El senador por Morena, Américo Villarreal Anaya, confiesa que si los tamaulipecos se lo piden, buscará la gubernatura el próximo año. Dice que Tamaulipas ya merece estar en paz, y con Morena tiene esa oportunidad.
Por Francisco Cuéllar Cardona
La sesión en el Senado acaba de concluir y el doctor Américo Villarreal Anaya irrumpe en su oficina con carpetas en las manos. Saluda presuroso y se sienta en su escritorio donde la bandera de Tamaulipas y de México, y una foto colgada del Presidente López Obrador parecen cuidarle la espalda. Sabe que la pregunta va a ser directa y la responde sin titubear.
-¿Va por el 22?…ya se le menciona mucho, ¿va por la candidatura?.
-«Lo que me digan los tamaulipecos», afirma, y contextualiza su respuesta:
-«Yo estudié medicina, y desde un principio sabía que quería ser especialista porque mi pasión era la cardiología; pero sabía que para ser un buen cardiólogo tenía que hacer una buena carrera de medicina. Yo lo veo así, si los tamaulipecos ven que estoy correspondiendo a esa confianza que me dieron de estar aquí en el Senado de la República, pues estoy dispuesto a participar. Ya me estoy preparando».
La llegada al Senado, ha transformado al doctor Américo. La imagen discreta del cardiólogo que atendía a los pacientes en su consultorio de la calle 19 y 20 Hidalgo, ha cambiado radicalmente; ahora trabaja para la salud, pero desde otro nivel, como presidente de la Comisión de Salud; su discurso y sus temas ahora se refieren a la transformación que vive el país, a la lucha por la igualdad, por el respeto de los derechos humanos y tener un Estado y un país más justo y sin corrupción.
Reconoce que los cambios que impulsa el Presidente en el país, serán lentos, pero efectivos y que van a beneficiar a todos, «pues fueron muchos años de políticas neoliberales que sólo llegaban a unos cuantos».
«Aquí todos los días se aprende algo nuevo y los temas son muchos», dice el senador que desde la Cámara Alta, admite tener aspiraciones políticas y donde lamenta que la alternancia en Tamaulipas no fue lo que se esperaba, «Yo siento que caminamos un poco para atrás», comenta.
Villarreal Anaya, asegura que en Tamaulipas, Morena ha logrado grandes avances en dos años y que en el 2021, hay confianza verdadera de ganar, aunque insiste que la unidad es fundamental en el partido; todos los que aspiran deben y debemos entender esto, y veo que ya se está trabajando en la unidad.
Cuestionado sobre si aún existe el «Americanismo» como grupo político en Tamaulipas, dice que sí, que sigue vivo y que muchos jóvenes que ocuparon cargos en el gabinete de su padre se han acercado para alentarlo a seguir y fortalecer el proyecto para el 2022.
Aficionado al alpinismo y al deporte extremo, reconoce entre risas, que la política a veces es un «deporte extremo, y a veces estresante».
-¿Cómo se ve Tamaulipas desde el Senado?
-«Nuestro Estado ofrece grandes oportunidades y grandes ventajas por su riqueza geográfica natural y estamos ciertos que podemos desarrollarlo junto con los tamaulipecos, que es lo más importante y lo más valioso que tiene nuestro Estado. Si somos incluyentes y construimos consensos lo haremos más grande. Lamentablemente sus regiones no han tenido la oportunidad ni se les ha apoyado como debiera».
-¿Qué se está haciendo para que la 4T, se vea y se sienta en Tamaulipas?.
«En todas las entidades la 4T, y el Movimiento que encarna Morena, han tenido una empatía y un contacto con la gente. En el caso de Tamaulipas no es la excepción. En las encuestas vemos que el presidente López Obrador mantiene una gran aceptación de la gente. La Cuarta Transformación, es ya una ideología, una forma de pensar que le gusta a la gente, que aparte empieza a ver los beneficios que antes no tenía. La 4T, busca y procura en el país el desarrollo humano, el bienestar social, el respeto de los derechos humanos y las oportunidades para la gente.
«Se están dando cuenta que el gobierno federal está atento de los menos favorecidos, de los que nunca fueron atendidos por los gobiernos anteriores.
«Apenas llevamos dos años y meses de esta modificación en la participación social. Esto es como un organismo humano: cuando nos aqueja un problema de salud, una cirugía o se nos rompe una pierna, tarda en recuperarse. En el organismo social, en el entorno social es igual, el cambio de las políticas públicas para lograr el desarrollo, es todavía más lento.»
