Culpa in vigilandoMtra. Nohemí Arguello SosaOpinión

Griselda Hernández Dueñas: una vida moviendo corazones

CULPA IN VIGILANDO

Por Nohemi Argüello Sosa

Griselda Hernández Dueñas: una vida moviendo corazones 

El Dr. Américo Villarreal Anaya, gobernador de Tamaulipas, y su esposa Dra. María Santiago, presidenta estatal del Sistema DIF, realizaron un merecido reconocimiento al imponer la medalla “Oralia Guerra de Villarreal a la maestra Griselda Hernández Dueñas, por imprimir su sello de amor y acompañamiento a su destacada labor educativa, a lo largo de toda su vida.

El pasado 3 de abril, en un magno evento en el Teatro Amalia González de Castillo Ledón, se reconoció la labor educativa de la maestra Griselda, la cual se define por su huella de amor, comprensión, entrega y ejemplo para quienes fueron sus estudiantes en las aulas; y para quienes, fuera de ellas, aprendimos con su ejemplo a ser mejores docentes.

La maestra Gris, como le llamamos con cariño, nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 23 de agosto de 1938. Hija del licenciado Maximiliano Hernández de la Garza y Margarita Dueñas de Hernández.

En cuanto a su vida familiar, la maestra se casó con el Sr. Gonzalo Sánchez Martínez con quien procreó tres hijos: Gonzalo, Gerardo y Gabriel Sánchez Hernández. Ahora, en su labor de amorosa abuela, disfruta de sus cinco nietos.

Desde que termina su educación normal en 1956 ingresa, como maestra fundadora, al Colegio “José de Escandón” La Salle de esta capital, donde forma muchas generaciones de hombres y mujeres que han sobresalido en la sociedad, económica y política de nuestra entidad como empresarios, gobernadores, presidentes municipales, secretarios, consejeros, diputados, senadores y profesionistas. Algunos de ellos son Eugenio Hernández Flores, Egidio Torre Cantú, Alejandro Etienne Llano, Óscar Almaraz Smer, José Manuel Assad Assad, Nazario Assad Assad y Enrique Cárdenas del Avellano, Juan Carlos López Aceves, Fernando Mier y Terán, Eugenio Benavides Benavides, Carlos Avilés Arreola y Vicente Plascencia Valadez.

Como docente y autoridad educativa se entregó con profesionalismo y rectitud, siempre procuró fomentar los valores fundamentales y cívicos para contribuir en la formación de personas íntegras y útiles a la comunidad. Su labor ha sido incansable.

Por su entrega desinteresada a la labor magisterial, su vocación de servicio humanitario, su esmerada rectitud, ejemplo y disciplina se ha hecho merecedora a entrar en la Galería de Honor del Magisterio Tamaulipeco.

Su labor humanitaria le ha hecho merecedora de diversos reconocimientos de autoridades de gobierno y educativas.

Para San Juan Bautista de la Salle, un educador es alguien que “mueve corazones”, es decir, que educa desde lo más profundo, desde lo esencial, aunque a veces parezca invisible. La maestra Gris ha dejado su huella en nuestros corazones.

Maestra Griselda Hernández Dueñas, una vida moviendo corazones.

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