SIEMPRE DE POLÍTICA
Por Rosy Pereda Rangel
La Guerra por el Agua
Desde hace algunos años el problema de abasto de agua en diferentes países y en particular en las regiones de México es cada vez más severo.
De hecho, el siglo pasado se dijo que, si bien en ese momento la guerra era por el petróleo, en el siglo XXI la guerra sería por el agua, y como no si es un recurso que se esté agotando y cada vez más costoso hacerlo llegar a los seres humanos.
Todo esto viene a colación por el acuerdo histórico que tuvieron Tamaulipas y Nuevo León la semana pasada para el trasvase de 200 millones de metros cúbicos del agua de la Presa El Cuchillo a la Presa Marte R Gómez avalada por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
En esa reunión el gobernador de Tamaulipas Américo Villarreal Anaya fue categórico al asegurar que ese tema del trasvase no debe ser un asunto de negociaciones pues ya existe un acuerdo que data de 1996 y por lo tanto se debe respetar en beneficio tanto de los tamaulipecos como de los neoloneses.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García de última hora anunció que no asistiría a este evento en Ciudad Victoria enviando a un representante, Juan Ignacio Barragán Villarreal, quien es director general de Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey.
Aunque antes de que concluyeran las reuniones del gobernador tamaulipeco y el secretario de Gobernación Samuel García ya había enviado un boletín en el que presumía que se había logrado dar una cantidad menor de agua de la presa el Cuchillo que lo que marca el acuerdo original como si fuera un triunfo en el campo de batalla.
Lo dicho es la guerra por el agua que en los últimos años hemos sufrido los tamaulipecos, pero sobre todo padecido los agricultores de los distritos de riego del norte de Tamaulipas.
La negación de Nuevo León de entregar el agua que les corresponde a sus vecinos es solo una forma de demostrar que tienen una ventaja que pueden usar cuando quieran.
Sin embargo, dice un dicho que cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar, que aplica para ambos estados pues por un lado Tamaulipas debe de aprender que se tiene que preparar con la infraestructura necesaria para almacenar el agua suficiente.
Y los neoloneses que si bien ya vivieron el problema de un desabasto histórico lo que sigue puede ser un problema mayor que les cueste no solo recursos.
Es importante que entiendan las autoridades de Nuevo León que cuando se comparten cuencas, los acuerdos regionales son imprescindibles y deben ser de beneficio mutuo.
Hasta aquí por hoy
Correo electrónico: rosyrangel70@hotmail.com
Facebook: Rosy Pereda
Comment here