM en contra de Francisco García Cabeza de Vaca, César Augusto Verástegui, Ricardo Gaviño y el PAN. Las campañas no habían comenzado.
Resolvieron hasta el seis de agosto, después de los comicios, generando un nuevo dictamen en contra del Gobernador García por violar el principio de neutralidad en el proceso electoral. El expediente 106 se refiere a la impugnación del ex a través de su abogada Cessia González García.
Cuatro meses después ¿ya para qué? Así de “rápida” actuó la justicia electoral de Doña Blanca, por decir dos ejemplos, algo de lo que seguro no mencionará el 15 del presente cuando hable de sus logros.
También llevarán al pleno denuncia de la panista Imelda Sanmiguel Sánchez, todavía diputada, doliéndose del Instituto Electoral, que fue presentada el ocho de marzo, y juicios electorales en contra de la propia presidenta y su colega Graciela Reyna.
El Tribunal realmente necesita una sacudida, un golpe de timón para sacar al buey de la barranca, o echar a andar al pesado paquidermo que tiene cuatro años tirado. Urge que se haga en estas vacaciones en preparación al proceso que arrancará en septiembre del 2023.
Ya entrados con el tema electoral, el órgano respectivo acaba de publicar las reglas para el registro de partidos políticos locales, rumbo a las elecciones del 2027.
Tamaulipas no tiene partidos locales desde los años veinte del siglo pasado, cuando el Socialista Fronterizo de Portes Gil, ni se ve intención de líderes sociales por integrar uno, aunque es más fácil de lo que se cree. Solo se necesitan 7,124 ciudadanos afiliados, o sea el 0.26 por ciento del padrón estatal.
Ya abundaremos sobre el asunto.
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