ROMA, Italia | La ultraderechista Giorgia Meloni, de 45 años, ha ganado su apuesta al imponerse en las urnas. Su ascenso ha sido fulgurante. Ha pasado de un modesto 4,3% en los comicios de hace cuatro años al 22-26% de apoyo este domingo. Un resultado sin precedentes. “Los italianos han enviado un mensaje claro en favor de un gobierno de derecha dirigido por Fratelli d’Italia”, declaró.
Esta romana milita desde joven por la extrema derecha y ya en el pasado afirmaba admirar a Mussolini, “todo lo que hizo, lo hizo por su país”, decía en su juventud refiriéndose al dictador.
Meloni ha sabido ‘desdiabolizar’ su imagen y encarnar en su figura los miedos y el enfado de millones de italianos ante el aumento de los precios, el desempleo, las amenazas de recesión y la crisis en los servicios públicos.
“La crisis migratoria de 2015 y 2016, así como la falta de una propuesta, de una alternativa de otros sectores políticos, ha hecho que todo este desencanto haya sido instrumentalizado por los partidos de la derecha radical”, analiza el politólogo, Jaime Bordel, coautor del libro ‘Meloni y Salvini, hijos de la misma rabia’ (Edicions i Propostes culturals, 2021)
La política se presenta como una alternativa a lo que ella denomina la “izquierda chic” desconectada de los problemas de la gente y allí radica, en parte, su éxito.
“Meloni es una muy buena oradora y tiene una ventaja que es su historia personal para que la gente simpatice con ella porque viene de una clase trabajadora, de un entorno complicado, de una familia monoparental y tuvo que compaginar sus estudios con su militancia y trabajos desde que era adolescente”, explica Jaime Bordel.
Otro de los puntos, según el politólogo, que explican el apoyo a Meloni es que su partido no ha participado en ningún gobierno anterior. “Fratelli d’Italia decidió no entrar en el gobierno de 2018 al que sí entró la Lega junto al Movimiento 5 Estrellas y tampoco entró en el gobierno de concertación nacional de Mario Draghi, así que hasta el momento no ha tenido que asumir responsabilidades. Como no se ha manchado las manos, puede vender muy bien que ellos sí son coherentes”, señala Jaime Bordel.
Con sus dos aliados, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, Meloni promete bajadas de impuestos, el bloqueo de los migrantes que atraviesan el Mediterráneo, así como una política familiar para relanzar la natalidad en un país cada vez más viejo.
Preocupación en Europa
Italia es la tercera economía de la Unión Europea y por primera vez desde 1945 va a ser gobernada por una líder posfascita, lo que ha provocado varias reacciones entre los socios europeos.
«Es un momento de incertidumbre y en los momentos de incertidumbre, los populismos siempre crecen y siempre terminan igual en catástrofe”, dijo el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares.
También hay cierta preocupación en Francia por las medidas que pueda aplicar Meloni en cuanto al derecho al aborto y de la comunidad LGBTI. “Estaremos atentos, con la presidenta de la Comisión Europea a que estos valores sobre los derechos humanos, sobre el respeto a los demás, en particular el derecho al aborto, sean respetados por todos”, dijo por su parte la primera ministra francesa, Elisabeth Borne.
*Con RFI.
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