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Poder Judicial: Del golpismo prianista al voto ciudadano  

CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Poder Judicial: Del golpismo prianista al voto ciudadano  

Ante la alharaca neoliberal que se ha desatado, como respuesta al firme propósito 4T de implementar la reforma al Poder Judicial federal, arrojamos una pregunta al ruedo del debate y del análisis: 

¿Quién está ejerciendo el presidencialismo y el exceso de poder? 

¿El presidente Ernesto Zedillo que prácticamente acabó con la Suprema Corte de la Nación de ese tiempo, jubilando de golpe y porrazo a 26 ministros? ¿O AMLO y Claudia que están impulsando la transformación del Poder Judicial por la vía del voto ciudadano? 

En el último sexenio del siglo XX mexicano, fueron días para la historia de una maquinaria presidencialista que promulgó en menos de un mes, reformas a 20 artículos constitucionales, aprobadas sin chistar por el Congreso de la Unión. 

El fondo de todo ese despliegue de fuerza y prepotencia, del cual las elites editoriales de prensa radio y televisión, jamás dijeron nada, era que Zedillo estaba desmantelando un Poder Judicial integrado por magistrados que llevaban el fierro de sus antecesores en Los Pinos: Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. 

La cobertura mediática sobre el asunto fue prácticamente nula, y las primeras planas y noticieros televisivos se volcaron en desmenuzar el tema económico del llamado “error de diciembre”. Otro distractor fue el morbo de dar a conocer la identidad del llamado “Subcomandante Marcos”. 

Salvo algunos académicos de la UNAM, que denunciaron puntualmente el hecho, la totalidad de los intelectuales y analistas de ese entonces, miraron hacia otro lado, y fingieron demencia. Sin embargo, juristas universitarios como Guillermo Ruiz Morales y Alberto Rocha Arrieta calificaron este episodio como “un golpe de Estado”. 

Disfrazada con la figura de la jubilación inmediata, los ministros de la ley fueron corridos, metafóricamente enviados al “paredón” del cese fulminante, cercenados en sus carreras dentro del PJF, echados a la calle, por obra y gracia de un decretazo presidencial. 

El presidente de aquella Suprema Corte de Justicia, emanada de los dos sexenios priistas anteriores, y pasada por las “armas” de una renuncia colectiva forzada, fue Ulises Schmill Ordoñez. Y el grupo de eminencias en la cúpula del Poder Judicial que lo acompañaron en aquella nada honrosa salida, fueron: 

Victoria Adato Green, Ignacio M Cal y Mayor Gutiérrez, Luis Fernando Doblado, Clementina Gil de Lester, Samuel Alba Leyva, Atanasio González Martínez, Noe Castañón León, Fausta Moreno Flores, José Manuel Villagordoa Lozano,  Carlos de Silva Nava, Carlos Sempé Minvielle, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Hugo Chapital Gutiérrez, Miguel Montes García, Diego Valadez Ríos, Ignacio Magaña Cárdenas, Carlos García Vázquez, Juan Díaz Romero, Felipe López Contreras, José Antonio Llanos Duarte, Luis Gutiérrez Vidal, Miguel Ángel García Dominguez, la tamaulipeca Martha Chavez Padrón, Irma Cué Sarquís,  y José de Jesús Duarte Cano. 

Con excepción de uno que venía desde Luis Echeverría, todos ellos respondían a los padrinazgos Delamadridistas y salinistas. 

Se trató de una veloz y eficiente gestión en los más altos niveles del Ejecutivo y Legislativo. Personajes como María de los Ángeles Moreno y Humberto Roque Villanueva, fueron piezas claves en el funcionamiento de una maquinaria parlamentaria que respondió como relojito. En esa época dorada, el tricolor contaba con 95 de los 128 asientos en la cámara alta. Para ese entonces, PAN ya era comparsa. 

El primero de diciembre de 1994, Zedillo se había ceñido la banda presidencial. Pero no quería llegar con un Poder Judicial perteneciente a quien para entonces ya era su odiado rival Carlos Salinas. La consumación del decretazo contra la Suprema Corte registró efectos legales el 31 de diciembre, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación. 

El primero de enero de 1995, para la historia, la Suprema Corte de Justicia amaneció cerrada y sin ministros. Poco más de dos semanas después, se empiezan a recibir las propuestas de los nuevos integrantes del Poder Judicial. 

Arribados a este punto, retomamos la interrogante: ¿En qué acto del poder presidencial se pone evidencia el autoritarismo y el carácter arbitrario? Con lo que ya narramos de Zedillo, o con un presidente Andrés Manuel López Obrador que está proponiendo que los nuevos integrantes de la Suprema Corte, ¿se den por la vía del voto democrático? 

—– ALCALDE CARLOS PEÑA BENEFICIA AL PUEBLO CONDONANDO CIEN POR CIENTO EN RECARGOS DEL PREDIAL Y ENTREGA COLCHONES EN COLONIAS— 

El ayuntamiento de Carlos Peña Ortiz en Reynosa está ofreciendo descuentos del cien por ciento en recargos del impuesto predial a la población. La medida que viene a beneficiar a miles de familias, tendrá vigor durante los meses de julio y agosto. 

Ya desde este lunes, es notoria la respuesta positiva de la gente a esta medida de apoyo a la economía familiar. 

De igual manera, como parte de la agenda con la que dio inicio este mes de julio, Carlos Peña Ortiz, hizo entrega de más de cien colchones en la colonia Pedro J Méndez de Reynosa, beneficiando a familias de economía precaria. CPO entregó de manera simbólica cuatro colchones: tamaños para bebé, individual, matrimonial y King size. 

  “Es de esta manera como seguimos impulsando la transformación social en Reynosa”, concluyó el joven presidente Municipal. 

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