OPINIÓN PÚBLICA
Por Felipe Martínez Chávez
Los funerales del ITAIT
CD. Victoria, Tamaulipas | Para darnos una idea de que el ITAIT no sirvió para nada, hay que decir que en los primeros seis meses del 2022 el ayuntamiento de San Carlos cumplió con el 10.33 por ciento de sus obligaciones de transparencia, y no pasó nada.
La Comapa Hidalgo llegó al 21.64, Comapa Villagrán 42.25 y ayuntamiento de Miguel 55.87 por ciento y nadie los obligó a ser transparentes. Las multas aplicadas no llegaron ni a “coscorrón”.
En ese entender, la transparencia es a discreción, el sujeto obligado que quiere cumple. El organismo, como autónomo, también hace lo que quiere.
Según el informe 2023 del propio “elefante blanco”, los únicos que difundieron al cien las obligaciones de transparencia fueron: Congreso de Tamaulipas y Junta de Aguas de Matamoros.
Ni siquiera el propio Itait respondió al cien a sus obligaciones. Ellos mismos se anotan con el 95.5 por ciento, lo cual es una soberana mentada. Casa de herrero, azadón de palo.
Dos de 122 organismos públicos, entre ayuntamientos y gobierno estatal, recibieron palomita y aplausos. Los demás en la oscuridad.
Eso fue en 2022. Ahora mismo, si usted busca información de alguno de los ayuntamientos y organismos autónomos, no encontrará datos por lo menos de cuánto ganan los funcionarios o líderes de los partidos políticos. Ocultan lo elemental, lo que interesa al público, ahí donde hay billetes.
En 2020 solo el ayuntamiento de Reynosa llegó al cien, y ¡milagro! el mismo ITAIT. En 2019 nadie mereció aplausos.
Denunciar la falta de información tampoco lleva a nada. Los expedientes se pierden en el burocratismo.
Pues bien, se acercan los funerales del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información. Nadie le llorará ni extrañará porque no cumplió con los fines para los que fue creado. No se dejó querer. Se convirtió en un ente burocrático en que solo ganan, y muy bien, los tres comisionados.
Al aprobarse por el Senado la desaparición del INAI, Tamaulipas tiene seis meses para decirle adiós a su “elefante blanco” que se come 21 millones de pesos anuales (presupuesto 2024).
Nuestro Congreso local es de los primeros en homologar las reformas aprobadas en lo federal. No hay duda que será lo mismo con el Instituto de Transparencia.
Tuvo una vida efímera. Nació el 5 de julio del 2007 también para cumplir reformas federales. En los próximos meses será sepultado y no podrá resucitar de entre los muertos, por lo menos mientras Morena sea gobierno.
Según el presupuesto del 2024, en el armatoste cobran 27 personas, ninguna sindicalizada, por lo que no habrá mucho problema para trasladar sus funciones a otras instancias.
El edificio que ocupan en Ocho y Abasolo (que por largos años fue hotel), donado por Los Medina, regresará al Gobierno del Estado para asignarlo a alguna dependencia.
Los que más ganan son los tres comisionados, 130 mil pesillos por “mesquite” –“menos que la Presidenta de la República”-, pero hay administrativos y de servicios con percepciones de 12 mil (lindando en el mínimo).
Con la reforma caerán dos pájaros de una sola pedrada. El ejercicio de la comisionada Ivette Robinson Terán está por vencer. Fue nombrada por cinco años el 22 de enero del 2020, que se cumplen el próximo 2025. Ya no habrá necesidad de convocar -por el Congreso- y nombrar sucesora.
Dulce Adriana Rocha Sobrevilla ya saboreó las mieles del presupuesto por cinco añitos. Le faltan dos que no concluirá. La nombraron por siete.
El que sí pierde y mucho, es Luis Adrián Mendoza Padilla. Fue entronizado por siete años y alcanzará a cobrar dos. No disfrutará la nómina.
Más del elefante. Las “medidas de apremio” aplicadas en este 2024 dan risa. Son 22, de ellas 17 amonestaciones públicas ya “ejecutadas” y cinco multas, estas para el alcalde de Valle Hermoso, Alberto Enrique Alanís Villareal. Único al que le quieren tocar el bolsillo.
El edil panista está terco como las mulas en no pagar y promovió un amparo.
Más chamba presentaron en 2023 cuando multaron a siete sujetos obligados: Jesús Antonio “El Árabe” Nader, alcalde de Tampico; Cristina Barrera Barrera, presidenta de Méndez; Antonio “Toñito” Medina Jasso, de Soto la Marina; Gladis Magalys Vargas Rangel, de Miquihuana (dos multas) y a Enrique Alanís, de Valle Hermoso.
Ya metidos en el tema, según el decreto del Congreso de la Unión, las funciones del elefantillo en Tamaulipas pasarán a los órganos de control de los tres poderes.
Obligar a los partidos -con registro- a transparentarse, pasará a la esfera del Instituto Electoral de Tamaulipas (el tiempo que dure, si es que lo arrastra la reforma política guinda).
El Senado aprobó la “defunción asistida” de siete organismos que duplicaban funciones como la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Reguladora de Energía, que pasarán a la secretaría de Energía.
Ya es “difuntito” el CONEVAL, ese organismo para evaluar la pobreza, cuyas funciones serán del INEGI.
A partir de este lunes quedó abierta la plataforma de registro de aspirantes a Magistrados y Jueces del Poder Judicial de Tamaulipas. Hay tres conductos, Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se puede hacer indistintamente, y hasta “dobletear”, pero al final queda un solo destino.
El registro puede hacerse presencial o vía Internet, con los mismos requisitos, el más difícil de ellos las calificaciones de nueve en la carrera de Leyes. El plazo vence el 20 de diciembre.
Aparte el Gobernador Américo Villarreal asistió a la toma de protesta de Rocío Nahle como Gobernadora de Veracruz, a donde concurrió la Presidenta Claudia Sheinbaum.
“Desde Tamaulipas estamos listos para trabajar juntos como estados hermanos, construyendo un mejor futuro para todas y todos”, escribió Américo en redes luego de participar en el evento que reunió a figuras del morenismo nacional.
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