Quito, Ecuador (RFI, AFP) | Heredero de un imperio del banano, Noboa se impuso con 52% de los apoyos sobre Luisa González (48%), alfil del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017).
Con fuegos artificiales y bocinas de automóviles, cientos de personas celebraron en las calles de Quito y Guayaquil la victoria, uno de los peores reveses del correísmo que pierde por segunda vez consecutiva un balotaje presidencial luego de años de popularidad.
«Mañana empezamos a trabajar por este nuevo Ecuador (…) para reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio», dijo el próximo gobernante desde su casa en Olón (suroeste), acompañado de su esposa embarazada y rodeado de un robusto esquema de seguridad.
Hasta hace unos meses casi un desconocido en la política, Noboa aseguró que buscará «devolverle la paz» al país.
De su lado, la evangélica González agradeció a Dios y reconoció su derrota en medio de arengas de sus simpatizantes en Quito.
«Ha ganado aquel candidato que eligieron (…) Nuestras felicitaciones profundas», declaró la izquierdista de 45 años.
Aunque la jornada transcurrió sin sobresaltos, los candidatos votaron con chalecos antibalas, custodios con fusiles y un clamor unánime: frenar la violencia en el país de 16,9 millones de habitantes.
En los últimos años Ecuador se ha transformado en un centro de operaciones de carteles de droga con tentáculos internacionales que imponen un régimen de terror y dejan miles de muertos.
Unos 100.000 militares y policías fueron desplegados en todo el país para garantizar la seguridad.
El Consejo Nacional Electoral registró una participación de 82% de los 13,4 millones de ecuatorianos convocados a ejercer el voto obligatorio.
Presidencia fugaz
Noboa asumirá el poder en diciembre y gobernará Ecuador por casi 17 meses, hasta terminar el periodo del presidente derechista Guillermo Lasso. El impopular mandatario saliente disolvió el Congreso y llamó a comicios anticipados para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.
Expertos consideran que el nuevo mandato será una suerte de precampaña de cara a la elección por cuatro años en 2025.
Con banderas blancas y moradas, multitudes festejaron el triunfo de Noboa en distintos puntos del país tras unos comicios marcados por la sed de cambio. El voto joven, el desgaste del gobierno saliente y el creciente «anticorreísmo» explican una campaña que subió como espuma, coinciden analistas.
Exiliado en Bélgica desde 2017, Correa fue condenado a ocho años de cárcel en Ecuador por corrupción.
Hijo de uno de los hombres más ricos del país, reservado y de pocas sonrisas, el joven político llegó de puntillas al balotaje y cumplió así el sueño frustrado de su padre. El magnate del banano Álvaro Noboa se presentó sin éxito en cinco ocasiones a la presidencia.
Magnicidio
Muy activo en redes sociales, el nuevo mandatario propone dinamizar la economía con facilidades de crédito y beneficios tributarios para pequeñas y medianas empresas.
Como González, prometió una política de mano dura contra las bandas narco. Su propuesta más sonada fue la de crear barcos prisiones para aislar a los presos de sus redes criminales.
«Ha habido momentos de ansiedad, cuando ves que los números todavía no te acompañan (…) y momentos duros, cuando matan a un contendor tuyo, y dices ‘bueno, yo estoy diciendo cosas similares a él, capaz me matan a mí también'», dijo en una entrevista con la AFP días después de su triunfo en primera vuelta.
Fernando Villavicencio, experiodista y uno de los presidenciables favoritos para la primera vuelta del 20 agosto, fue baleado cuando salía de un mitin en Quito en vísperas de los comicios. Luego, siete de los presos implicados en su crimen fueron asesinados en diferentes cárceles.
La violencia política también segó la vida de otros siete dirigentes.
Congreso en contra
Noboa tiene el desafío de combatir la violencia que deja unos 3.600 asesinatos en lo que va del año, según el Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado.
Entre 2018 y 2022 los homicidios se cuadriplicaron y treparon a 26 por cada 100.000 habitantes.
Bandas vinculadas a carteles mexicanos y colombianos se enfrentan y usan como oficina logística las cárceles, donde han ocurrido cruentas masacres. Desde 2021 más de 460 reclusos han muerto en esos choques.
«Tenemos que dar oportunidades a nuevas formas de hacer política (…) los jóvenes tienen su esperanza puesta» en Noboa, dijo la ingeniera Shyrabell Loor (41 años) tras su victoria.
La pobreza ronda el 27% en este país dolarizado, mientras la suma del desempleo y subempleo está en 26%.
En un Congreso de mayoría opositora, Noboa enfrentará dificultades para hacer realidad sus reformas.
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