CIUDAD DE MÉXICO | La decisión del gobierno de México de imponer aranceles de 50% a la importación de maíz blanco harinero viola tratados comerciales e internacionales, sumándose a prohibiciones a la importación del maíz genéticamente modificado, coincidieron analistas.
El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) dijo que «la imposición de aranceles generales al maíz contraviene los acuerdos del T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), específicamente el artículo 211, que se refiere a que los países se abstendrán de imponer prohibiciones y restricciones a la importación».
Agregaron que los socios comerciales, Estados Unidos y Canadá «tendrán más motivos para establecer paneles al amparo del T-MEC, al imponer los temas ideológicos sobre científicos».
El decreto a través del cual se modifican diversos ordenamientos jurídicos relativos a los aranceles aplicables al maíz blanco, dado a conocer el 23 de junio, también «viola el acuerdo ante la OMC (Organización Mundial del Comercio) y otros países, como Sudáfrica, podrían sumarse a las inconformidades».
Al respecto, el consultor en comercio exterior y exnegociador del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Jorge Molina, expuso que el decreto no indica que se excluye a países con los que México tenga un tratado comercial.
Además, viola el artículo 19 del Acuerdo General Sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que es parte de la OMC, y no toma en cuenta el principio de nación más favorecida ni los requisitos que pide dicho organismo para imponer aranceles.
Comentó que esta situación puede provocar un aumento de precios en las tortillas y productos que incluyen el maíz.
Para GCMA, «esta es otra medida de distracción por parte del gobierno federal para evitar atender la crisis que viven los productores de maíz del noroeste y noreste del país», porque con esta medida el gobierno pretende aumentar el precio pagado al productor, pero no se logrará porque hay excedentes regionales.
El maíz blanco tendrá que comprarse a precios de mercado por los productores de masa y tortilla, pero aumentarán los costos de llevarlo al sureste y la Península de Yucatán, por costos logísticos «muy elevados».
En tanto, el sector pecuario buscará comprar maíz blanco, siempre y cuando sea competitivo con respecto a los precios del amarillo.
En cuanto a exportaciones, al incrementarse los precios por el arancel de 50%, Guatemala y Venezuela dejarán de comprar a México y probablemente cambiarán a proveedores estadounidenses y sudafricanos.
Contrario a lo que dijo el gobierno federal en el decreto, respecto a que el maíz blanco se utiliza para tortillas, GCMA afirmó que el uso del maíz blanco importado es para el sector harinero y no para las tortillas, que se hacen con nixtamal.
*Con El Universal.
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