INTRÍNGULIS
Por Juan Carlos López Aceves
Opacidad en la ASE
La última vez que el Congreso del Estado, tuvo la cortesía política de señalar que, el dictamen de la Cuenta Pública del Poder Legislativo, contenía también la información contable de la Auditoría Superior del Estado, fue en tiempos de MIGUEL SALMÁN ÁLVAREZ al frente de la ASE y de RAMIRO RAMOS SALINAS presidiendo la JUCOPO.
Sucedió durante la sesión celebrada el 11/12/2015, que presidió la diputada BLANCA VALLES RODRÍGUEZ, y siendo ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO, el diputado presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASE.
En el Decreto LXII-749 aprobado ese día, se hizo el señalamiento de que, la Cuenta Pública del Poder Legislativo 2014, incluía la “correspondiente” a la Auditoría Superior del Estado, de acuerdo a lo señalado por el artículo 84 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de Tamaulipas.
Desde entonces y hasta la fecha, esta cortesía política brilla por su ausencia y nada se sabe sobre el ejercicio del presupuesto de la ASE.
Recursos que, durante la gestión de JORGE ESPINO ASCANIO, ascienden a $543’315,602, que representan la sumatoria de los presupuestos de la ASE, aprobados por el Congreso del Estado, durante el sexenio de FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA.
¿Quién vigila al centinela? Una interrogante que hoy cobra importancia, por la opacidad que reina en la Auditoría que comanda ASPINO ASCANIO.
Cuando en teoría debiera ser todo lo contrario: la ASE debería de predicar con el ejemplo, colocando su información financiera en una caja de cristal, para quedar sometida al escrutinio de la sociedad tamaulipeca.
Lamentablemente sucede todo lo contrario y la transparencia deseada para el ente auditor, se pierde en la opacidad que le permite el párrafo segundo, fracción VI, del artículo 84 de la Ley de Fiscalización, que señala cuáles son las atribuciones de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior, que el diputado JESÚS SUÁREZ MATA preside.
“Asimismo recibirá de la Auditoría, la información financiera, contable, presupuestal, patrimonial y programática para su envío a la Unidad de Servicios Administrativos y Financieros del Congreso, para su integración y consolidación de la información que integra el Tomo del Poder Legislativo de la Cuenta Pública del Gobierno del Estado de Tamaulipas”, dispone el citado artículo 84 de la LFRC.
Comisión de Vigilancia en donde, con el voto a favor de la bancada del PAN y en contra el de MORENA, se impuso un récord de velocidad legislativa, que ya quisiera tener el pilotoSERGIO PÉREZ MENDOZA.
Teniendo como testigos a FERNANDO GARCÍA AGUIAR y JORGE ESPINO ASCANIO, en la sesión de la Comisión de Vigilancia celebrada el 29 de junio de 2021, se aprobaron 176 Cuentas Públicas en 65 minutos, dando sustancia a eso que llaman legislar al “vapor” o “fast track”.
Resulta difícil aceptar sin manifestar incredulidad, la revisión minuciosa de la información financiera de un Ayuntamiento, Órgano Autónomo, Organismo Público Descentralizado o Poder del Estado, a una pasmosa velocidad de 2.7 Cuentas Públicas por minuto.
Más allá de lo anterior y regresando al meollo de este artículo, y retomando lo dispuesto por el artículo 84 en comento, el cotejo entre los presupuestos aprobados al Congreso del Estado y a la ASE, con la información contenida en la Cuenta Pública del Poder Legislativo, lejos de aminorar la opacidad, la incrementa notablemente por la incordancia entre las cifras.
Sirva como botón de muestra, el ejercicio fiscal de 2021, en donde el monto total que arroja la sumatoria de los presupuestos ejercidos por la Auditoría de JORGE ESPINO ASCANIO y el Congreso que comanda FÉLIX FERNANDO GARCÍA AGUIAR ($99’449,734+$194’121,977), es igual a $293’571,711.
En tanto que el gasto contenido en la Cuenta Pública del Poder Legislativo, asciende a $205’087,247, arrojando una notable discrepancia financiera con la suma de los presupuestos ($293’571,711) de $88’484,464.
¿Por qué razón, siendo una entidad que recibe recursos públicos y los ejerce con autonomía constitucional, la ASE no rinde por separado la información financiera en su propia Cuenta Pública?
Si la respuesta es derogar el segundo párrafo de la fracción VI del artículo 84 de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas, entonces la solución es más fácil y sólo requiere voluntad política de los Grupos Parlamentarios, para derogar las 51 palabras del párrafo en comento.
Desde el cristal de mis lentes, la ASE debe predicar con el ejemplo, haciendo a un lado la opacidad con la que rinde cuentas, sometiendo la información de los recursos que maneja al escrutinio de la sociedad tamaulipeca, tal y como lo señalan los artículos 134 de la Carta Magna, así como el 45 y 161 de la Constitución Política de Tamaulipas.
Transparencia por opacidad es la exigencia al Auditor.
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