Perla Reséndez
MATAMOROS, Tam. | Luego de una semana de que se inició el traslado de migrantes que permanecían en el campamento improvisado a un lado del puente internacional en Matamoros, ya son pocos los que permanecen en el lugar.
El Director de la Casa del Migrante de Matamoros, Juan Sierra Vargas, reiteró que la idea es que este lugar sea clausurado, una vez que concluya el traslado de los migrantes a Estados Unidos, donde esperarían la cita con una Corte de ese país, para la resolución de su solicitud de asilo.
Entre las personas que hasta ayer permanecían en el campamento, se encontraban, alrededor de 72, de los cuales, alrededor de 60 su solicitud de asilo había sido rechazada, pero apelaron a la decisión de la corte estadunidense.
“A algunos les dijeron que no, otros aún no tienen respuesta, no tendría caso enviarlos a Estados Unidos, si tendrían la posibilidad que allá no fuera positivo el resultado y los deporten a sus lugares de origen”.
A quienes les han rechazado su solicitud de asilo en Estados Unidos (60), explicó que les ofreció el refugio en México a través de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
“Nosotros tenemos abogados en la Casa del migrante, que promueven el refugio en México, se hace a través del Instituto Nacional de Migración (INM), para que la Comarles proporcione la estancia legal en México”.
En diciembre del 2019 Jill Biden, esposa de Joe Biden visitó el campamento junto a otros activistas de Estados Unidos para llevarles a los migrantes un plato de comida, consistente en tamales, frijoles y arroz de “Taco Palenque”.
Luego de recorrer el lugar y conocer las condiciones deplorables en las que vivían las familias, al llegar su esposo a la Presidencia, Roberta Jacobson, coordinadora del Gobierno para la frontera Sur, anunció que se daría prioridad a el grupo de refugiados del campamento en Matamoros, algunos de los cuales, tenían más de un año en ese lugar y a otros considerados vulnerables.
El Director de la Casa del Migrante de Matamoros, recordó que el proceso para los migrantes registrados bajo el programa de Protocolos de Protección al Migrante (MPP por sus siglas en inglés), fue iniciado por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Pero también participan la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y UNICEF, además de diversas organizaciones civiles pro migrantes, quienes se han encargado de proveer ayuda a los ciudadanos, mayormente centroamericanos que estaban en el campamento.
A través de una plataforma, se inició el proceso de registro el pasado 19 de febrero y ya el 25 de febrero, se inició con el traslado de los primeros migrantes, previa revisión médica por parte de la Cruz Roja Internacional.
“Del estado participaron médicos de la Jurisdicción Sanitaria, quienes apoyaron en la extensión de un certificado médico de los migrantes y la aplicación de las pruebas COVID-19, que fueron proporcionadas por la OIM (Organización Internacional para las Migraciones)”.
En el campamento, permanecían alrededor de 750 migrantes, en condiciones de hacinamiento, con problemas de la falta de agua, sanidad, alimentos, otros migrantes buscaron refugio en casas del migrantes y los menos, quienes pudieron pagar, alquilaron alguna vivienda.
En el campamento, aun permanecen algunas carpas, baños, lavaderos y el día de ayer se retiraron cuatro camiones de basura, como proceso del desmantelamiento del lugar que sirvió de refugio para los migrantes que llegaron a la frontera de México, con la esperanza de buscar refugio en Estados Unidos.
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