CULPA IN VIGILANDO
Por Nohemí Argüello Sosa
Ley Camila va contra la violencia vicaria
Camila, a sus escasos cuatro meses de edad, fue separada de su madre Cynthia cuando decide abandonar al padre de Camila, Carlos, quien optó por llevarse a la menor, impidiendo la lactancia, así como el vínculo de apego entre madre e hija, que la misma Organización Mundial para la Salud recomienda y que, al respecto, ha señalado que es esencial para la salud mental que el bebé y el niño pequeño tengan una relación íntima, cálida y continua con su madre en la que los dos encuentren alegría y satisfacción.
Esta conducta del padre de Camila es violencia vicaria, una forma de violencia de género en la que los hijos son utilizados como instrumentos para ejercer violencia contra sus madres. La violencia más extrema y cobarde es la separación temprana de niñas y niños de sus madres con el fin de hacerla sufrir, sin que al padre le importen los efectos perjudiciales en el bienestar emocional y psicológico de sus hijos e hijas.
A pesar de las advertencias de la autoridad para Carlos sobre no cambiar de residencia por el riesgo de fuga y del llamado a permitir la convivencia madre e hija, éste las ignoró sin enfrentar ninguna consecuencia, cambiando continuamente de domicilio y escondiendo a niña de su madre. Entre las irregularidades del caso está que la jueza fue compañera de la universidad del Carlos, lo que nunca se informó, un claro conflicto de interés.
Cynthia ha dedicado su vida a recuperar a su hija Camila, logrando verla en menos de una decena ocasiones y bajo supervisión. Hoy ya tiene ocho años; la niña presenta signos de ansiedad infantil y depresión; es agresiva, rechaza a su madre e irritabilidad hacia su padre. En marzo de 2023, Carlos “N” fue vinculado a proceso por violencia doméstica y maltrato infantil, pero fue detenido solo por dieciséis horas.
El daño ya está hecho. No queremos más menores sufriendo como Camila, por lo que el pasado 16 de octubre, a iniciativa de la diputada Casandra Priscila de los Santos, el Congreso local aprobó la denominada Ley Camila, que reformó y adicionó diversas disposiciones de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Tamaulipas.
Esto representa un paso significativo en la protección de los derechos de los menores y, en particular, en el reconocimiento del vínculo materno-filial como un derecho fundamental en la primera infancia, una etapa crítica en el desarrollo de los niños, tanto a nivel físico como cognitivo, lingüístico y socioafectivo, considerando que las experiencias vividas durante estos años tienen un impacto duradero en la vida de los menores.
Las disposiciones reformadas establecen el derecho de las Niñas, niños y adolescentes a la protección del vínculo materno- filial; señalan que las autoridades estatales y municipales, establecerán las normas y los mecanismos necesarios para el restablecimiento del vínculo materno filial, siempre y cuando no sea contrario a su interés superior.
La aprobación de la Ley Camila en Tamaulipas es un paso importante hacia la garantía de un futuro más saludable y seguro para los niños en el estado y en todo México. Esta legislación se alinea con estándares internacionales y nacionales que reconocen la importancia de la primera infancia y la necesidad de proteger a los menores en situaciones de violencia vicaria y separación forzada de sus madres. En Tamaulipas, la Ley Camila va contra la violencia vicaria.
¿Usted, qué opina?
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