El presidente enfrenta una protesta masiva liderada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y otras organizaciones
Buenos Aires, Argentina (AFP) | Este miércoles, Argentina experimenta una huelga general en respuesta a las políticas ultraliberales del nuevo presidente, Javier Milei. Convocada por la CGT, la protesta aborda cambios laborales y otras medidas controvertidas.
En una acción coordinada, las principales centrales sindicales argentinas, lideradas por la Confederación General del Trabajo (CGT), han convocado a una huelga general de 12 horas para manifestar su rechazo a las recientes modificaciones laborales implementadas por el presidente ultraderechista Javier Milei. La movilización incluirá una marcha desde la sede de la CGT hasta el Congreso, anticipando una manifestación masiva en el centro de Buenos Aires.
Jorge Piumato, sindicalista de la CGT, explicó que la protesta no se limita solo a los trabajadores: «El paro de hoy es de todos, no es solo de los trabajadores, porque se han sumado todos los sectores que están perjudicados por estas iniciativas que ha llevado el Gobierno». Un amplio espectro de organizaciones, incluidos sindicatos estatales, transportistas, periodistas, movimientos sociales y la oposición política, se une a la huelga, expresando su descontento con las políticas de Milei.
El presidente Milei, conocido por sus posturas ultraliberales, ha implementado cambios laborales significativos mediante decretos, lo que ha generado una respuesta contundente por parte de los sindicatos y la sociedad civil. La huelga busca defender los derechos laborales y expresar el desacuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno actual.
La movilización no se limita a Argentina, ya que organizaciones sindicales internacionales han expresado su solidaridad. «Hemos recibido la solidaridad de buena parte de las centrales internacionales de todo el mundo. Realmente es un apoyo internacional muy fuerte», afirmó Piumato.
A pesar de la protesta, el gobierno de Milei ha implementado medidas controvertidas, como abrir una línea telefónica para denuncias anónimas de presiones sindicales. Este enfoque ha generado críticas, y se cuestiona su legalidad, recordando prácticas oscuras de la historia argentina.
En un intento por controlar las movilizaciones, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha reiterado la existencia del «protocolo anti-piquete», destinado a gestionar las multitudes. Sin embargo, esta medida ha sido cuestionada y denunciada como ilegal por sindicalistas como Piumato.
La huelga general representa la tercera gran protesta en contra del presidente Milei desde que asumió el cargo hace un mes y medio. La respuesta masiva destaca la creciente oposición a sus políticas, marcando un desafío significativo para su administración.
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