Por Manuel Galeazzi
MÉXICO | Desde antes que el brote de Covid-19 se convirtiera en pandemia mundial, las repercusiones en distintos ámbitos ya eran evidentes, pero ahora está presente en la agenda y salud misma de los principales representantes políticos internacionales.
Cada vez más personajes mundiales son contagiados o puestos bajo la sospecha de tener coronavirus. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se autoaisló por temor a estar infectado, luego de que su esposa, Sophie Grégoire, mostrara síntomas leves.
En los últimos días, un ministro de su gabinete también se autoaisló, así como el líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh Dhaliwal, al recibir el consejo de limitar el contacto con la gente hasta que se sientan ambos mejor.
Canadá anunció el miércoles un fondo de respuesta a la enfermedad por 727 millones de dólares, con la mitad de esos recursos destinados a provincias y territorios. La medida incluye 36.3 millones dólares para apoyar a países vulnerables, mediante la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Canadá tiene 128 casos de personas infectadas en las provincias de Columbia, Británica, Ontario, Alberta, Quebec y Manitoba; y una muerte relacionada con la enfermedad.
Por otra parte, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, era vigilado hasta las 19:21 GMT de este jueves por posible contagio de Covid-19, un día después de que calificó la enfermedad como una “fantasía”, pese a que su país ya registra 52 casos.
Bolsonaro convivió con el secretario especial de comunicación brasileño Fábio Wajngarten, quien presentó síntomas de la enfermedad, por lo que se sometió a las pruebas que determinaron que está contagiado.
Wajngarten comió el fin de semana pasado con ejecutivo brasileño en una habitación privada en Miami, durante la visita de ambos a los Estados Unidos para reunirse con el mandatario estadounidense, Donald Trump. De tal suerte, el inquilino de la Casa Blanca y el presidente brasileño deberían estar severamente preocupados.
Trump anunció la suspensión de los viajes entre su país y Europa desde este viernes por 30 días, en un anuncio en vivo desde la sede del gobierno, y adelantó que inyectará hasta 200 mil millones de dólares en la economía.
“Declaramos la emergencia sanitaria y emitimos las mayores advertencias sobre el viaje a países afectados por esta horrible enfermedad. Al tomar estas medidas, vimos un número muy inferior de casos en los Estados Unidos que los que hay ahora en Europa», señaló Trump en mensaje televisado.
Fustigó a las naciones europeas por no “tomar las mismas precauciones” que justificaron las “duras” pero “necesarias” acciones para cuidar la salud y el bienestar de sus connacionales.
Impactos económicos del Covid-19
El anuncio de Trump no solo implicó la restricción de pasajeros, sino también afectó al comercio y transporte de carga con países europeos. “Estamos hablando de cualquier cosa que venga de Europa a Washington», aunque exceptuó a Reino Unido.
Dicho anuncio causó una de las mayores sacudidas en el sector desde que inició el brote en diciembre pasado. Las cotizaciones en Wall Street fueron suspendidas automáticamente este jueves después de la apertura, ya que los principales índices cayeron más del siete por ciento, lo que supera el límite diario.
Esta fue la segunda pausa automática de 15 minutos en los últimos días. Las reglas de la Bolsa de Nueva York contemplan tres mecanismos automáticos para lidiar con el pánico en el mercado.
A inicios de semana, el precio del crudo se desplomó hasta un 30 por ciento luego del desacuerdo entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para recortar la producción y contener el daño en los precios ante el avance de la cepa en el mundo. El colapso fue el mayor desde el fin de la Guerra del Golfo en 1991.
En suma, en el país donde se supone el origen del virus, China, el déficit comercial durante los primeros dos meses del año podría aumentar la preocupación en su territorio. La caída es mayor de lo esperado en las exportaciones, un menos 17.2 por ciento para enero-febrero.
“Cualquier recuperación se verá significativamente afectada por la propagación del coronavirus fuera de China, que parece pesar mucho en la demanda externa”, dijo Evans-Pritchard, académico de Capital Economics, ante South Morning China Post.
Inevitable coordinación internacional
Las encuestas sobre la aprobación de los gobernantes en el mundo se basan frecuentemente en la popularidad de distintos programas gubernamentales, pero, sobre todo, escrutan el bienestar colectivo en materia de seguridad, trabajo, economía e, indudablemente, salud.
Dicho rubro depende de múltiples factores como la vivienda, el urbanismo, cambio climático, e incluso del monitoreo realizado por dependencias internacionales. Por ello, la OMS ha pedido colaboración entre los gobiernos del mundo, lejos de las diferencias diplomáticas que puedan tener.
Mientras países como China e Irán han sido señalados por ocultar el brote, otros buscan apresurar la declaratoria de emergencia para aumentar sus presupuestos con recursos que permitan encarar la situación.
En medio de todo ello, siguen siendo inevitables los casos de políticos contagiados. En Teherán, los ministros de Cultura, Turismo e Industria, así como el vicepresidente iraní, ya han sido diagnosticados con la enfermedad.
También en Madrid la ministra de Igualdad española, Irene Montero, dio positivo en una prueba, mientras que el vicepresidente Pablo Iglesias fue puesto en cuarentena. El líder del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, también dio positivo como contagiado por el Covid-19.
El Banco Mundial afirmó en su informe ‘Pandemias: riesgos, impactos y mitigación’, publicado en 2018, que en países con instituciones débiles y legados de inestabilidad política las pandemias pueden aumentar el estrés político y las tensiones.
El coronavirus está desafiando de nueva cuenta el nivel institucional para sobrellevar este impacto y la capacidad para colaborar de forma internacional antes de que el número de contagios, pobladores y condiciones internas, generen un colapso mayor.
(Notimex)
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