CULPA IN VIGILANDO
Por Nohemí Argüello Sosa
CTE y la educación inclusiva
En el ámbito educativo, es fundamental abordar el desafío de la inclusión y la eliminación de las barreras que impiden a ciertos estudiantes acceder a una educación de calidad. Cuando una escuela no brinda atención a un estudiante debido a la falta de recursos materiales o humanos, cuando se limita la atención a aquellos con discapacidades o habilidades excepcionales, cuando los reglamentos escolares no contemplan la diversidad, o cuando se excluye a estudiantes según estereotipos o rendimiento académico, se están construyendo barreras para el aprendizaje y la participación, lo que llamamos las «BAP».
La UNESCO sostiene que cada estudiante es igualmente importante, sin importar su género, orientación sexual, origen étnico, religión, nacionalidad, situación económica o discapacidad. La educación inclusiva se esfuerza por identificar y eliminar todas las barreras que impiden el acceso a la educación, abarcando desde el plan de estudios hasta la pedagogía y la enseñanza. La UNESCO se guía en esta labor por la Convención de 1960 sobre la Lucha contra las Discriminaciones en la Enseñanza, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Marco de Acción Educación 2030, que destacan la inclusión y la equidad como fundamentos de una educación de calidad.
El próximo viernes 27 de octubre, las escuelas primarias y secundarias abordarán esta temática en la segunda sesión del Consejo Técnico Escolar, con enfoque en la eliminación de las BAP. Identificar y superar estas barreras es fundamental para asegurar una educación efectiva, que se caracterice por la relación profesional e inclusiva entre maestros y estudiantes, atendiendo sus necesidades individuales y garantizando un trato justo y humano.
Es indispensable que el colectivo docente acuerde la estrategia para identificar las BAP, desarrollar un plan de acción como parte de la mejora continua en la educación y la revisión de sus avances. Cada escuela debe llevar a cabo un diagnóstico para identificar las BAP estructurales, normativas, didácticas y actitudinales. Esto permitirá diseñar un plan de acción para eliminar cada una de ellas, lo que permitirá brindar un servicio educativo de mayor calidad a toda la comunidad escolar. Los avances, desafíos, el cumplimiento de los objetivos y metas para cada BAP identificada serán registrados.
La revisión periódica de estas barreras ya sea al comienzo de cada ciclo escolar o según lo decida el colectivo docente, es esencial para adaptarse a los cambios en la población estudiantil y abordar nuevos desafíos y logros en el entorno escolar.
Esta estrategia es fundamental en la transformación de la escuela, bajo el paradigma de la Nueva Escuela Mexicana. El Plan de Estudio 2022 reconoce la importancia de la igualdad y la diversidad como principios fundamentales, por lo que, es necesario superar las barreras para el aprendizaje y la participación del alumnado para brindar una verdadera educación inclusiva.
¿Usted, qué opina?
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