Dialogar es básico, indispensable y urgente
- Hay que evitar que esta crisis derive en un enfrentamiento prolongado mediante el diálogo y anteponiendo la integridad de la sociedad civil: Moisés Garduño y Erika Susana Aguilar, de la FCPyS
Laura Lucía Romero Mireles
Ante la lucha entre Israel y Palestina se debe reformular la ruta de paz e impulsar esfuerzos de carácter regional y mundial, a fin de pensar en la vida de sus pueblos y el respeto a la dignidad humana en ambas territorialidades, establecieron expertos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS).
En conferencia de prensa, Moisés Garduño García, investigador sobre dinámicas de conflicto de Medio Oriente, consideró: Se requiere prender las alertas de seguridad para que la situación no escale y “llamar a serias investigaciones sobre los responsables inmiscuidos en este tipo de actos detestables: cualquier ataque contra población civil, en cualquier escenario bélico, es condenable ante los ojos del derecho y la ética internacionales, y debe evitarse a toda costa”.
Se tiene que poner por delante la integridad de las personas frente a los intereses políticos que se enfrentan con armamento bélico, abundó. Se trata de un combate asimétrico, en el que participa el ejército más grande de Medio Oriente, el de Israel, y milicias armadas o apoyadas por Irán, es decir, el brazo armado del Movimiento Islámico de Resistencia (Hamás).
Ahora se requiere un inmediato cese al fuego, el impulso de una conferencia internacional de paz en la que se retome la situación de Palestina, no sólo desde la solución de los dos Estados, sino con otro tipo de propuestas. Dialogar es básico, necesario y urgente para terminar con este tipo de problemas en Medio Oriente, cualquier solución debe ser política y no militar, sostuvo el académico.
Asimismo, refirió que la operación militar se produce en el marco de los 50 años de la guerra de 1973 (también llamada Guerra de Yom Kipur), lo cual implica un simbolismo fuerte. “En mi opinión, Hamás ha dejado ver una operación militar bien planeada y organizada que seguramente tomó varios meses de preparación; esto con el objetivo de fortalecer su imagen al interior de la base social palestina, considerando el hartazgo de la sociedad civil ante los múltiples ataques israelíes en Nablus y Yenín en meses pasados y las provocaciones de diversos ciudadanos israelíes en el interior de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén”.
Lo anterior no justifica, pero sí explica, el uso de la fuerza directa por parte de Hamás que, por primera vez en la historia, ataca primero a Israel con esta magnitud, precisó el especialista.
Fuertes desafíos a la democracia
En tanto, Erika Susana Aguilar Silva, profesora con especialidad en Medio Oriente, cuestionó las narrativas que sostienen que las operaciones militares en curso interrumpieron un periodo de calma entre Palestina e Israel. Replicarlas contribuye a la invisibilización de crisis intermitentes que lejos de implicar el cese, al menos momentáneo, de enfrentamientos alrededor del planeta, han supuesto fuertes desafíos a la democracia, las libertades, la justicia y los derechos humanos en el Medio Oriente y el resto del mundo.
Además, comentó que si bien la actual situación podría fácilmente derivar en un enfrentamiento prolongado, “también es pertinente especular respecto a la posibilidad e incluso la necesidad de mostrar, o cuando menos aparentar, un atisbo de voluntad negociadora y pactar un cese al fuego que incluya la exigencia a las partes involucradas de cumplir con las obligaciones y sanciones que dicte el derecho internacional”.
Un acercamiento con miras a suspender los ataques supondría un respiro para ambas poblaciones civiles, un alivio momentáneo a la problemática local de múltiples e importantes implicaciones regionales e internacionales. Sin embargo, la única forma de ver el término de los ciclos de violencia es vislumbrando el fin mismo de la ocupación, concluyó.
PARTE DE GUERRA
Tras los enfrentamientos iniciados por el ataque del grupo armado Hamás el pasado fin de semana y la declaración de guerra anunciada por el gobierno de Israel, el número de personas desplazadas –según la ONU– ha crecido a 200,000 y se espera aumente en los próximos días mientras siguen los bombardeos del ejército israelí sobre zonas residenciales de la Franja de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel afirman haber encontrado hasta el momento 1,200 cuerpos después del asalto de Hamás y haber eliminado a 1,500 partidarios del grupo terrorista. El Ministerio de Salud de Palestina, por su parte, dice que la ofensiva israelí ha matado a 1,055 civiles palestinos y ha herido a más de 5,000.
A su vez, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU anunció que desde el sábado pasado han dado sustento –pan fresco, alimentos enlatados y comidas preparadas– a más de 100,000 personas que han acudido a los espacios de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos en la zona.
El PMA calcula (https://news.un.org/es/story/2023/10/1524792) que espera ayudar a más de 800,000 palestinos, por lo que serán necesarios “17.3 millones de dólares en lo inmediato y 45 millones de dólares para las operaciones de los próximos seis meses”.
Gaceta UNAM
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