«Hay veces que tienen que pasar 6 o 10 años para que percibamos estas nuevas disposiciones políticas. Hay que darle la oportunidad al gobierno y que la gente entienda este cambio de dirección; dejaron muy mal el país. En Tamaulipas se está viendo y se está sintiendo».
-¿Cuándo se van a ver estos cambios de los que habla. ¿Morena tiene alguna esperanza en Tamaulipas?.
-«Sí, yo creo que ya se dio. Analicemos con detenimiento la participación de la gente en las elecciones del 2018. Morena ganó en Tamaulipas 2 senadores por mayoría; de 9 diputados, 6 están en la Cámara de Diputados; hay varios presidentes municipales. En el 2019, en la elección para el Congreso, después de tener un diputado, ahora tenemos 10 y somos la segunda fuerza política al interior del Estado. Estoy seguro que así como en el 2018, y luego en el 2019, en este proceso del 2021, vamos a tener el apoyo de la ciudadanía para seguir alineando a cada una de nuestras entidades. En Tamaulipas, ya se siente la Cuarta Transformación».
-¿Están los tamaulipecos maduros y preparados para otra alternancia?
-«Yo tengo plena confianza que sí. El pueblo de Tamaulipas es muy inteligente, es un pueblo con visión política, con una claridad de qué es lo real y qué es lo manipulado o lo falso. Las herramientas tecnológicas que tenemos ahora para acceder a una mayor y mejor información, nos permiten verlo. La gente lo está percibiendo».
«Esta madurez política que estamos teniendo, comenzará a desenmascarar las situaciones. Y pues vemos en nuestra entidad que lo que se venía diciendo de tiempo atrás, de los intereses entre fracciones políticas y partidos son ciertas. El PRI y el PAN se abrieron y mostraron lo que son. Aquí es cuando nuestro Movimiento de Regeneración Nacional entra a cambiar entornos».
-¿Con la alternancia que se dio, Tamaulipas avanzó o retrocedió?. Las expectativas de cambio fueron muchas…
«Yo siento que caminamos un poco para atrás. En el ámbito de seguridad se percibieron avances, pero las noticias recientes nos ponen otra vez en condiciones lamentables. Yo veo una sociedad, municipios y ciudades desatendidas; hay retroceso. El ejemplo más claro lo vemos en mi querida Victoria, capital del Estado que ha tenido un deterioro importante en sus vialidades, en su distribución de agua potable, en los servicios públicos. Urge un bienestar social real, una justicia real y sobre honestidad; hay que recuperar eso de lo que antes gozamos para dárselo a nuestros hijos y nuestros nietos.
-En Morena de Tamaulipas, no hay unidad y sus actores no se ponen de acuerdo, es la percepción…
-«Tenemos que hacer política, llegar a los acuerdos, a los consensos y a la inclusión. A través de nuestra historia así ha sido. Nuestro dirigente nacional Mario Delgado, está haciendo ya ese trabajo; ésta semana lo acompañamos para darle posesión al nuevo delegado especial en nuestro Estado y existe ya el compromiso de la unidad y los consensos entre quienes están en la estructura estatal, los gobiernos locales y actores de todas las fuerzas legislativas de Morena; necesitamos de la unidad para ganar»
«Yo tengo plena confianza que así será, porque tenemos que ver y luchar por el bien superior, no en el bien de una persona. El horizonte que debemos de tener es este bien superior de Tamaulipas. Sólo unidos y sin pleitos podemos lograrlo»
-Estamos a un año y meses del relevo del poder en Tamaulipas. Se le menciona ya como un protagonista, ¿va a buscar la gubernatura en el 2022?.
-«Lo que me digan los tamaulipecos. Yo estudié medicina, y desde un principio sabía que quería ser especialista, pues mi pasión era la cardiología; pero sabía que para ser un buen cardiólogo tenía que hacer una buena carrera de medicina, para poder llegar a ser eso. Yo entiendo que si estoy sirviendo y correspondiendo a la confianza que me dieron los tamaulipecos de estar aquí en el Senado de la República representándolos; y si están en la disposición de darme la oportunidad de servirles en la política desde un postgrado (la gubernatura), pues estaría yo dispuesto en participar.
Me estoy preparando para ello».
-¿Qué le preocupa y qué desea para Tamaulipas?
«Sueño y deseo con una sociedad tamaulipeca en armonía, en paz, entusiasta, justa, equitativa, con oportunidades de crecimiento y desarrollo. Ya le toca a Tamaulipas estar en paz y ser feliz. Estamos esperanzados que con esta nueva ideología y este cambio que se está gestando con el Presidente López Obrador, Tamaulipas tenga un futuro promisorio y lo vamos a conseguir».
