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Fin del imperio Verástegui

OPINIÓN PUBLICA
Por Felipe Martínez Chávez 
Fin del imperio Verástegui 

CD. VICTORIA, Tamaulipas | De que son pendencieros y gandallas lo sabía la comarca entera. Lo novedoso fue el valor de desafiar el cacicazgo que estaba en su apogeo por métodos violentos.

Habían golpeado al doctor Andrés Picasso Sánchez, entonces delegado de Sedesol en Xicoténcatl y único que los ha derrotado en las urnas, y otros que se negaban a someterse a sus designios. 

El Vicentillo cobraba como diputado local. Como es su costumbre, no había presentado iniciativas ni se había parado en tribuna a tomar la palabra (“señoritos” le llaman los reporteros a ese tipo de legisladores). 

De pronto el Palacio Legislativo se vio invadido por medio centenar de personas que a grito abierto exigían ¡Cárcel para Los Verástegui! Los querían ver tras las rejas por “clavarse” el dinero federal enviado para construir 613 casas de la colonia presidentes. 

Al frente del grupo, Rubén Marroquín Vázquez y Salvador Morales pidieron apoyo para meter a la cárcel a los hermanitos que habían declarado a Xicoténcatl propiedad particular desde el 2005, cuando César ganó por primera vez la alcaldía. 

Tenían antecedentes de pleitistas. Ese año, Daniel, un joven dirigente de la cañera denunció ante la entonces Procuraduría de Justicia que, encontrándose sentado en una banca de la plaza principal, en las fiestas patrias, el alcalde bajó de su despacho para amenazarlo mientras le colocaba la pistola en la cabeza. 

Estaba en juego la dirigencia de los cañeros, organización de la que se apoderaron desde entonces. 

Años atrás un familiar –de ellos- tenía fama de valentón y buscapleitos. En una gresca de cantina le habían “volado” el brazo derecho de un escopetazo, con lo cual muchos pensaron que quedaría imposibilitado para el manejo de las armas. 

No contaban con su astucia: Desenfundaba con la izquierda y cortaba cartucho con los dientes. 

Después, en un mitin político que se realizaba en la entrada a El Limón, golpearon al periodista Mauro Moreno Campos, de El Mante. 

En julio de 1999 otro de los hermanos fue herido de bala en una discoteca en la urbe cañera. 

La historia de las amenazas al gerente del ingenio, Mauricio Rufatti, por parte de Vicentillo, es bastante conocida por difundirse en video a través de redes. Quería que le compraran caña de desecho, sin los estándares de sacarosa. 

Fue el motivo por el que cerró sus puertas la factoría, causando el desplome económico de la región en perjuicio de miles. 

Es parte de las causas por las que se perfila, ahora sí, el fin del reinado de los Verástegui en la zona cañera. Los ciudadanos están de plácemes. Esperan recuperar la democracia que perdieron hace ocho trienios. 

Ni se diga del saqueo de los recursos del municipio para caprichos personales, organizar eventos, ferias y artistas con costos millonarios (Karely Ruiz en el Día del Padre en 2022). 

Primero ellos, los hermanitos, dos trienios seguidos cada uno; luego la cuñada Noemy, pasando por incondicionales como Mariela López Sosa, y sendas diputaciones federales y locales para ellos. 

Hoy vuelven a mencionarse las hermanas Alba Alicia y Lorena y hasta el cachorro César Augusto Verástegui Aranda, de quien se dice fue a prepararse con una maestría a los Estados Unidos. El otro Jr. acaba de terminar carrera en el Tecnológico de Monterrey. 

Sin embargo, la voz ciudadana predice que el fin del cacicazgo está cerca. En 2024 no ganará nadie de la familia ni de los socios cercanos. Hay hartazgo. La gente quiere extirpar de raíz la corrupción panista. 

Batallarán para conseguir candidatos. Perfilan al socio empresarial Manuel Castillo, “más de lo mismo”. Si abandera al grupo tendrá el honor de entregar el territorio. 

Igual en Morena festejan que Liliana Álvarez Lara, la diputada por el distrito 16, sea la candidata a la reelección. Ganó fácil porque no registró competencia de la alianza Juntos Hacemos Historia. Le echaron abajo la candidatura a Cielo Alejandra (Lázaro Segura) representante trans del PT. 

Sin candidato, la alianza guinda cosechó más de 14 mil votos. 

Los Trukos se empiezan a mover en territorio. Al excandidato al Gobierno del Estado le gusta encabezar cabalgatas. Es el que decidirá las candidaturas en los municipios de su imperio, a menos que el refugiado en el lado americano las tenga repartidas. 

Andan en precampaña. A sus amigos les regresaron cargamento de cebolla de exportación –cultivada en la zona- a los Estados Unidos por ir infectada de plagas. 

Le quisieron sacar el mejor provecho político: Es fecha que el PAN, Los Trukos y sus operadores regalan miles de kilogramos de la verdura en los municipios. Es morada, o “azul” como ellos le dicen. 

En otras ocasiones repartieron menudo y pollo congelado presuntamente decomisado en las aduanas. Son los últimos recursos que les quedan. 

Morena se prepara rumbo a la batalla final. Encaminan a Marcos Zuviri Rivera, un abogado que hoy ocupa la secretaría general de Morena estatal. Han construido una estructura fuerte que con seguridad los llevará al triunfo. 

Los funerales del PAN en Xicoténcatl han comenzado. Como dice el filósofo de Güémez, “todo lo que sube tiene que caer”. 

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