CUADRANTE POLÍTICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
Ramirez Castañeda encarna la podredumbre sexenal de CV
¿A quién representa Raúl Ramírez Castañeda, en su tenebroso y arreglado regreso a la Fiscalía Anticorrupción de Tamaulipas? Al pueblo de Tamaulipas y a su gobierno morenista obviamente que no.
Representa el pasado del peor sexenio en la historia de nuestro estado. Encarna el autoritarismo, la corrupción y la intolerancia de una administración cabecista que, al concluir su periodo de poder en el 2022, dejó vacías las arcas del dinero público. Y que, hasta la fecha, se niegan a rendirle cuentas al pueblo de Tamaulipas.
Por lo tanto, la reinstalación de Ramírez Castañeda no es un acto de justicia, sino más bien un ejemplo de despropósito y retroceso; la restitución de las complicidades y de la impunidad, en torno a su patrón CV y sus corruptelas.
Un personaje como el aludido líneas arriba, no merece participar, mucho menos figurar como titular de una institución cuyo nombre entraña la misión de investigar y castigar las múltiples irregularidades del gabinete que presidió el hoy gobernador prófugo CV.
De ahí que su retorno representa un oscuro pendón para los anhelos de cambio plasmados por más de 730 mil electores durante los comicios por la gubernatura.
La reinstalación de Ramírez Castañeda en su bunker, amueblado y decorado a todo lujo con cargo al erario tamaulipeco, equivale a una descarada burla contra la soberanía del voto ciudadano, que el cinco de junio del 2022, definió por marcada mayoría, el triunfo del doctor Américo Villarreal Anaya.
Es absurdo y triste que el criterio de un juez, (como es el caso del funcionario judicial que ordenó la reinstalación de Ramírez Castañeda), condene a 43 municipios tamaulipecos y sus más de tres y medio millones de habitantes a sufrir la humillación por parte de un fiscal que ha regresado a su puesto, para proteger la corrupción de su jefe político CV.
No es justo que un gobierno humanista que cada día está dando muestras de avanzar en temas torales como la política de apoyo social, el desarrollo industrial del tema energético y un notable progreso en materia de salud, educación e infraestructura, tenga por fuerza que soportar a un fiscal protector de los excesos y raterías cometidas por los funcionarios cabecistas.
Porque, es aquí donde surge la pregunta: ¿a que regresa Raúl Ramírez Castañeda?
La respuesta es: sus jefes texanos lo acaban de reinstalar con la encomienda de que siga siendo un muro infranqueable al castigo penal contra el saqueo financiero y patrimonial que dejaron como oscura herencia en todas las áreas del pasado sexenio: con especial énfasis en salud, obra pública, educación, DIF, seguridad pública y finanzas entre otras.
Queda ahora la posibilidad de que, en las próximas elecciones del 2024, donde estarán en juego (aparte de los cargos de elección federal), diputaciones locales y alcaldías, el voto popular pueda cambiar las reglas del juego, hoy en vigor.
En el 2024, Tamaulipas podría contar con un poder legislativo morenista de mayoría absoluta, y con ello los lastres que hoy en día oscurecen el futuro de nuestro estado, podrían ser despedidos y enjuiciados por la ley.
Mientras tanto la lucha legal en contra de aberraciones legales como el fiscal cómplice de la corrupción cabecista, seguramente seguirá por otros conductos.
El sexenio del doctor Américo Villarreal Anaya aun es joven y habrá tiempo para intentar nuevos caminos contra una fiscalía ¿Anticorrupción? convertida en isla de la impunidad.
Por ahora, la guerra entre el poder Judicial federal y el gobierno del presidente AMLO, favorece la alianza entre la Suprema Corte y el panismo.
Pero tal vez, llegará un momento en que las cosas cambiarán, y entonces todas esas lacras que ahora se mantienen por decisión de un juez en su puesto, tendrán que abandonar sus cargos.
Y posiblemente enfrenten el peso de la justicia.
——–CIUDADANOS VICTORENSES PERCIBEN MAYOR SEGURIDAD: INEGI ——–
De acuerdo a un reciente estudio dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI, nuestra capital de Tamaulipas ha mejorado en lo que se refiere a una percepción de mayor seguridad por parte de sus habitantes. En junio de este año, la evaluación realizada por las brigadas de esta dependencia federal, arrojaron un 54.9 por ciento, mientras que ahora, casi cuatro meses después, los resultados son de solo un 43.3 por ciento. En este sentido, habrá que darle su crédito a un ayuntamiento como el que preside Lalo Gattas Báez, mismo que todos los días sigue tratando de remontar los números rojos que le heredaron los grupos panistas de la dinastía texana.
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