CUADRANTE POLITICO
Por Fernando Acuña Piñeiro
El JR y el cabecismo quieren imponer relevo en Bienestar
Disfrazado con piel de cordero, pero embistiendo y presionando con el aval del clan García Cabeza de Vaca. Ese y no otro es el momento actual que protagoniza el senador José Ramón Gómez Leal en Tamaulipas. Sus movimientos en el tablero sexenal de la 4T, tienen el inconfundible tufo de los traidores que buscan el madruguete. Y tratan de forzar los tiempos.
En el fondo, los aviesos planes del JR, por construir prematura y aceleradamente una plataforma de poder rumbo al 2028, a contracorriente del mandato institucional ejercido por el gobernador AVA, lo único que está logrando es el aborto de sus pretensiones futuristas.
El contexto en el que se desarrollan estos acontecimientos, es el siguiente:
Derrotado y en la bancarrota política, el cabecismo texano le está apostando ya desde ahora a la candidatura de José Ramón Gómez Leal para que sea gobernador en el aun lejano horizonte temporal. Traen prisa en regresar a palacio, aunque para ello estén cayendo en desfiguros y absurdas maniobras. La más descabellada de ellas: tratar de imponer a un personaje impopular como Jorge Villafranca Martínez en la delegación de Bienestar federal.
Se sabe que Villafranca es el operador favorito del JR, sin embargo dicho personaje se encuentra desprestigiado, y está muy lejos de contar con la confianza de los ciudadanos, y del gobernador Villarreal Anaya.
Fuentes cercanas a palacio de gobierno aseveran que, colocar a JVM como titular de SEBIEN en el estado, no solo sería un retroceso para el humanismo social de la actual administración estatal, sino un contrasentido e incongruencia en todos los órdenes.
¿Qué si el JR no está enterado sobre el incuestionable poder del gobernador Américo Villarreal Anaya para definir quien entra y quien sale en la función pública inherente a Tamaulipas? Pues claro que lo sabe. Pero, pese a ello está tratando de medir fuerzas con el Ejecutivo estatal, divulgando la versión de que será él, (JR) quien apadrine a un fantasmagórico relevo en las oficinas de SEBIEN.
Por cierto este escenario ni siquiera es una posibilidad por ahora, en la agenda de la 4T tamaulipeca. Quienes conocen de cerca la circunstancia del actual Delegado Luis Lauro Reyes Rodríguez comentan que este personaje del servicio público federal, políticamente hablando, goza de cabal salud. Hasta lo que trasciende, sabemos que Luis Lauro está cumpliendo con su encomienda.
Pero sobre todo que cualquier movimiento en ese sentido, es facultad del gobernador AVA, y de ningún otro en el estado.
Desdeñando esta realidad, el cabecista JR está tratando de sembrar a un equipo estratégico que le ayudaría a pavimentar su hipotética ruta hacia una nebulosa candidatura sexenal. Y su primer objetivo es el de apoderarse de una dependencia estratégica.
En materia de análisis, su apuesta no solo está totalmente fuera de lugar, sino que raya en la locura y en la enfebrecida búsqueda de poder. Pareciera que el cuñado del sexenio azul más desastroso y anti social concluido en 2022, no se ha dado cuenta que el pueblo tamaulipeco lo tiene muy bien ubicado.
Los cientos de miles de electores saben perfectamente que, abrirle la puerta al regreso de la represión , la intolerancia y la corrupción, equivaldría a un serio y lamentable retroceso, en todos los órdenes. Y justamente eso es lo que representa el JR, ni más ni menos que el intento del cabecismo por volver a Palacio de gobierno.
Que no nos trate de engañar José Ramón con el sobado cuento de que él no tiene nada que ver con el exgobernador refugiado en Texas. Todos en Tamaulipas sabemos muy bien que hoy por hoy, JR representa el proyecto más firme de los azules para instalar a uno de su clan en el poder estatal.
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