REFLEXIONES 2021
Por Mtra. Emilia Vela González
¿En que me ha cambiado la pandemia?-1
El mes pasado leí en el muro de Cesar de la Garza la siguiente pregunta: ¿A ti, como te ha cambiado la pandemia? Inicié un comentario, pero al ver que este se extendía, opté por borrarlo, y es que la verdad las ideas se confundían en mi cabeza. Pero buscando mis respuestas, y sin llevar un orden de importancia, me aventuro a realizar un balance, digamos provisional, porque esto no se ha acabado, acerca del aprendizaje, no científico sino humano, que me ha dejado la pandemia.
APRENDÍ A VALORAR EN MAYOR MEDIDA LA SALUD.
Aquí bien se puede aplicar el dicho popular de que “ Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido” y es que ateniéndonos a nuestra salud, en un principio muchos menospreciamos las precauciones recomendadas, percibíamos el Covid como algo lejano, hasta que llegó y afectó a personas cercanas, trayendo consigo incertidumbre, temor y dolor. Y entonces el cubrebocas empezó a formar parte imprescindible de nuestra indumentaria, y normalizamos el saludo de puño o codo.
APRENDÍ NUEVAS FORMAS DE CONVIVENCIA.
El 1° de Marzo del 2020, nos reunimos un grupo de amigas para festejar el cumpleaños de Lorena Moreno. Teníamos en común que por algunos años, habíamos formado parte y presidido AMPRAC, en el seno de la cual nuestra amistad se consolidó y ha perdurado a través del tiempo.
Lejos estábamos de imaginar que en menos de un mes, nuestras actividades cotidianas y planes de corto y mediano plazo se verían alterados, y que algo que asumimos como temporal se habría de prolongar de manera un tanto indefinida, y que a más de un año, la normalidad perdida no acabe por retornar.
Si bien hubo que prescindir de la presencia física, del saludo personal y los abrazos, las redes sociales permitieron fortalecer lazos, mostrar solidaridad en nuestros momentos difíciles en cuánto problemas de salud y pérdidas de seres queridos, comunicación constante por whatsapp, encuentros virtuales por zoom o llamadas telefónicas.
APRENDÍ A DECIR ADIÓS DESDE LA DISTANCIA
Uno de los aspectos más lamentables que nos ha dejado la pandemia, son las pérdidas humanas. Recuerdo que por algún tiempo, en mis oraciones matutinas, rogaba por el eterno descanso de algún familiar, amigo o conocido , paulatinamente los nombres se fueron acumulando y se me escapaban de la memoria, optando por generalizar y orar por quienes habían partido en el pasado y de manera reciente mencionando los nombres de los más inmediatos, y pidiendo por la resignación y consuelo de sus seres queridos.
Las circunstancias nos obligaron a dejar atrás, una costumbre heredada de nuestros mayores, acompañar físicamente a los deudos en sus momentos de dolor, y nos vimos obligados a expresar nuestra solidaridad y sentimientos a través de medios electrónicos o redes sociales. Cuando parecía que nos dirigíamos a una nueva normalidad, derivada de la confianza de haberse aplicado las vacunas, la realidad nos obliga a poner un alto en el trayecto.
APRENDÍ A VALORAR MIS CIRCUNSTANCIAS PERSONALES.
Durante el largo confinamiento, y únicamente por lo que a mi persona se refiere, no podía menos que agradecer a Dios y a la vida, que esta situación extraordinaria se hubiera producido a una edad que podía disfrutar la casa, la lectura, escribir y ver TV. No estaba ajena a las diferentes maneras como la pandemia repercutió en los hogares, particularmente con hijos en edad escolar, el cierre de fuentes de empleo, incremento de la violencia doméstica, por señalar algunos.
APRENDÍ NUEVAS FORMAS DE ADQUIRIR CONOCIMIENTOS Y TRASMITIRLOS.
Aprendí a utilizar el zoom y el team, y a través de estas herramientas electrónicas, he asistido a cursos, mesas de análisis, conferencias etc, adquiriendo y trasmitiendo conocimientos.
APRENDÍ A COMPARTIR REFLEXIONES
Aún cuando tenía responsabilidades de carácter académico, mi atención se distrajo en pensar sobre mi vida y la situación del país, tuve el tiempo para leer y escuchar a analistas políticos con diferentes opiniones y percepciones al respecto. La formación de abogada, mi experiencia profesional tanto en el ámbito público como privado, mi inquietud permanente de buscar información, me llevaron a reflexionar tanto en lo que se refiere a la vida cotidiana como a la situación política local y nacional, y escribir sobre ello, de allí surgieron “ Reflexiones de Cuarentena “ y “ Reflexiones 2021 “, algunas, no todas, compartidas por FB.
APRENDÍ A ORAR Y AGRADECER POR LA VIDA DE TODAS LAS PERSONAS QUE CON SU TRABAJO ARRIESGAN SU SALUD CADA DÍA PARA ATENDER LAS NECESIDADES DE LOS DEMÁS.
Comment here