CULPA IN VIGILANDO
Por Nohemi Argüello Sosa
Protocolo contra la violencia de género en la UAT
En marzo de 2020, en razón de los “tendederos” de denuncias de hostigamiento sexual, colocados por estudiantes universitarias en algunos campus, el entonces rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), José Suárez, declaró que no teníaconocimiento de alguna denuncia formal por violencia de género en la Universidad, que se contaba, desde hace tiempo, con un código de ética y un reglamento que establecía el respeto ante todos los universitarios, alumnos, profesores.
Una declaración que no se traduce en la ausencia de violencia sexual, sino en una omisión de la universidad por no contar con espacios seguros para presentar lasdenuncias; la falta de mecanismos para prevenir, atender y sancionar la violencia de género en los espacios universitarios; la escasa sensibilización y capacitación del personal; así como los limitados recursos económicos y humanos para la atención de las víctimas de la violencia de género, entre ellas, las hostigadas sexualmente por docentes o acosadas por sus pares.
En las últimas décadas, la presencia de las mujeres en las universidades se ha ido incrementando, tanto en el sector estudiantil como en el académico; y, contrario a lo esperado, el espacio universitario se ha vuelto más hostil para ellas.
La violencia de género continúa siendo naturalizada y justificada en normas, procedimientos y estructuras institucionales, incluyendo las universidades, es elinherente entramado de relaciones de poder presenteen estos espacios educativos, alimentado por ideologías, prácticas, conductas y creenciaspatriarcales, el que mantiene el status quo.
La violencia de género constituye una grave violación a los derechos humanos, pone en riesgo la vida de las víctimas y tiene implicaciones de salud y protección y puede darse tanto en el espacio público como en la esfera privada; puede ser de tipo sexual, físico, psicológico y económico y patrimonial. Las amenazas, la coerción y la manipulación son también formas de violencia de género.
En 2019, ante la ineficacia de los canales formales en las universidades, movimientos como #MeTooAcadémicos impulsaron el diseño de vías alternativas para la denuncia de los casos de violencia sexual, una de ellas fueron los protocolos contra la violencia de género.
En mayo de 2023, la UAT se sumó a estas acciones cuando la Asamblea Universitaria aprobó el Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género de esta casa de estudios. Un instrumento que busca prevenir y atender casos de los diferentes tipos de violencias de género en las facultades, sensibilizar a la comunidad universitaria respecto a las acciones que atenten contra la dignidad de las personas y para la construcción de una cultura de paz
Celebramos este Protocolo contra la violencia de género en la UAT, su amplia difusión es clave.
¿Usted, qué opina?
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