-¿Existe el «americanismo» como grupo en Tamaulipas que lo apoye?
-Sí, claro. Dentro del gabinete que tuvo mi padre en su gobierno hubo gente muy joven, gente que están rondando entre los 60 y los 70 años en este momento; gente muy valiosa, con mucho conocimiento y experiencia, y que me han manifestado la simpatía hacia el proyecto. En casi todos los sectores hay gente que dejó mi padre y se ha acercado para decirme que lo que haga, me van apoyar.
«Es un gran reto. Qué puedo decir de mi padre a quien respeté y adoré como hombre, como servidor público, como profesionista; fue siempre un hombre entregado, con mucha capacidad y dejó la vara muy alta. Mi aspiración es seguir enalteciendo la memoria de ambos de mi padre y de mi madre y hacer todo lo que esté en mi para traducir la herencia que ellos me dejaron. Igual poder transmitírsela a mis hijos».
-¿Cómo llegó o cómo nació su relación con AMLO?. Se cuentan muchas historias, nos podría contar…
-«Yo lo he comentado en varias ocasiones. Mi padre y nuestro ahora Presidente, hace 35 años tuvieron un jefe en común: El ingeniero Leandro Rovirosa Wade. A través de él se conocieron.
Y por situaciones meramente circunstanciales en el ámbito de mi actividad profesional, siendo precandidato el licenciado López Obrador supo de mi persona y preguntó si yo era hijo del ingeniero Américo Villarreal Guerra. Cuando lo confirmó, en una de sus visitas a Tamaulipas dijo que le daría gusto saludarme porque había conocido a mi padre. Esa reunión y ese saludo se dio allá por el año del 2017. A partir de ello y con el interés de haber tenido esa grata charla, entendimos y coincidimos con él. El hablaba que necesitaba hombres y mujeres de buena voluntad, y en una de las oportunidades que tuve de platicar nuevamente con él, le dije que si bien no habíamos tenido la oportunidad de participar abiertamente en política, sí contábamos con el deseo de buena voluntad por hacer las cosas bien por un mejor país por un mejor Tamaulipas, y que me gustaría participar en política. Y así se dio lo que todos saben: aquí representando a los tamaulipecos desde el Senado»
–¿Entonces se considera amigo del Presidente?
-«Gozo de la confianza del Presidente, misma que nunca vamos a faltar a ella».
¿Le Preocupa la alianza PRI-PAN?…en México van unidos, y ahora en Tamaulipas se habla de una alianza de facto…
«Es un error político lo que hicieron. La gente intuía que estaban coludidos. Su modelo neoliberal, los privilegios, la pobreza que provocaron, la mala conducción del país, siempre lo hicieron juntos, solo que ahora lo están haciendo abiertamente. Se desenmascararon, se quitaron la piel de cordero, y vemos el lobo rapaz que han sido estos años. Había un acuerdo de cambio de gobierno, pero no un cambio de política. Algunos hombres cambian de partido por el bien de sus principios; otros cambian de principios por el bien de sus partidos, decía Churchill.»
¿Usted cuándo dejó de ser priísta…?
-«Yo no niego la circunstancia y origen priísta de mi padre que le dio la oportunidad de ser senador y gobernador y servir a todos. Creo que era otro PRI en ese momento. Todos en ese momento trabajamos o estuvimos dentro y trabajamos para las instituciones de un gobierno que era Revolucionario e Institucional. Lamentablemente se echó a perder cuando se dio la colusión con el PAN que lo llevó a estar en estas condiciones lamentables. Por fortuna ya está Morena y el nuevo modelo del cambio verdadero».
Su gusto por el alpinismo, la música pop y el tequila
Como su padre, el doctor Américo, es un aficionado al deporte, solo que a él le gusta y practica el alpinismo. Del deporte extremo, al que compara con la política, dice: «la política es un deporte extremo y a veces muy estresante».
«Tuve la fortuna de subir a la montaña Aconcagua, la más alta de Argentina y América, con más de 7 mil metros de altura. En Ecuador subí el volcán del Chimborazo. En Europa el Monte Blanco (Mont Blanc) en Los Alpes; el Monte Rosa, en Italia. En México el Popocatépetl y el iztaccihuatl cuando se podía; al Pico de Orizaba. Cuando hay oportunidad, todavía subimos al nevado de Toluca».
Bebe tequila, porque es muy bueno para la coronarias. Le gusta la música ranchera, y el pop. Alejandro Fernandez, Luis Miguel, Juan Gabriel y Armando Manzanero.
Confiesa que siempre está dispuesto a escuchar, y que es un hombre de acuerdos y de soluciones.
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