Austin, Texas (AP) | Docenas de los distritos escolares de Texas, con 5 millones de estudiantes, están reabriendo las aulas sin cumplir con los nuevos requisitos de que haya agentes armados en cada plantel.
La disposición estatal de desplegar policías armados en todas las escuelas de Texas está topándose con la realidad de que para cumplirla son escasos los recursos e insuficiente el número de agentes.
Docenas de los mayores distritos escolares de Texas, que imparten enseñanza a muchos de los 5 millones de estudiantes del estado, están reabriendo las aulas sin cumplir con los nuevos requisitos de que haya agentes armados en cada plantel, disposición que entró en vigor el viernes 1.
Lo anterior ha sido interpretado como una demostración de que el objetivo que muchos estados están acogiendo en respuesta al ciclo de masacres a tiros en Estados Unidos es inviable en muchas comunidades.
Una disposición legal, sin recursos
La disposición es pilar de una ley de seguridad promulgada por el gobernador republicano Greg Abbott, quien rechazó este año los llamados a favor del control de armas, a pesar de las airadas peticiones de padres cuyos hijos perdieron la vida en la masacre escolar en Uvalde.
Texas tiene casi nueve mil escuelas públicas, el segundo mayor número después de California, lo que convirtió la disposición en la de mayor envergadura de su tipo en Estados Unidos.
“Todos apoyamos la idea”, dijo Stephanie Elizalde, superintendente del Distrito Escolar Independiente de Dallas, con más de 140 mil alumnos. “El mayor reto para todos los superintendentes es que se trata nuevamente de una disposición para la que no hay recursos”.
Las dificultades exponen las limitaciones de los exhortos a que se desplieguen guardias armados en todas las escuelas, más de una década después de que la Asociación Nacional del Rifle defendió esa idea frente a las crecientes exigencias a favor de que se establezcan leyes más estrictas para el control de armas, tras la masacre en la escuela primaria Sandy Hook ocurrida en 2012.
La nueva ley de Texas permite excepciones, pero tampoco obliga a los distritos a informar del cumplimiento, lo que no deja claro cuántas escuelas están siguiendo la disposición, aunque, según todos los indicios, no serían muchas.
Fondos insuficientes para contratar agentes
The Associated Press contactó con los 60 distritos escolares más grandes del estado para saber si comenzaban el curso cumpliendo con la normativa. Los distritos, que abarcan amplias zonas de Texas, desde los suburbios de rápido crecimiento hasta la frontera con México, cuentan con una población escolar combinada de más de 2.7 millones de alumnos.
No todos los distritos respondieron y algunos se negaron a discutir los niveles de contratación, alegando motivos de seguridad. Pero las declaraciones a la AP, además de la revisión de las acciones de las juntas escolares y de las declaraciones a la prensa local, muestran que al menos la mitad no han podido cumplir con los estándares más altos de la legislación.
Uno de los principales problemas es la falta de personal en las escuelas primarias, donde tradicionalmente la presencia de agentes es menos habitual.
Esos campus son los que recibieron más pedidos de protección luego de que un pistolero mató el año pasado a 19 estudiantes de cuarto curso y a dos profesores en la escuela primaria Robb, tragedia en la que los fallos no recayeron en la falta de policías, que llegaron al lugar en unos minutos, sino en la inacción de los cientos de agentes que se presentaron en el sitio.
Las autoridades escolares locales sostienen que el financiamiento adicional concedido por el gobierno estatal a los distritos con base en la nueva normativa, de unos 15 mil dólares por campus, es insuficiente. En Dallas, Elizalde apuntó que se necesitan 75 mil dólares extra para pagar cada agente adicional en el segundo distrito escolar más grande de la región.
En su intento por cumplir con las nuevas directrices, algunos distritos se han planteado opciones que antes ni se consideraban: algunos recurren a empresas de seguridad privadas o arman al personal y a los maestros.
En respuesta a las dudas sobre los costos planteadas por los distritos, o a si Texas tiene policías suficientes para cumplir con la ley, el vocero del gobernador Abbott, Andrew Mahaleris, dijo en un comunicado que la ley permite cierta flexibilidad, incluyendo la entrega de armas a los empleados de las escuelas.
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