Ciudad de México
Redacción | Carlos Urzúa, el primer secretario de Hacienda en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, falleció a los 68 años en su domicilio de la alcaldía Magdalena Contreras, según informó su familia. La noticia ha generado atención en la escena política, ya que Urzúa desempeñó un papel clave en el inicio de la actual administración.
La muerte fue reportada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, que recibió el aviso de una mujer que escuchó un fuerte golpe en la residencia de Urzúa. Al llegar, los paramédicos diagnosticaron su fallecimiento.
Urzúa, quien renunció a la Secretaría de Hacienda en julio de 2019, expresó en su carta de renuncia discrepancias con decisiones de política pública que, según él, carecían de suficiente sustento y evidencia. Esta renuncia marcó un quiebre en el gabinete de López Obrador.
Recientemente, Urzúa había anunciado su incorporación al equipo de Xóchitl Gálvez, virtual candidata presidencial del Frente Amplio por México. El exsecretario también compartió un artículo en El Universal el mismo día de su fallecimiento.
El legado de Carlos Urzúa no solo abarca su rol en la administración pública como secretario de Hacienda, sino también su labor como secretario de Finanzas en el Gobierno del Distrito Federal entre 2000 y 2003. Su enfoque en la evidencia y su renuncia por discrepancias destacaron su compromiso con la política basada en fundamentos sólidos.
La noticia de su fallecimiento deja un vacío en la escena política y económica del país, recordando la importancia de figuras como Urzúa en la toma de decisiones fundamentales para el desarrollo de México. Su legado se mantiene no solo en su trayectoria gubernamental sino también en su contribución periodística como articulista en El Universal.
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